Literatura

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Gibson: «Machado tiene que seguir en Colliure para continuar como símbolo»

El hispanista reconstruye la vida y los caminos del gran poeta en su último libro

Ian Gibson, el pasado lunes, en el cementerio de Colliure, dejando un clavel en la tumba de Antonio Machado y su madre Ana Ruiz
Ian Gibson, el pasado lunes, en el cementerio de Colliure, dejando un clavel en la tumba de Antonio Machado y su madre Ana Ruizlarazon

El hispanista reconstruye la vida y los caminos del gran poeta en su último libro.

Ian Gibson ha vuelto a Colliure, el pequeño pueblo marinero donde Antonio Machado vivió sus últimos días y donde está enterrado. El hispanista ha regresado al gran poeta en un libro que acaba de publicar Espasa y en el que sintetiza sus estudios alrededor del autor de «Juan de Mairena». En «Los últimos caminos de Antonio Machado. De Collioure a Sevilla», Gibson traza la vida de un autor comprometido, que plantó cara a los desastres de la guerra y que acabó muriendo con el corazón roto un 22 de febrero de 1939 en Colliure, cuando ya la derrota de la República estaba muy cerca.

El pasado lunes, Ian Gibson pisó otra vez las calles de esta localidad francesa donde Machado llegó el 28 de enero de 1939. «Es emocionante volver», dijo al autor de estas líneas.

Para el hispanista, autor de estudios imprescindibles sobre Lorca o Dalí, el tema principal de Machado es el camino, algo que subraya en el título de su nueva obra. «La cuestión en Machado es si el camino está hecho, si hay que hacer el propio camino. Su pensamiento gira en torno a este tema acogiéndose a esa idea de Jorge Manrique de “nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar”. El río también es un camino y él piensa en todo eso desde la cuna».

El biógrafo reconoce que todavía faltan muchas respuestas por falta de testimonios y documentación, parte de ella desaparecida durante la guerra, como la famosa maleta que tuvo que dejar Machado tras pasar la frontera. Eso ha hecho, por ejemplo, que no podamos conocer mejor como fue la relación entre Antonio y su hermano Manuel, uno en el bando republicano y el otro escribiendo sonetos a mayor gloria de Franco. «No quiero entrar en ese maniqueísmo en el que uno es el bueno y el otro el malo. Sabemos que Manuel era tan republicano en un principio como Antonio. Manuel era un sevillano arquetípico al que le gustaba pasear con dos mujeres bajo el brazo, mientras que Antonio era triste. Manuel estuvo en el calabozo al iniciarse la guerra y se salva componiendo sonetos para el glorioso movimiento. Sabemos que todo esto provocó un gran dolor en Antonio y acabó por matarlo, porque Antonio Machado murió de dolor. Habían sido entrañables amigos».

Acompañar a Ian Gibson al cementerio de Colliure tiene una indudable emoción. El biógrafo permanece en silencio ante la tumba en la que reposan Antonio Machado y su madre Ana Ruiz. Gibson permanece en silencio y recuerda los versos del poema «Retrato» donde rememora que «Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla». ¿Los restos deberían regresar a España? «Quiero que siga en Colliure porque si desaparece de aquí, desaparece la huella, dejará de ser un símbolo. No, que continúe en Colliure».

 

«Los últimos caminos de A. Machado»

Ian Gibson

Espasa

246 págs

19,90€