Política

Contaminación ambiental

Los semáforos de la A-5 extienden la contaminación hasta la Casa de Campo

El pulmón verde de la capital registró picos de hasta 104 microgramos de NO2 pese a que estaba activado el protocolo antipolución.

Los nuevos dispositivos están provocando grandes retenciones, sobre todo en hora punta. Foto: ANUSKA SANDRONI
Los nuevos dispositivos están provocando grandes retenciones, sobre todo en hora punta. Foto: ANUSKA SANDRONIlarazon

El pulmón verde de la capital registró picos de hasta 104 microgramos de NO2 pese a que estaba activado el protocolo antipolución.

Los augurios climáticos sobre los controvertidos semáforos de la A-5 se están cumpliendo apenas dos días después de su puesta en marcha. Así lo confirman los datos diarios y horarios facilitados por el Ayuntamiento en su web de calidad del aire. Las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), principal enemigo a batir de un Consistorio que ha hecho de la lucha contra la contaminación su bandera –con Madrid Central como máximo exponente–, han aumentado durante estos dos días en aquellas zonas cercanas al Paseo de Extremadura, según señalan las estaciones de medición. Incluso en zonas verdes donde el tránsito de vehículos es menor. Un dato que contrasta además con la declaración del protocolo anticontaminación, que tampoco parece estar arrojando resultados satisfactorios. Hay que recordar que fue el propio Ayuntamiento quien estimó, el pasado año, que los atascos aumentarían un 350% en la zona con la instalación de semáforos.

Una de las estimaciones barajadas tras la polémica decisión de Manuela Carmena era que los atascos en la Casa de Campo, principal pulmón verde de la capital, podían aumentar. Así está ocurriendo. El pasado martes, primer día en que los dispositivos del Paseo de Extremadura comenzaron a funcionar, la concentración de NO2 en la zona fue de 43, 41 y 43 µg/m3 (microgramos por metro cúbico) a las 7:00, 8:00 y 9:00 de la mañana, consideradas horas punta. Ayer, la horquilla osciló entre 28 y 39 43 µg/m3.. Apenas una semana antes, el día 20, y a esas mismas horas, las emisiones de NO2 fueron de 31,36 y 35 µg/m3. Del mismo modo, los picos también fueron superiores. Este martes se registraron 104 µg/m3 a las 21:00 y 22:00 horas. Hace una semana, las concentraciones máximas fueron tan sólo de 88 y 78 µg/m3.

El medidor de Farolillo también revela el incremento de dióxido de nitrógeno en los alrededores del Paseo de Extremadura. De contar con concentraciones de entre 40 y 58 µg/m3 en la franja que va de las 07:00 a las 9:00, se ha pasado a una horquilla de entre 50 y 74 –el martes– y de entre 56 y 74 –ayer miércoles–.

Mientras, la estación de El Pardo, una vía de entrada alternativa a Madrid por la A-6, ha visto empeorados sus datos igualmente. Hace una semana, durante las horas punta, se alcanzaron concentraciones de entre 20 y 26 µg/m3 de NO2. Este martes, las emisiones oscilaron entre 22 y 32 microgramos por metro cúbico. Y ayer, segundo día de la puesta en funcionamiento de los semáforos, la cifra estuvo en una horquilla de 29 y 43 µg/m3.

Curiosamente, un rápido vistazo ayer al mapa de contaminación de la capital revelaba, en torno a las 18:00 horas, que eran estas tres estaciones –Casa de Campo, El Pardo y Farolillo– las únicas, junto a Retiro, que no estaban marcadas en color verde –buena calidad del aire–, sino en amarillo –calidad admisible–.

Otra de las estaciones comprometidas es Plaza Elíptica, vía de entrada a Madrid por la M-40, que, en horas punta como las 8:00, registró aumentos de hasta un 20% en la contaminación de NO2 respecto a la semana anterior. De los 79 microgramos por metro cúbico detectados el pasado día 20 se ha pasado a 95 y 96 durante estos últimos dos días. Además, tiene el dudoso honor de haber alcanzado durante el primer día de la nueva A-5 el mayor pico de contaminación de todo Madrid: 294 µg/m3, concretamente a las 22:00 horas. Ni siquiera el primer día del último protocolo anticontaminación, a mediados de enero, llegó a ese punto, quedándose en un máximo de 261 µg/m3.

El temor al posible atasco y a llegar tarde a sus puestos de trabajo disuadió ayer a muchos conductores de coger su coche para evitar verse atrapados en la A-5. Lo constató ayer la Dirección General de Tráfico, que en el contador de vehículos que tiene localizado en el punto kilométrico 7,850 de la A-5 contabilizó 19.000 turismos, frente a los 23.500 que registró en el primer día de funcionamiento entre las 7 y las 12 de la mañana, cuando se registra mayor volumen de coches en sentido entrada a Madrid.

Según la DGT, entre esas horas se llegaron a registrar hasta cinco kilómetros de retenciones y se alargó la hora punta más de lo normal. Muchos conductores optaron por vías alternativas, como la M-40, con la idea de evitarse las retenciones, pero también se encontraron con un tráfico intenso provocado por otros conductores que trataron de evitar la A-5. La circulación se complicó, además, por averías de automovilistas.

La jornada de ayer no fue más que el preludio de lo que ya prevé el Ayuntamiento, que es que los atascos aumenten un 350%, una previsión que parece que empieza a cumplirse después de que ayer hubiera más congestiones pese a que circularan menos coches por la A-5 y de que se prolongara la hora punta. El objetivo de Ahora Madrid es que el millón de ciudadanos que residen en los municipios del suroeste de Madrid y que encuentran en la A-5 la principal conexión con el centro de la capital, acaben optando por el transporte público y dejen el coche en casa. El Ayuntamiento también se ha tomado la molestia de desmantelar el campamento de gitanos rumanos que casualmente acampa junto a uno de los semáforos situado a la altura de la Casa de Campo y el las proximidades de la desviación de Boadilla del Monte y Pozuelo.