Barcelona

Las piedras ideológicas

Una imagen del interior del Born Centro Cultural, un proyecto que hoy queda abierto
Una imagen del interior del Born Centro Cultural, un proyecto que hoy queda abiertolarazon

Al principio, en el ya lejano 2002, el Mercat del Born estaba destinado a ser la futura sede de la Biblioteca Provincial. Sin embargo, el descubrimiento del yacimiento de la antigua ciudad del siglo XVIII, tras ser arrasada por el ejército de Felipe V, frenó el proyecto en seco. La duda estaba en apostar por las piedras o por los libros. Ganaron las piedras. A partir de aquí empezó a crecer un proyecto faraónico que hoy se inaugura a nivel institucional como Born Centre Cultural y que da el pistoletazo de salida a los fastos de conmemoración del 1714. 84 millones de euros después, y sin querer disimular el uso ideológico de sus piedras, Generalitat y Ayuntamiento se muestran eufóricos ante esta apertura.

El pasado 25 de julio, en el aniversario del 300 aniversario del sitio de Barcelona por parte de las tropas borbónicas, Xavier Trias, alcalde de Barcelona, hacía la presentación pública del nuevo espacio cultural y no dudaba en asegurar que «los catalanes del siglo XXI seguimos con los mismos sueños de libertad que entonces». Por su parte, Jaume Ciurana, teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, afirmó que el nuevo centro ha de ser «interesante por mostrar lo que pasó, pero sobre todo por lo que puede pasar en el futuro». La sombra de la utilización ideológica de las piedras era una evidencia.

8.000 metros cuadrados

La ambición del centro es que su mensaje soberanista no quede sólo enclaustrado en los catalanes, sino que pueda atraer a los numerosos turistas que visitan la ciudad. La inversión de 84 millones de euros en un espacio total de 8.000 metros cuadrados ha conseguido un espacio espectacular, que reúne el mayor yacimiento de una ciudad del XVIII de Europa con diferentes espacios expositivos y salas polivalentes para albergar diferentes actos culturales. La intención, como reconoció Trías, es que sea una visita obligada para todos los turistas, como ahora lo serían la Sagrada Familia, la Pedrera o el Museo Picasso.

Nada se ha dejado al azar para poder mantener un discurso homogéneo en todas las partes del centro cultural. Incluso su oferta gastronómica está estructurada bajo estas premisas. El Ayuntamiento hizo un concurso para adjudicar la explotación del espacio bajo una condición principal, que su oferta gastronómica hiciese referencia a la identidad propia catalana. Ejemplos de esto es que no se servirán «tapas», sino «platillos» y los productos en escabeche serán «escabetxats», simbolizando la «escabechina que realizó Felipe V con las instituciones catalanas». Además del restaurante, el centro albergará una librería que también estará centrado en los ejes históricos e ideológicos del espacio.

En cuanto a su oferta cultural, el nuevo centro abre con dos exposiciones. Una permanente, que recuerda la Barcelona de 1.700 a través de 3.000 objetos que se encontraron en las excabaciones; y una temporal, que se abrirá con una muestra que reproduce los movimientos militares, así como justificaciones históricas del sitio de 1714. «Los catalanes tenían derecho a recuperar su propia histora», afirmó Ciurana.

El nuevo Born también realizarán diversos actos culturales a diario, que serán el epicentro de los actos de conmemoración del 300 aniversario del 11 de septiembre de 1714 y por los que el Ayuntamiento ha invertido 2,5 millones de euros. Habrá un ciclo de conferencias sobre los libros que han hecho a cataluña tal como es, un recuerdo para los héroes del 1714, obras de teatro en torno a la efeméride, así como cine, danza, espectáculos familiares y un largo etcétera.

Crítica política

La polémica ha rodeado al centro desde el principio y muchas fueron las voces que criticaron el «sesgo ideológico» del proyecto desde sus inicios. Alberto Fernández Díaz, líder del PP de Barcelona, acusó a Trías de priorizar «inversiones ideológicas» sobre las «obligaciones municipales». El gasto en la inverisón, en tiempos que exigen austeridad, también ha sido muy criticado. El 11 de septiembre el público podrá ir a visitar el centro y juzgar por sí misma el proyecto. Eso sí, pasados los días de puertas abiertas, tendrán que pagar 6 euros.