Valladolid

Nuevo golpe de la Guardia Civil a la delincuencia organizada con la caída de una peligrosa banda

Nuevo golpe de la Guardia Civil a la delincuencia organizada con la caída de una peligrosa banda
Nuevo golpe de la Guardia Civil a la delincuencia organizada con la caída de una peligrosa bandalarazon

Nuevo y contundente golpe de la Guardia Civil contra la delincuencia organizada en la provincia de Valladolid. Concretamente, en el municipio vallisoletano de Aldeamayor de San Martín, donde se han detenido a 17 personas, catorce de ellas rumanas, y con un amplio historial delictivo, de los cuales dos de ellos, M.G. y S.G., hermanos de 34 y 30 años, respectivamente, eran los cabecillas.

A toda esta banda se la acusa de numerosos delitos: extorsión, blanqueo, tráfico de drogas, robo, amenazas, falsedad documental, fraude a la Seguridad Social e incluso trata de seres humanos. La investigación, iniciada hace un año, está relacionada con la reciente 'operación Transformers', en la que se desarticuló una banda especializada en el robo en explotaciones agrarias acusada de cometer un centenar de delitos en treinta localidades vallisoletanas desde principios de año.

La organización estaba perfectamente estructurada y todos sus miembros tenían bien definidos sus roles. Así, por un lado, los dos hermanos rumanos dirigían todo el entramado de empresas que tenía su epicentro en un centro en dos naves del polígono 'El Brizo' de Aldeamayor, donde ocultaban el material cuya procedencia no podía demostrar antes de proceder a su venta directa en Rumanía, o bien, mediante contactos en otras chatarrerías de mayor envergadura, blanquear el material falsificando un registro de compra.

Grupos especializados

Un entramado, formado por las empresas (Gis-Pal, Siglo XXI, Megamar y Rusilmar S.L.), que según explica el comandante Javier Peña de Aro, uno de los responsables de la investigación, cuenta con numerosas denuncias por vía administrativa y mantiene una deuda con la Seguridad Social superior a los 100.000 euros, a pesar de que sólo en los dos últimos años su facturación pudo superar los tres millones de euros. Mientras que, por otro lado, había varios grupos especializados. Unos se dedicaban a la elección y vigilancia de los objetivos, otros se ocupaban de la logística o cometían los robos y otros estaban dedicados a la compra del material robado y su posterior venta o transformación. Como actividades delictivas secundarias también cometían robos en viviendas, teniendo un gran interés por el material informático, del que extraían el iridio y metales preciosos, así como por productos de campo. Igualmente, la banda también contaba con un grupo que era el encargado de extorsionar e incluso daba palizas por encargo. Otros muchos estaban alojados en condiciones infrahumanas en las propias naves de Aldeamayor o en viviendas usurpadas y fueron captados mediante engaño en Rumanía o recultados aprovechándose de su precaria situación económica.

Además, entre los detenidos se encuentran también un exalcalde y una concejala de Aldeamayor de San Martín que, al parecer, se encargaron de facilitar, desde su posició, a esta banda organizada todos los trámites administrativos necesarios como licencias o empadronamientos para poder moverse con normalidad.