Política

Barcelona

Los candidatos, al detalle

El primer debate entre los candidatos, organizado por “La Vanguardia”
El primer debate entre los candidatos, organizado por “La Vanguardia”larazon

Jaume Asens (En Comú Podemos): el rostro más soberanista del partido de Colau

Después de su primer mitin con Pablo Iglesias ante una multitud ilusionada con el aire fresco que traían los partidos nacidos del 15-M, Jaume Asens (Barcelona, 1972) bajó del escenario intentando deshacerse de un manojo de nervios que se había adherido como paparras a sus manos. Ada Colau aún no era alcaldesa ni él concejal. Buscó a su hermano entre la multitud para que le ayudara. Y cuando lo vio, le preguntó: «¿Lo he hecho bien?». Su hermano le dio un abrazo y le susurró «lo has hecho bien», y cuando volvió a mirarse las manos, ya no tenía nervios. Más relajado, Asens admitiría que se había pasado de largo con el discurso. Asens estudió Derecho y se convirtió en un conocido abogado penalista defensor de los movimientos sociales. Pero fue en la carrera de Filosofía, donde dice que aprendió a admitir errores y cambiar de opinión. Su inquietud por resolver “injusticias”, lo llevó también a estudiar Políticas. Con esta mochila, saltó al ruedo político tras el 15-M junto a Colau, su ex pareja. En tiempos de crisis, creía que era necesario trasladar parte de la lucha social a las instituciones. Tiene en común con Maragall o Hereu haber crecido en uno de los barrios más “pijos” de Barcelona, La Bonanova, y en escuelas modernas como la Decroly (francesa) o el Sant Gregori. Y con Álvarez de Toledo, una buena educación. Pese a ser el más próximo de los concejales de Colau al soberanismo -fue la persona que acompañó a Iglesias a visitar a Junqueras a la cárcel- y el más hostil a un pacto con el PSC, toma el relevo de Xavier Domènech, que abandonó la política hastiado de tanta sobre actuación, y se va con su amigo Pablo Iglesias a lidiar en el Congreso, donde lo morados tienen más puntos de entenderse, precisamente, con los independentistas y socialistas.

Gabriel Rufián (ERC): repite en el congreso tras romper su promesa

Tras una legislatura en la que se ha hecho, para bien o para mal, con un nombre propio en el Congreso, GabrielRufián se enfrenta a una elecciones definitivas para el futuro inmediato de ERC y para el suyo. Atrás queda, y enterrada, su promesa de abandonar el parlamento a los 18 meses, con la independencia de Cataluña. Así, contradicciones al margen, el republicano ejercerá, con el permiso del encarcelado Oriol Junqueras, de cabeza de lista y lo hace por primera vez sin el paragüas de un histórico de la cámara como Joan Tardà, que deja su escaño tras quince años. Dicen de Rufián que está aprendiendo a frenar y que busca dejar atrás su fama de provocador tras una legislatura marcada por sus salidas de tono, cuesta trabajo olvidar la escena con la impresora, y las reprimendas de la presidenta del Congreso, Ana Pastor. En cualquie caso, la aritmética parlamanetaria pondrá a prueba su estrenada moderación en caso de que el PSOE precise de sus votos. En el plano personal, Rufián es Diplomado en Relaciones Laborales por la Universitat Pompeu Fabra y Máster en Dirección de Recursos Humanos. Nació en Santa Colama de Gramanet en 1982 y se crio en el barrio de Fondo. En la actualidad, vive a caballo entre Sabadell y Madrid

Laura Borràs (JxCat): la consellera que susurraba en las redes sociales

Probablemente no existirá en redes sociales una política más activa que Laura Borràs. Ella lo explica todo, todo lo que es bueno para ella: inauguraciones, presentaciones de libros, conciertos... Su perfil cultural, que empezó a dibujarse con trazo grueso durante su paso por la Institució de les Lletres Catalanes, se agudizó cuando alcanzó la conselleria de Cultura, un departamento que ha dirigido promoviendo un tipo de cultura en detrimento de otra. Eso es algo que ha demostrado siendo la primera en ponerse ante las cámaras sonriendo tanto para salir en TV3 como para lograr un buen puñado de «likes» en su perfil de Instagram. Eso es lo que ha hecho en algún caso excederse, como cuando fue a visitar la capilla ardiente de una escritora y acabó reproduciendo el ataúd de la fallecida ante el enfado de su familia. O cuando dijo que no iba al funeral del editor Claudio López porque, como ella argumentó, ya había dado el pésame por Twitter. O cuando recriminó a quien esto escribe por haberle corregido por citar mal el conocidísimo último verso de Antonio Machado. Seguramente esta campaña electoral y el escaño que logre le dará para seguir alimentando las redes sociales y, por lo tanto, seguir logrando ser una candidata muy a la moda que se lleva ahora

