Caso Palau

El Palau ocultó los pagos a la fundación de Convergència

Los contables de la entidad dicen que el Govern hizo caso omiso sobre sus avisos

Fèlix Millet, en las inmediaciones de la Ciudad Judicial
Fèlix Millet, en las inmediaciones de la Ciudad Judiciallarazon

Los contables de la entidad dicen que el Govern hizo caso omiso sobre sus avisos.

Nueva sesión del juicio por el caso Palau, y en esta ocasión declararon empleados de la entidad. Una vez más, salió el nombre de CDC en la vista oral. Algunos de los testigos, del área financiera de la entidad, señalaron que los pagos de los 630.000 euros que la institución donó a la Fundació Trias Fargas, muy próxima a este partido, a través de convenios de colaboración anuales, no se hicieron constar en la contabilidad oficial del Palau de la Música.

Concretamente, uno de los contables del Palau, David Regalado, aseguró que avisaron a la Intervención General de la Generalitat de que había «irregularidades» en las cuentas de la entidad, «y no pasó nada». Varios trabajadores del Palau, tres de ellos contables del Orfeó Català y de la Fundació de la entidad declararon ayer como testigos en este juicio.

Pagos ocultos

En lo referente a los testigos de la Associació del Orfeó Català, y de la Fundació del Palau, confirmaron los pagos a la Fundació Trias Fargas, ahora llamada Catdem, no se efectuaron a través de las cuentas oficiales de estas entidades, e insistieron en que no les consta que la institución cultural firmara convenio alguno con nadie para hacer donaciones, por lo que en teoría todo quedó oculto.

Estos testigos de la administración del Palau dieron, en parte, la razón a la Fiscalía, que considera que las comisiones ilegales se hicieron llegar a CDC a través de facturas falsas de proveedores del partido, que habrían cargado al Palau trabajos que habían prestado para campañas electorales de la formación.

Los testigos explicaron que las facturas que las empresas proveedoras de CDC, New Letter y Letter Graphic, justificaron en trabajos de buzoneo para el Palau eran «excesivas», en comparación con el coste de servicios similares, y detallaron que la forma de pago de éstas no era la habitual, dado que se abonaban de forma inmediata.

El contable Regalado constató un circuito paralelo de pago de facturas para las citadas empresas New Letter y Letter Graphic, entre otras, que son las que supuestamente facturaron al Palau trabajos realizados a CDC, y que eran administradas por las esposas de los dos principales acusados, Fèlix Millet y Jordi Montull.

Otra contable que compareció, Isabel Rodríguez, dijo que constataron importantes salidas de dinero en efectivo para el Orfeó con conceptos varios, como «acomodación miembros honor en los palcos del Palau». «Era muy extraño que para eso se pudiera cobrar 60.000 euros», señaló la testigo.

Añadió que los importes de esos cheques los ordenaban Jordi Montull y su hija, también acusada, la ex directora financiera Gemma Montull. «Me consta que en Via Laietana había una circulación importante de conserjes con dinero en efectivo», afirmó.

Los contables que testificaron ayer dijeron que desconocían la existencia de los convenios con la Fundació Trias Fargas, suscritos de 1999 a 2008.

Según la Fiscalía, las aportaciones dinerarias del Palau a esta fundación –630.655 euros en total– bajo la apariencia de siete convenios de colaboración cultural eran para «dar cobertura a flujos ilícitos» de dinero entre una empresa y CDC, a cambio de obra pública.