Infraestructuras

Madrid Nuevo Norte se deja para septiembre

La promotora espera que se empiecen a construir las primeras viviendas en 2020-2021.

Así quedaría la zona de Chamartín, según los esbozos que acompañan a la documentación del proyecto
Así quedaría la zona de Chamartín, según los esbozos que acompañan a la documentación del proyectolarazon

La promotora espera que se empiecen a construir las primeras viviendas en 2020-2021.

Es la asignatura pendiente no ya de este Ayuntamiento, sino de todos los Consistorios que han pasado por Cibeles durante los últimos 25 años. José Luis Martínez-Almeida ya ha fijado fecha para llevar la antigua Operación Chamartín, ahora rebautizada como Madrid Nuevo Norte, al Pleno del próximo mes de septiembre. Si los tiempos políticos no fallan, de ahí saldrá su «aprobación definitiva».

Así lo aseguró el alcalde en declaraciones ayer a «Espejo Público», de Antena 3, donde reconoció las «complicaciones» que conllevaba dar luz verde al proyecto en el Pleno de julio. Un plan que no será otro que el ya consensuado entre el Ayuntamiento, el Ministerio de Industria y el promotor, Distrito Castellana Norte (DCN): una edificabilidad total de 2,6 millones de metros cuadrados, estando destinado un millón a viviendas, que sumarán un total de 10.510; un distrito de negocios con 1,2 millones de m2 de oficinas; la reforma y modernización de la estación de Chamartín; la construcción del Parque lineal Corredor verde sur-norte... a las que hay que sumar otras actuaciones, como la peatonalización del casco histórico de Fuencarral o la zona verde de la calle Bambú.

Martínez-Almeida también recordó que ya se cuenta con el visto bueno preliminar de la Comunidad de Madrid, que presentó al anterior equipo de Gobierno su informe de impacto medioambiental poco antes de que se celebraran las pasadas elecciones del 26-M.

Antonio Béjar, presidente de DCN, promotora que conforman el BBVA y la Constructora San José, espera que las primeras viviendas se puedan empezar a construir entre 2020-2021. Algo que, a su juicio, debe salir adelante con «seguridad jurídica» y el «máximo consenso», según dijo durante los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). No en vano, para su tramitación hubo que recoger alrededor de 3.500 alegaciones, lo que retrasó un proyecto que debía haberse aprobado en Pleno a principios de este año. En opinión de Béjar, no estamos «ante un proyecto inmobiliario», sino que se trata de un «proyecto de Estado» que afianzará a Madrid como «una de las ciudades más avanzadas del mundo». Prueba de ello, afirmó, es el hecho de que distintas Administraciones de distintas sensibilidades ideológicas se hayan puesto de acuerdo para llevarlo a cabo.