Madrid

La donación de leche materna, ahora más accesible

Los hospitales Severo Ochoa y La Paz han sido acreditados como centros de recolección

El Hospital 12 de Octubre cuenta con una media anual de 250 donantes activas
El Hospital 12 de Octubre cuenta con una media anual de 250 donantes activaslarazon

La cadena de altruismo se amplía, porque Madrid cuenta ya con dos centros satélites para la recolección de leche materna donada: el Hospital Universitario Severo Ochoa y el Hospital Universitario La Paz, acreditados para tal fin el 29 de julio y el 3 de agosto respectivamente. Anteriormente, funcionaban tan sólo como receptores de las reservas que provenían del Banco Regional de Leche Materna de la Comunidad de Madrid, en el Hospital Universitario 12 de Octubre, ahora las madres pueden acudir a estos dos centros a entregar sus donaciones.

«Era lo que estábamos esperando», afirma Laura, una donante que, como muchas otras, sólo encontraba un inconveniente en el proceso de donación, y es que la leche debía entregarse en el Hospital Universitario 12 de Octubre. Esto, dada la localización del centro, suponía un esfuerzo añadido para buena parte de las donantes: «A algunas madres incluso les teníamos que dar nosotros el abono de transportes», asegura el doctor Gerardo Bustos Lozano, Responsable de Calidad del Banco de Leche del Servicio de Neonatología del12 de Octubre.

Los bancos de leche han existido siempre –de hecho, el acto de donarla es histórico–, pero, en los años 80, la conciencia del riesgo de contagio de un virus desconocido hasta entonces provocó su total desaparición: era el temido VIH. Así, aunque los primeros intentos por arrancar un banco de leche en Madrid se dieron ya en 2003, no fue hasta diciembre de 2007 cuando el Hospital 12 de Octubre puso en marcha una sección para la recolecta de leche materna con la que abastecer a los bebés ingresados en el centro. «Empezamos sin un sistema de gestión informatizado, todo en papel, pero con los procedimientos muy rigurosos», reconoce el doctor. Desde ese momento no dejaron de sucederse los logros y en 2009 el banco de leche consiguió certificarse con la Norma ISO 9001, garantía internacional del sistema de gestión de la calidad con el que cuenta el centro. Así, del suministro propio se pasó a la distribución de leche a otros hospitales madrileños, lo que hizo que el el Servicio de Neonatología del 12 de Octubre pusiera su mirada en un nuevo objetivo: la regionalización del banco de leche. Con la aprobación del proyecto de la Comunidad de Madrid y gracias a la donación económica de un particular desde la Fundación Aldina –que atiende cada año a más de 1.500 niños enfermos–, la aspiración se hizo realidad: nacía el Banco Regional de Leche Materna Aladina-MGU.

Llegados a este punto, el siguiente paso no podía ser otro que el que llevaban reclamando las donantes desde hace años: el tejido de una red de recolección de leche a lo largo y ancho de la Comunidad. Y en eso estamos. El Severo Ochoa y La Paz han sido los primeros en recibir la formación y acreditación pertinentes, pero pronto podrían sumarse el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, el Hospital Universitario Príncipe de Asturias y el Hospital Clínico San Carlos. Y en un futuro, podrían también convertirse en centros satélites de aceptación de donantes, una tarea mucho más delicada, pues, como advierte el doctor Bustos, «esta leche va para niños muy muy delicados» –prematuros o intervenidos quirúrgicamente–, con lo que se persigue la máxima calidad posible: «Tienen que ser mujeres que cumplan unos requisitos de estilo de vida». Y añade que –más allá de las que parecen lógicas– «hay un montón de causas de exclusión, como por ejemplo, los ‘piercings’».

Pero, ¿qué hay detrás de todo este sistema de donación? Generosidad, sólo eso, y tanto como eso. Mujeres con la fortaleza suficiente como para dar lo único que les queda como madres tras perder a sus hijos en el parto; mujeres que se sienten en deuda después de ver como su bebé de menos de un kilo y medio ha sobrevivido alimentado con la leche de una donante; incluso, mujeres con la entrega suficiente como para estimularse para conseguir amantar a su hijo adoptado y que, con ello, desarman la primera norma para donar, que es ser madre natural. En la otra cara de la moneda, madres y padres eternamente agradecidos y bebés sanos con todo la vida por delante gracias al gesto desinteresado de todas ellas.