Dos Hermanas

Golpe contra los «regalos pirata»

La Policía retira del mercado 41.000 productos peligrosos o falsificados que estaban almacenados en Lavapiés

Entre los productos incautados, un gorro de Mamá Noel con trenzas inflamables
Entre los productos incautados, un gorro de Mamá Noel con trenzas inflamableslarazon

Colonias y cosmética de «marca», bolsos y ropa de firma (falsificada)... Lo vendían todo a precios irrisorios porque se trata de productos falsos y de muy baja calidad, pero las ganancias no eran nada desdeñables ya que el valor total de la mercancía podría alcanzar un precio cercano a los 90.000 euros en el mercado, según la Policía Municial de Madrid. Se trata de la «operación Santa Claus» y la «operación Fulltoys 2», desarrolladas por los agentes de la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial y la Unidad Central de Seguridad 1 –respectivamente–, ambas en el marco del dispositivo especial de prevención que la Policía pone en marcha cada Navidad en materia de consumo. El objetivo es retirar del mercado productos peligrosos para el consumidor y aquellos que han sido falsificados, es decir, dañinos para las empresas que los fabrican. Entre las dos, se han logrado retirar de la circulación 41.000 productos. La «operación Santa Claus» ha sido desarrollada en Lavapiés –el barrio por antonomasia de los productos falsificados–, donde los agentes de Judicial, con la colaboración de los vecinos, llegaron a realizar seis intervenciones cautelares de mercancías falsas. Tras obtener el preceptivo permiso judicial, los agentes accedieron a dos viviendas del castizo barrio. Los registros se practicaron en las calles Mesón de Paredes y Dos Hermanas, utilizadas de almacén y donde se encontraba el almacén de los productos incautados. Colonias de todas las marcas, productos de cosmética, ropa de marca deportiva y bolsos de grandes firmas para verderlos en el «top manta» del Metro, de la calle, en mercadillos ambulantes y en algunas tiendas del Centro. En total, fueron más de 11.000 productos, presuntamente falsificados, que iban a vender a minoristas «manteros». En esta operación se detuvieron a dos ciudadanos de origen senegalés por un delito contra la propiedad industrial.

La intervención se produjo el pasado 18 de diciembre, según detalló ayer Francisco Javier Sáenz, de la Unidad de Investigación y Coordinación Judicial, en una rueda de prensa donde se mostraron los productos incautados. La Policía calcula que el valor en el mercado de estos productos, de origen mayoritariamente chino, podría alcanzan los 90.000 euros. Pero además de retirar del mercado los productos que atentan contra la propiedad industrial de grandes empresas y dañan su imagen de marca de forma casi irreparable, los agentes también se han incautado de numerosos juguetes o artículos de broma y de adorno que no cumplen los mínimos de seguridad o no están homologados. Es la «operación Full Toys» y acaba de concluir la segunda fase. Se ha realizado de forma conjunta con el Ministerio de Sanidad, en el marco de la Red de Alerta, y se ha saldado con la incautación de casi 18.000 productos (sólo en la segunda fase) en 17 locales del centro de la capital «con una alta probabilidad de producir daños, especialmente a los menores, por asfixia o quemaduras», según la Policía. Entre las dos fases, se han incautado de más de 30.000 productos desde primeros de mes.

No se han producido detenciones, pero sí cuatro imputaciones por falsedad y estafa al incluir en algunos de ellos la marca CE (que acredita que ha pasado los filtros de la Comunidad Europea), lo que podría inducir a error al consumidor, según explicó ayer el sargento de la Unidad Central de Seguridad 1, Rodríguez. El material incautado se vendía en puestos ambulantes por precios que rondaban los 4 o 5 euros, según detalló a Ep el agente, cuando los compraban en tiendas de Lavapiés regentadas por ciudadanos oriundos de China o Bangladesh por menos de un euro. Eran juguetes, adornos navideños, disfraces (como un gorro de Mamá Noel con las trenzas inflamables) y hasta material pirotécnico sin homologar. La Policía no ha podido concretar la ganancia que se habría obtenido, pero el beneficio podría ser «de entre el 200 y el 400 por ciento».

El delegado del Seguridad, Enrique Núñez, recordó que el Cuerpo acabará el año con 10.318 intervenciones en la vía pública y 55 entradas en domicilio «para proteger al consumidor y en defensa de la propiedad intelectual».

El súper de los objetos ilegales

Es el «Mercamadrid» de la piratería.

El barrio de Lavapiés, el más emblemático de la multiculturalidad madrileña (conviven más de 80 nacionalidades distintas), es conocido por concentrar un alto índice de «ilegalidades», pese a estar en pleno centro de la capital. Abundan los pisos patera dedicados a talleres ilegales de costura, «asesorías» para inmigrantes donde conseguían papeles a los irregulares y, sobre todos, almacenaban CD y DVD piratas. El barrio suele estar lleno de subsaharianos cargados de bolsas enormes que se abastacen de esta mercancía en los pisos de la zona, el «Mercamadrid» de la piratería. Pero no sólo se atenta contra la propiedad intelectual, sino también contra la industrial, como en esta ocasión. Bolsos de «marca», camisetas de equipos de fútbol, gafas de sol de firma italiana y polos falsificados... La gran parte de estos productos, importados desde China en su gran mayoría, tienen su almacén en los pisos del castizo y céntrico barrio.

Compras responsables para evitar sustos

- Atención a las etiquetas de los productos. Fíjese que, al menos, estén redactadas en castellano. Compruebe siempre la fecha de caducidad en los alimentos y que lleven la certificación CE.

- Rechace los juguetes que no tengan instrucciones de uso y advertencias de seguridad en castellano. Compruebe que son adecuados para la edad y las características del niño.

- Ojo con internet. Busque indicadores que muestren la seguridad de la web, como el icono del candado en la barra de direcciones. La dirección tiene que empezar por https:// con la «s» de seguridad.

- Recuerde que puede exigir lo que se anuncia, es decir, que la publicidad es vinculante, y que su garantía está en el tique. Conserve la factura por si necesita hacer cualquier reclamación.