Colau lidera una lista con guiños al sector más soberanista y presiona a PSC y ERC por los pactos

Ficha al ex socialista Jordi Martí para una candidatura muy personalista que presenta como "Ada 2019".

Ada Colau ya tiene candidatura para presentarse a sus segundas elecciones municipales y tratar de seguir cuatro años más en el Ayuntamiento. La alcaldesa ha optado por una lista continuista con el objetivo de rearmarse y reivindicar las esencias municipalistas de su plataforma Barcelona en Comú. Los cambios más destacados los ha introducido por obligación –debido a las bajas anunciadas de Gerardo Pisarello, Laia Ortiz, Josep Maria Montaner y Agustí Colom– y han acabado perfilando un equipo sin prácticamente huella de Iniciativa, con presencia del sector soberanista y el fichaje del ex socialista, Jordi Martí, hasta ahora gerente municipal.

De los ecosocialistas sólo resiste Janet Sanz en los puestos de mando. Teniente de alcalde de Urbanismo durante el presente mandato, sube del quinto al tercer puesto respecto a la candidatura de hace cuatro años. Martí, en cambio, entra en el octavo y se estrena con la marca de Colau después de haber sido concejal por el PSC, mientras que la actual diputada de los «comunes» en el Congreso, Lucía Martín, también se incorpora.

El nuevo «número dos» será el actual comisionado de Cultura, Joan Subirats, su mentor cuando era activista y uno de los ideólogos de Barcelona en Comú.

Repiten Gala Pin (puesto siete), concejal en el distrito más difícil de la ciudad, Ciutat Vella, y persona muy cercana a Colau, y Jaume Asens (cuatro), dirigente con buenos lazos tanto en la cúpula de Podemos como en el independentismo. De hecho, ambos forman parte del sector más soberanista de los «comunes». Del partido morado destaca Laura Pérez, jefa de filas de Barcelona y número seis. En definitiva, una candidatura con 22 nombres de corte personalista, que Colau ha ido confeccionando durante semanas y que ayer hizo pública bajo el eslogan «Ada 2019.Barcelona».

La propia alcaldesa aprovechó la presentación de esta lista para inaugurar la contienda electoral pasando al ataque y mostrándose segura de que podrá «mejorar» los 11 escaños logrados en 2015. Para lograrlo, Colau y Barcelona en Comú centrarán la campaña en reivindicar su «obra de gobierno» y ayer ya empezó con algunas de las medidas aplicadas durante este mandato como el cierre de la Modelo (aunque también fue una iniciativa de la Generalitat), la moratoria hotelera, la obligación de destinar un 30% a vivienda social o la unión del tranvía (que ya estaba planificada anteriormente).

Colau también apuntó hacia el resto de partidos y redobló la presión sobre Esquerra y el PSC. Al primero le achacó aliarse siempre con la «antigua Convergència», mientras que a Jaume Collboni le exigió que diga ya si pactará o no con Manuel Valls. «Se trata de una lista gris y también una victoria del sector ‘cupaire’ de Barcelona en Comú, mientras que el legado de Iniciativa prácticamente desaparece. Continúa haciendo gestos al independentismo», resumió el líder socialista.