Morata de Tajuña regresa a la Guerra Civil para recrear la batalla del Jarama

Durante el mes de febrero de 1937 las tropas sublevadas intentaron cortar los suministros que llegaban a Madrid a través de la carretera de Valencia y de esta forma completar el cerco a la capital.

Un año más, en Morata de Tajuña se congregaron cientos de personas para escuchar el ruido de los disparos y los escarceos del bando nacional, en busca de una vía para cercar Madrid y tratar de asaltar la capital, controlada por los republicanos. Trajes de la época, armas históricas y un grupo de recreadores que se arrastran por las colinas para tratar de acabar con el enemigo. Un acontecimiento que ya se va convirtiendo en tradición en Morata de Tajuña, donde cada año, desde 2011, se recrea la primera gran batalla moderna de la historia.

Durante el mes de febrero de 1937 las tropas sublevadas intentaron cortar los suministros que llegaban a Madrid a través de la carretera de Valencia y de esta forma completar el cerco a la capital. En la recreación participan distintas asociaciones de recreación histórica, con participantes de toda la geografía española e incluso de Europa, destacando un nutrido grupo venido desde Polonia (GRH Guerra Civil Española). En esta ocasión, el tiempo ha acompañado y la afluencia de público ha sido superior a la de otros años.

En la batalla del Jarama participaron fuerzas de infantería, caballería, fuerza acorazadas y que tuvo la intervención de la fuerza aérea rusa e italiana y se desarrolló entre el 5 y el 25 de febrero. El bando nacional pretendía avanzar posiciones y cortar la carretera que une Madrid con Valencia para aislar la capital. Después de tres semanas de duros enfrentamientos, que se desarrollaron en Rivas-Vaciamadrid, Morata de Tajuña, San Martín de la Vega y Ciempozuelos el bando nacional logró adelantar el frente de batalla unos 20 kilómetros, aunque desde el punto de vista estratégico el conflicto terminó en tablas.