Barcelona

«Boom» turístico: Mujer española de 36 años, el perfil Airbnb

Se quedan de media 3,7 días en la capital y gastan unos 139 euros diarios en los comercios.

Un 51% de los huéspedes de pisos turísticos son mujeres. Pasan menos de cuatro días de media en Madrid. Foto: Cristina Bejarano
Un 51% de los huéspedes de pisos turísticos son mujeres. Pasan menos de cuatro días de media en Madrid. Foto: Cristina Bejaranolarazon

Se quedan de media 3,7 días en la capital y gastan unos 139 euros diarios en los comercios.

El verano comenzó de manera oficial este viernes 21 de junio, pero, en realidad, la estación comenzó mucho antes en la capital. Citas de interés mundial como la última final de la Champions League constituyeron un aperitivo de lo que está por venir en Madrid, un destino turístico en alza que no deja de crecer año tras año: 9,8 millones de visitantes en los últimos doce meses, según el INE, lo que supone un aumento del 4% y el mayor registro en toda la serie histórica. Uno de los factores que explican este incremento se encuentra sin duda en el «boom» de los pisos turísticos. Un fenómeno que ahora mismo vive en Madrid una situación de inestabilidad en lo que concierne a su regulación: ¿permanecerá la ordenanza vigente impuesta por Manuela Carmena que prácticamente ilegaliza el 95% de estas viviendas o el actual Ayuntamiento de Martínez-Almeida levantará la mano al respecto?

En todo caso, los datos facilitados a LA RAZÓN por parte de Airbnb sirven para hacerse un retrato-robot del tipo de turista que recibimos –y recibiremos– en la capital. En lo que se refiere al género está muy repartido, pero a la hora de escoger un piso turístico como opción vacacional son las mujeres las que van por delante: un 51% de los casos. La edad media de los/as visitantes se sitúa en torno a los 36 años. Y en cuanto a la nacionalidad, la principal es la española: tres de cada diez huéspedes, seguida de EE UU (15%), Francia (9%), Reino Unido (6%), Italia (4%) y Argentina (3%).

Sus estancias son reducidas: apenas 3,7 días pasan de media en la capital. Y su principal motivación a la hora de costearse un piso turístico es que quieren disfrutar de la ciudad «como un habitante más», por encima del ahorro económico que les puede suponer. En total, más de 1,6 millones de huéspedes se alojaron en Madrid gracias a la plataforma, casi el doble respecto a 2016, lo que da una idea de que se trata de una modalidad vacacional que crece a un ritmo imparable. Ahora bien, si comparamos esa cifra con la del total de visitantes que recibe nuestra ciudad, la principal conclusión es que estos pisos constituyen en torno a un 16% del turismo.

¿Suponen un beneficio económico todas estas visitas para la ciudad de Madrid? Según Airbnb, sí. Además de abonar su alquiler, el huésped medio gasta 139 euros diarios. Casi la mitad de ese dinero –45%– revierte en los barrios donde se alojan.

En líneas generales, la actividad que generaron en toda la ciudad de Madrid durante 2018 está valorada en 780 millones de euros, lo que supone un 75% de incremento respecto a hace dos años. Desglosada, esa cantidad se dividió en 132 millones para los anfitriones que pusieron su piso en alquiler en la plataforma y 648 millones ingresados por los comercios, bares, restaurantes y, en general, el resto de oferta de ocio de la ciudad de Madrid.

Rozando las cinco estrellas

El comportamiento de los huéspedes es uno de los puntos, sino el principal, que ha creado más recelo en algunos sectores de la población en torno a la proliferación de estos pisos. Sobre todo por el ruido, que fue una de las banderas enarboladas por el anterior Ayuntamiento de Ahora Madrid para restringir esta modalidad de alquiler, especialmente en el distrito de Centro. Airbnb señala que la valoración de los anfitriones a sus inquilinos es de 4,8 estrellas sobre cinco. Del mismo modo, los huéspedes califican a los propietarios de los pisos también con un sobresaliente: una media de 4,6 estrellas.

Por contra, también son muchos los madrileños que abandonan nuestra región durante las vacaciones para abrazar esta modalidad de turismo. ¿Cuáles son los destinos de Airbnb preferidos? El doméstico es la primera opción, seguido de Portugal, Italia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.

Así conviven los pisos turísticos en Europa

Muchas ciudades de nuestro entorno han llegado acuerdos con Airbnb para regular el fenómeno y, según la plataforma, favorecer un turismo sostenible. Este es el panorama vigente.

España

Airbnb no cuenta con acuerdos con la Administración para recaudar la tasa turística en aquellas regiones en las que está implantada, como Cataluña y Baleares. Lo que sí han hecho es, desde 2018, compartir su información sobre las transacciones de los anfitriones con la Agencia Tributaria. Además, por el momento ha eliminado más de 5.000 anuncios de operadores comerciales ilegales en Barcelona.

Portugal

Desde 2015, el país se rige por una figura legal llamada Alojamiento Local, que permite compartir casa con un simple registro. Desde 2017, las plataformas están obligadas a incorporar ese número. Airbnb tiene acuerdos con Lisboa y Oporto para cobrar la tasa turística, por lo que ha remitido al Gobierno unos 12 millones.

Italia

Varias regiones cuentan con una tasa turística. Airbnb ha recaudado y remitido en 22 ciudades ese impuesto. En ciudades como Palermo, los ciudadanos pueden elegir, a través de un proyecto comunitario, cómo gastar esos ingresos adicionales que se consiguen a través de Airbnb.

Francia

Cualquier ciudadano puede alquilar sin pedir permiso, siempre que sea su primera residencia. Airbnb está presente en más de 23.000 ciudades y ha remitido más de 24 millones de euros en concepto de tasa turística. París, Niza y Marsella han sido las más visitadas.

Reino Unido

Como ocurre en Madrid, los propietarios pueden alquilar su piso un máximo de 90 días al año. Por ello, la plataforma ha implementado desde 2016 límites automáticos para impedir que ningún anfitrión se pase del plazo.

Países Bajos y Dinamarca

En Amsterdam, el máximo de alquiler es de 30 días al año, a no ser que el particular cuente con una licencia de hotel o de «bed and breakfast». En 2014, la plataforma selló un acuerdo con la ciudad de los canales: un sistema automático evita que se alquile un piso por más de un mes. En Dinamarca, se puede compartir la vivienda entre 70 y 100 noches al año, si bien no hay límites a la hora de habitaciones y casas de verano. El Gobierno danés ofrece incentivos fiscales a los que se anuncien en plataformas como Airbnb.

Alemania

Hamburgo permite alquilar cuando se trate de una primera residencia y los propietarios estén de vacaciones. Para ello, deben poseer un número de registro. Según informa Airbnb, su plataforma es la única que coopera con la ciudad en este sistema de registro.