PSOE

El PSOE votará a Carmena bajo la sombra de un «tamayazo»

Un sector de los socialistas madrileños reclama que los ediles de Carmona hagan público su voto en el Pleno de investidura ante el miedo de una abstención fatal

Camona el pasado 24-M consiguió nueve ediles que son determinantes para la investidura de Carmena
Camona el pasado 24-M consiguió nueve ediles que son determinantes para la investidura de Carmenalarazon

El próximo sábado, el Ayuntamiento de Madrid tendrá una nueva alcaldesa. Bien la popular Esperanza Aguirre, bien la representante de la filial de Podemos (Ahora Madrid) en la capital, Manuela Carmena, recogerá el bastón de mando de la ciudad de manos de la regidora en funciones, Ana Botella. Las cuentas están claras, con 20 ediles electos, la jueza necesita el apoyo del PSOE y, al menos, la abstención de Ciudadanos para acceder a la Alcaldía.

El pacto de la izquierda, que está más o menos claro en las filas socialistas –de puertas para adentro, porque para afuera siguen negando haber llegado a ningún acuerdo con Ahora Madrid–, no deja de levantar ampollas en la formación que representará Antonio Miguel Carmona en el Palacio de Cibeles.

Las alianzas con Podemos y sus marcas blancas arrebatarán el poder al PP, pero son muchos los que creen que pueden salirle muy caras al PSOE. Carmona ya le ha dado un rotundo «no» a Aguirre y a su oferta de formar un Gobierno con el apoyo de PP y Ciudadanos, con la posibilidad incluso de tener la Alcaldía. Sin embargo, son muchos los que están encendiendo las alarmas ante las consecuencias del voto a favor de Carmena y de un gobierno que se plantea expulsar a la Guardia Civil o disolver los antidisturbios. «No se salva Madrid dando un cheque en blanco a Carmena y desentendiéndose de lo que ocurra después», advertía este domingo el ex líder del PSM, Tomás Gómez, en LA RAZÓN.

¿Cumplirán todos los ediles con la disciplina de partido el próximo sábado en Madrid? La sombra de un segundo «tamayazo» se cierne sobre el nuevo grupo municipal socialista. Éste es al menos el temor que distintos militantes han trasladado a sus representantes en los comités locales que se han celebrado en distintas agrupaciones del partido de los distritos de Madrid. Así, informaron fuentes del PSM a LA RAZÓN, en diversas oficinas socialistas se ha solicitado en los últimos días que los ediles del PSOE electos en la capital hagan público su voto antes de introducir la papeleta con el nombre de la candidata a la investidura que hayan decidido apoyar.

No les basta con que los ediles manifiesten ante, por ejemplo, los medios de comunicación, si votarán a favor de la candidata de Ahora Madrid o si han decidido abstenerse, una opción que podría dejar a Carmena en la estacada. Los escépticos quieren que, antes de introducir su voto en la urna, los nueve concejales socialistas muestren su decisión a todos los miembros del Pleno y a los asistentes que acudan a los palcos de Cibeles en el primer día de la nueva legislatura. «Si hay lío –admiten– que nadie pueda decir que hemos sido nosotros», aseguran.

Con la duda sobre la mesa, no quieren dejar ningún margen al error y que, como ocurrió en 2007 en la Asamblea de Madrid, el voto de apenas un edil socialista –el único que necesitaría el PP para superar la pinza de izquierda si Ciudadanos se abstiene– pudiera dejar el Gobierno de la capital en manos de Esperanza Aguirre.

Ramses Pérez Boga, número 3 de Carmona, que no ha militado nunca en el PSOE –ni en ningún otro partido–, es el edil electo que más suspicacias levanta entre los afiliados del PSM puesto que, salvo él y Puri Causapié –número dos y que sí tiene el carné del partido–, el resto de ediles pertenecen a la cantera de los socialistas y son cargos internos de las agrupaciones. Pérez Boga, presidente de los Inspectores de Hacienda, fue el fichaje estrella del candidato socialista al que tenía previsto encargarle las labores de la concejalía de Hacienda de llegar a la Alcaldía. «No es del partido y nadie le conoce, lo que hay en Madrid es un temor enorme a un “tamayazo”en el ayuntamiento», aseguraron las mismas fuentes.

Además de su temor a un posible «error» en la votación del día 13, en los comités locales de los socialistas de la capital también se analizaron los resultados del pasado 24-M. La lectura en la mayoría de ellos, según pudo saber este periódico, ha sido la misma. Piden a Carmona que se aplique lo mismo que él pidió al candidato Miguel Sebastián cuando se estrelló en Madrid con mejores resultados que el profesor de Economía en las municipales de 2007: la dimisión. «¿A quien dejamos, a Ramses que no es ni del partido?», coinciden sin embargo en que, con la salida del «número 1» apenas quedarían candidatos en los escaños del PSOE para realizar una «buena labor de oposición» durante los próximos cuatro años.

La previsión de la gestora, que desde febrero dirige el PSM de la mano de Rafael Simancas, era convocar el congreso regional antes de verano, pero la intención de Ferraz es retrasar la elección del nuevo secretario general para pasado el mes de agosto.

Aquel 10 del junio de 2003

La suerte del flamante líder del PSM, Rafael Simancas, cambió en apenas unas horas el 10 de junio de 2003. Había obtenido un resultado suficiente en las elecciones para recuperar, con el pacto con Izquierda Unida, el Gobierno de la Comunidad de Madrid frente a una Esperanza Aguirre que había perdido la mayoría absoluta lograda por Alberto Ruiz-Gallardón. En la Asamblea de Madrid ya se había constituido la mesa de edad y el socialista Francisco Cabaco repasaba su discurso como nuevo presidente de la cámara regional. Sin embargo, algo fallaba. Faltaban dos diputados del PSOE, fundamentales para cubrir la diferencia con el PP. Tras un nervioso receso y después de comprobar que ni Eduardo Tamayo, ni Teresa Sáenz, estaban ni se conocía su paradero, los diputados votaron y fue la popular Concepción Dancausa, la nueva presidenta de la Asamblea. Sin mayoría para lograr una investidura, se convocaron elecciones en otoño en las venció, esta vez con la mayoría suficiente, Esperanza Aguirre.