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"Necesitamos más líneas en el este"

Una joven explica porqué le resulta imposible realizar actividades de ocio en Madrid.

Foto: Jesús G. Feria
Foto: Jesús G. Ferialarazon

Una joven explica porqué le resulta imposible realizar actividades de ocio en Madrid.

Marta, de 21 años, se vale todos los días de la línea de autobús interurbana 229 para poder ir de su casa, en Alcalá de Henares, a su trabajo, situado en Avenida de América. Sin embargo, los fines de semana, días en los que también trabaja, debe recurrir a la línea 223. «Los sábados salgo de trabajar sobre las 20:30 horas, y como los fines de semana la línea 229 no circula, debo usar la 223 que además pasa los sábados sobre las 22:00, con lo que debo esperar una hora más». Además, señala que esa opción le deja «muy lejos de mi casa». La joven afirma sentirse hastiada de esta situación y de que no se tomen medidas desde el Ayuntamiento para aumentar la frecuencia de paso en las líneas interurbanas que conectan con los municipios del este de Madrid. Hace hincapié en que los distritos que no pertenecen a Madrid Central también merecen estar bien conectados y requieren de la misma atención que el centro. De hecho, critica la gestión del Gobierno municipal de su localidad, Alcalá de Henares, porque desde hace varios meses la basura no deja de acumularse. «Pedimos una mejor limpieza de las calles de la localidad».

Asimismo, explica que los fines de semana le resulta imposible salir de fiesta por Madrid puesto que de madrugada no tiene metro ni tampoco autobuses. «Necesitamos más líneas interurbanas que conecten con Madrid o que se aumenten las horas en los autobuses que ya existen», denuncia. Y es que, señala Marta, ya no es sólo una cuestión de poder salir para realizar actividades de ocio, sino que «si quiero ir a estudiar a la biblioteca o quedar para un trabajo de clase por el centro, porque mis amigas viven allí y acabo tarde, al final tardo más de una hora entre que espero a que pase el bus y entre que llega a mi casa».

En otro orden de cosas, la joven insiste también en la necesidad de unas medidas más restrictivas respecto al ruido de los locales nocturnos en Madrid. «Las noches que salgo, debo dormir en casa de una amiga que vive en el centro ya que no puedo volver a casa y la música se escucha perfectamente hasta las 6:00 horas y nos resulta imposible dormir».