Facturación

Casi la mitad de los autónomos aún desconoce el nuevo sistema de facturación electrónica obligatoria

No adaptarse al sistema puede acarrear sanciones de hasta 150.000 euros por ejercicio fiscal

La factura electrónica es cada vez más importante.
Un autónomo haciendo una facturaFreepikFreepik

Hace ya unos meses, a finales de mayo, Hacienda activó VeriFactu, el nuevo sistema de facturación electrónica que pondrá fin a las facturas que pueden modificarse sin dejar rastro. La normativa establece que a partir del 1 de enero de 2026 las sociedades limitadas, anónimas u otras formas societarias que cumplan los requisitos establecidos estarán obligadas a emitir sus facturas a través de software certificado, generando un registro único, inalterable y trazable. Para los trabajadores autónomos, la obligación se extenderá a partir del 1 de julio del mismo año. No adaptarse al sistema puede acarrear sanciones de hasta 150.000 euros por ejercicio fiscal.

Pese a ello, a pocos meses de su entrada en vigor, el nuevo sistema de facturación es desconocido para casi la mitad de los autónomos y pymes españolas. Así lo muestra una encuesta realizada por Legálitas Negocios.

La infraestructura técnica que permite la emisión y validación de facturas en tiempo real ya está plenamente operativa, pero todavía un 25,4% de los encuestados reconoce no haber iniciado aún el proceso de adaptación, confiando en que "aún hay tiempo". Solo un 27,4% de los empresarios afirma conocer el sistema y estar ya implantando VeriFactu, lo que evidencia el "desconocimiento generalizado y la falta de preparación del sector" ante una reforma que transformará el modo en que las empresas y los autónomos emiten y comunican sus facturas a la Agencia Tributaria, señalan.

¿Para quiénes será obligatorio VeriFactu?

La obligación de implementar VeriFactu afectará a todas las empresas y autónomos establecidos en España que estén obligados a emitir facturas, utilicen sistemas informáticos de facturación y cumplan las siguientes condiciones:

  • Que no facturen exclusivamente de forma manual.
  • Que no estén adscritos, de forma obligatoria o voluntaria, a las exigencias del Suministro Inmediato de Información (SII).
  • Que no tengan su domicilio fiscal en la comunidad autónoma del País Vasco o en la Comunidad Foral de Navarra.
  • Que no dispongan de alguna resolución en vigor de no aplicación que les exima de cumplir con VeriFactu.

Sanciones por la no adaptación

Cualquier empresa o profesional que no implemente VeriFactu dentro del plazo establecido podrá enfrentarse a multas de hasta 50.000 euros por ejercicio fiscal, que podrán ascender a 150.000 euros en caso de desarrollar o distribuir programas ilegales. Además, la Agencia Tributaria podría reforzar los controles e inspecciones sobre quienes no se adapten, con el consiguiente riesgo de sanciones y problemas fiscales adicionales.

Además de las sanciones económicas, no adaptarse a tiempo podría provocar rechazos de facturas, retrasos en los cobros y problemas operativos por incompatibilidades de software. También puede afectar a la imagen y la reputación del negocio, especialmente entre quienes trabajan con grandes empresas que ya exigen el cumplimiento de la nueva normativa.