Política

Valencia

El Nobel Richard J. Roberts explica su trayectoria en EDEM

El jurado de los Jaime I recorre la Comunitat con el objetivo de visibilizar el mundo de la investigación

El Nobel, en el centro, durante la conferencia
El Nobel, en el centro, durante la conferencialarazon

El premio Nobel de Medicina 1993 Richard J. Roberts aseguró ayer que su trabajo es su «hobby» porque es feliz haciéndolo, y recomendó a los emprendedores que no se obsesionen «por el dinero» y que piensen en tecnologías «que hagan más fácil la vida a la gente».

Richard J. Roberts, que se encuentra en Valencia como jurado de la trigésimo primera edición de los Premios Rey Jaime I, protagonizó en un aula de EDEM Escuela de Empresarios un coloquio con investigadores, emprendedores, profesores y estudiantes universitarios.

Durante el encuentro, el científico recordó que hay que hacer frente a «corrientes acientíficas que han arraigado mucho en Europa, como las contrarias a las vacunas y a los transgénicos».

«La vacunación es el mejor método, y más barato, para evitar las enfermedades. Las campañas antivacunación, muy presentes en canales como Facebook, son realmente estúpidas», resaltó.

Roberts también explicó cómo ha combinado su faceta investigadora y empresarial a lo largo de su trayectoria profesional. El premio Nobel recalcó cómo se inició a comienzos de los años 70 en la investigación de las enzimas de restricción, claves para abrir las puertas de la genómica moderna y la biología molecular.

«Utilizad la imaginación, hay miles de oportunidades y de ideas por sacar», invitó a los presentes.

Richard J. Roberts obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1993, compartido con Phillip A.Sharp, por su trabajo sobre los intrones, fragmentos de ADN que no tienen nada que ver con la información genética.

Premios Nobel por doquier

Roberts no fue el único que intervino ayer en actos académicos en la Comunitat. Los 19 premios Nobel que conforman el jurado de los Jaime I dedicaron la jornada a visitar universidades de Castellón, Valencia y Alicante, centros educativos, instituciones científicas y una central hidroeléctrica.

En rueda de prensa, los Nobel Edmund Phelps (Economía 2006), Barry Barish (Física 2017) y Michael Levitt (Química 2013) apelaron a la necesidad de reducir la cantidad de CO2 que hay en la atmósfera para frenar el cambio climático.

También Levitt aseguró que «se ha descuidado e ignorado» en la ciencia a los jóvenes, cuando, a su juicio, «los avances en la ciencia no van a venir de personas mayores, con un Nobel, sino de jóvenes de quienes nunca hemos oído hablar».

Según el Nobel de Química de 2013, desde la Segunda Guerra Mundial ha habido un «envejecimiento de la población científica» porque la «generación del baby boom» sigue liderando la ciencia.

Por su parte, Phelps hizo énfasis en que la guerra comercial entre Estados Unidos y China tendrá un efecto de contracción en esas economías que arrastrará a la economía mundial, si bien puede tener consecuencias positivas para Europa en el sentido de poder cubrir los espacios comerciales que deje ese conflicto.

El Nobel de Economía propuso aplicar un impuesto «moderado» sobre los robots con el fin de ralentizar pero no detener la introducción de la inteligencia artificial en la economía.

En el Ateneo de Valencia, Edward Rubin, miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), entidad que ganó el Nobel de la Paz en 2007, recalcó que el «sistema energético y los vehículos» son los primeros factores a mejorar en la lucha contra el cambio climático. También advirtió de que en Valencia habrá «más problemas con la falta de agua y la erosión de la costa, que pueden afectar a la agricultura o la industria del turismo».

En la Universidad de Alicante, el Nobel de Economía 2007, Eric Maskin, anunció que la progresiva implantación de tecnología robótica en las empresas deberá conducir a un «rediseño de los programas educativos».