Lotería Navidad
La Lotería de Navidad y el mentalista que "adivinó" el número de 'El Gordo'
Lo cierto es que, 22 años más tarde, mucha gente sigue creyendo que realmente alguien pudo predecir el número de la lotería
La Lotería de Navidad, que se celebra todos los años en España desde 1812, es uno de los sorteos más populares y esperados del año. Más que un evento económico, el Sorteo Extraordinario de Navidad del 22 de diciembre se ha convertido en una tradición cultural profundamente arraigada, que simboliza el inicio de las festividades navideñas.
Su éxito no solo radica en la magnitud de los premios, conocido el primero de ellos como 'El Gordo', sino también en la ilusión colectiva que genera, uniendo a familias, amigos y comunidades en la compra conjunta de décimos.
Sin embargo, este sorteo no está exento de riesgos, especialmente en la era digital. La amplia difusión de información a través de redes sociales y mensajería instantánea facilita la creación y propagación de bulos que van desde falsas predicciones sobre números ganadores hasta estafas relacionadas con premios inexistentes.
En este sentido, si pensamos en las todos los intentos por predecir el número de 'El Gordo' de Navidad, es probable que nos venga a la cabeza el caso del mentalista que "adivinó" exactamente cuál sería el número premiado de la Lotería de Navidad. Sin embargo, fue un bulo. Aquí te contamos cómo se produjo.
Una magia supérflua: el bulo más grande de la historia de la Lotería
José Luis González Panizo, más conocido como 'el mentalista' Anthony Blake, participó durante las Navidades de 2002 en un programa de televisión, presentado por Mar Saura, en el que "adivinó" cuál sería el número premiado con "el Gordo" de la Lotería de Navidad de ese año.
Los hechos, que fueron muy promocionados por la cadena e hizo que ganase mucha popularidad y, por ende, audiencia, ocurrieron cuando solicitaron al mentalista que predijese cuál sería el número de la Lotería de Navidad que resultaría agraciado ese año con el primer premio.
El procedimiento era sencillo: el mentalista anotaba el número en un libro que, posteriormente, se depositaría en una urna de metacrilato transparente que, después, se expondría en un centro comercial con cámaras y personal de vigilancia las 24 horas del día para que estuviese al alcance de todos y la urna no pudiese ser manipulada.
Además, para añadirle más inri, la urna gozaba de tres llaves que abrían el candado. Una de ellas quedó en manos del mentalista, otra en manos de la presentadora del programa y la tercera fue para el encargado de la empresa de vigilancia y seguridad de la urna.
Como bien es sabido, predecir el número completo es algo que requiere de mucha suerte y que, además, es prácticamente imposible. El número agraciado de ese año fue el 08.103 y, la sorpresa de muchos fue que, cuando recogieron la urna y la llevaron al plató donde se grababa el programa, el número escrito por el mentalista coincidía exactamente con el premiado con "el Gordo".
Sin embargo, este hecho no fue así y se convirtió en el mayor bulo de la historia. Bien es cierto que la urna no se manipuló en ningún momento durante su estancia en el centro comercial, tal y como quedó demostrado, pero el problema llegó en el momento en el que se transportó el cuaderno al plató.
Durante ese trayecto, la urna no tuvo ninguna vigilancia y, según parece, se pudo manipular por el camino por un cuaderno con el número premiado escrito por el propio mentalista, haciendo así que el truco y la "magia" resultasen ganadoras, y tanto el programa de televisión como el propio mentalista ganasen fama.
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