Meritxell Batet (PSC): la mano derecha de Sánchez en Cataluña

Aunque Meritxell Batet (Barcelona, 1973) se situara del lado de Eduardo Madina en el primer proceso de primarias que encumbró a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE en 2014, eso no le ha impedido convertirse posteriormente en una de las personas de confianza del presidente del Gobierno. De hecho le fio el Ministerio de Política Territorial, cartera indispensable para afrontar el principal reto que Sánchez tenía por delante: la crisis catalana. Si bien, su papel en toda la «operación distensión» ha ido diluyéndose en la medida en que la vicepresidenta, Carmen Calvo, asumía más protagonismo. Antes de saborear las mieles del Gobierno, Batet ha tenido que remar contra algunas circunstancias. La primera de ellas, un desahucio, cuando vivía con su madre. Después, gracias a becas, se licenció en Derecho en la Universidad Pompeu Fabra en 1995. En paralelo, trabajaba como camarera en distintos locales. Al terminar sus estudios universitarios, tuvo un breve paso por la docencia para, poco después, abrazar el PSC –partido al que, sin embargo, no se afilia hasta 2008–, donde trabajó con Narcis Serra. En 2004 se integró en la lista de José Montilla para las elecciones al Congreso. Desde entonces, ha permanecido allí como diputada.

Cayetana Alvárez de Toledo (PP): una marquesa de verbo duro para reflotar al partido

«Hace poco menos de un mes era feliz, era una periodista exitosa en mi campo». Así se presenta Cayetana Álvarez de Toledo a las puertas de su primera campaña electoral como candidata del PP por Barcelona. Plaza complicada, quizás la peor donde bailar con un partido en dificultades ante el «procés» y la herencia de Mariano Rajoy en Cataluña. Perteneciente a la aristocracia, décimotercera marquesa de Casa Fuerte desde 2013, de verbo duro y formas elegantes, Álvarez de Toledo presume de una educación a la altura de su estatus: graduada en Oxford, se doctoró con una tesis sobre el obispo Juan de Palafox dirigida por el hispanista John H. Elliott. Entró en el PP de la mano de Ángel Acebes como jefa de su gabinete para reforzar el ala más dura del partido y fue diputada en el Congreso hasta que en 2015 dejó la política activa para centrarse en su faceta de periodista. Muy crítica con el Ejecutivo de Rajoy –destacó su «incapacidad para erigirse en el principal garante de la libertad, la igualdad y la ley»–, confesó haber votado a Ciudadanos y fue directora internacional de la Fundación Faes. Ahora ha vuelto al PP de Pablo Casado con un discurso claro a favor de aplicar el 155 para hacer frente al «urgente rescate democrático de Cataluña». Reflotar al partido y frenar la fuga de electores a Vox es su otra misión.

Inés Arrimadas (C’s): el azote del separatismo deja el Parlament

Inés Arrimadas ha sido la cabeza visible de Ciutadans en Cataluña en los últimos años, después de que el creador del partido, Albert Rivera, empezara a liderar la formación a nivel estatal. Arrimadas nació hace 37 años en Jerez de la Frontera, aunque lleva más de una década en Barcelona, desde cuando empezó a ejercer de consultora en una empresa. Estudió Derecho y Administración y Dirección de Empresas, es militante de Ciudadanos desde 2011. A partir del año siguiente, ejerció en varias funciones dentro de la formación, y en 2015 ya fue designada portavoz del partido en el Parlament, y poco más tarde, candidata a la presidencia de la Generalitat. Casada desde julio de 2016, ha demostrado ser uno de los azotes del independentismo en su papel de jefa de la oposición en el Parlament desde que ganó en escaños las últimas elecciones, las de 2017. En parte, ha sido gracias a su habilidad dialéctica, y también por un discurso no excesivamente beligerante con la cultura catalana, en la que siempre ha estado muy interesada. De hecho, siempre se ha mostrado partidaria de hablar el idioma. Ahora su reto es saltar a la política española, y cuenta con una baza importante, como su importante presencia en la campaña electoral de Andalucía, y por ser una figura muy mediática,