Valladolid

Tres peticiones para el Santo

Los resultados de los sondeos tiñeron los actos y festejos de un color muy político: Ciudadanos se mostró satisfecho y ganador, Ahora Madrid no quiso hablar de votos y el PP se ve gobernando, aunque con apoyos.

Tres peticiones para el Santo
Tres peticiones para el Santolarazon

Los resultados de los sondeos tiñeron los actos y festejos de un color muy político: Ciudadanos se mostró satisfecho y ganador, Ahora Madrid no quiso hablar de votos y el PP se ve gobernando, aunque con apoyos.

La tradicional entrega de las Medallas de Oro de Madrid tuvo lugar ayer en un acto tempranero acompañado de un buen desayuno castizo: porras, churros, picatostes, rosquillas del santo –tontas, listas y de nuevas variedades–, chocolate, café y zumo de naranja. Café amargo para unos, cortado para otros y largo en función de las expectativas que arrojaban las encuestas recién salidas del horno demoscópico. No en vano, un concejal del Partido Popular se lamentaba: «Vaya moda ésta de sacar encuestas en fechas señaladas: el pasado 2 de mayo, sobre resultados en las próximas elecciones a la Comunidad; y este 15 de mayo, sobre lo que podría pasar en 2019 en el Ayuntamiento. Son ganas de darle a uno el día de fiesta». Claro que, todo según se mire, porque hubo otros que festejaron visiblemente los resultados que les eran favorables.

Y ese sería el tema de conversación en todos los corrillos de café con churros: los sondeos que dan un casi triple empare y otros que dan como ganador a Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid y, con el apoyo del PP, como alcaldesa a Begoña Villacís, que respondía al respecto: «Las encuestas son encuestas, hay que ser prudentes y humildes» –si bien después reconocería que «sueña y trabaja» por ser la regidora de la capital–. Por su parte, el futuro presidente electo de la Comunidad, Ángel Garrido, también presente en el acto, aseguró que esas encuestas son el reflejo de «un momento especialmente difícil para el PP de Madrid». Algo menos crudo se mostraría horas después el portavoz de los populares en el consistorio, José Luis Martínez-Almeida, que quiso restar importancia a las famosas encuestas, no sin antes subirse al carro de los de naranja: «Estoy convencido de que el PP va a ser la lista ganadora en las próximas elecciones y esa es la única hipótesis que manejamos. En esas encuestas el centro-derecha está consolidado en la ciudad de Madrid». No obstante y pese a reconocer el éxito de Cs, Almeida no dejó pasar la ocasión de dejar claro cuál sería el papel de Villacís de cumplirse los resultados augurados: «Cuando llegue el momento, haremos todos los esfuerzos posibles por entendernos, y si para eso es necesario que Begoña Villacís vote la candidatura del PP a la Alcaldía de Madrid, estoy seguro de que ella lo aceptará en un ejercicio de responsabilidad», sugirió.

En el otro lado de la moneda, la alcaldesa, Manuela Carmena, contestó de esta manera a la posibilidad de que Ahora Madrid pierda el gobierno municipal: «La democracia es así». Más tarde, en la pradera, la jefa del Gobierno municipal intentaría distraer el foco de atención sobre el tema recordando que «las encuestas son lo que son» y que en lo que tiene que centrarse ahora es en gobernar: «A mí no me gusta hablar de elecciones ni de proyectos de futuro; parece que las personas que tenemos una dedicación política estamos todo el día escudriñando por dónde van los votos...¡hay que olvidarse de los votos!, ¡hay que hacerlo bien! Y al final, ya dirán los ciudadanos lo que piensan de nuestra gestión». Mientras, los socialistas, desaparecidos en su mayoría, hicieron uso del mismo discurso al minusvalorar los resultados de los sondeos de intención de voto; en un repunte de dignidad, la portavoz del partido en el Ayuntamiento, Purificación Causapié, recordó que hay partidos que ganan las encuestas y otros que ganan elecciones.

Luego, división de opiniones entre los políticos asistentes: portavoces de la Asamblea y del Ayuntamiento, diputados y concejales. En tono discreto, sin emitir opinión, estuvo Álvarez del Manzano, el único ex alcalde que asistió a esta entrega de medallas.

Aún entre sorbo y sorbo de café, a vueltas con las encuestas, le pregunto a Carmena: «Y a partir de ahora, ¿qué?, alcaldesa». Ella me dio una respuesta evasiva: «Me voy a poner el mantón y me marcho a la pradera de San Isidro». También fueron a cambiar sus ternos de acto institucional por vestidos de chulapona y de chulapo, Begoña Villacís e Ignacio Aguado, respectivamente, camino de la goyesca pradera.

Medallero femenino

Por si no lo había dejado suficientemente claro en días anteriores, Manuela Carmena lo volvió a repetir ayer: «Este año hemos querido que fueran sólo mujeres las que recibieran la Medalla de Oro de Madrid, y lo hacemos por compensación». Le faltó decir también que con premeditación, porque el desequilibrio histórico en estas concesiones es notorio: un 90% de los galardonados fueron varones y sólo un 10% mujeres. Y ayer, en el pabellón de los Jardines de Cecilio Rodríguez del Retiro –marco nada solemne para este tipo de eventos–, se entregaron las cuatro medallas de este año a la actriz Concha Velasco, a la ingeniera e investigadora de CSIC Elena García Armada, al equipo absoluto femenino de hockey hierba del Club de Campo Villa de Madrid y a Beti García Rodrigo, activista por los derechos del colectivo LGTBI. Y para completar el cuadro femenino en este acto, la presentadora y mantenedora fue la portavoz del gobierno municipal, Rita Maestre, que compareció calzando zapatillas y con clavel rojo reventón en el pelo.

Rita Maestre comenzó la presentación del acto destacando el protagonismo que este año han querido dar a las mujeres, incluso en el cartel de las fiestas, donde están presentes ellas, de todas las edades. La primera en recibir su Medalla de Oro fue Concha Velasco, quien destacó que se siente madrileña a pesar de haber nacido en Valladolid: «Mi trabajo está aquí, y también mi familia, y en Madrid voy a terminar mis días». Elena Garcia Armada dijo de Madrid ser «una ciudad ejemplo de tolerancia, respeto e integración». Y Boti García afirmó que de Madrid le gusta todo, «incluso sus defectos», porque es la ciudad más inclusiva, donde hasta el oso de su escudo es realmente una osa... Premia la diversidad sexual y sus calles están teñidas de arco iris».