Premio Gordo
Niño Becerra, economista: "En 1920, con El Gordo de la Lotería de Navidad, podías comprarte 24 casas y ahora como mucho una"
El experto revela la diferencia del gran premio con el paso de los años y su impacto en la economía de los ganadores
Con la presentación oficial del anuncio de la Lotería de Navidad del año 2025, la organización ha querido dejar claro la importancia de las cosas, de todo aquello que perseguimos con el fin de compartirlo y hallar en la sonrisa de nuestros allegados la verdadera felicidad. Este evento, como cada año, reunirá a miles de familias que ansiarán escuchar los dígitos impresos en su décimo para poder demostrar que, en efecto, lo importante no es ganar sino celebrarlo con los tuyos. Es por eso que la Lotería de Navidad se ha consolidado como una tradición que trasciende el ámbito económico para convertirse en un ritual social y emocional que marca el final del año en España.
El Sorteo Extraordinario tendrá lugar el 22 de diciembre, como es habitual, en el Teatro Real de Madrid. En esta histórica sede, los niños de San Ildefonso serán los encargados de entonar los números premiados, manteniendo una tradición que se remonta a más de dos siglos y que constituye uno de los momentos televisivos más esperados de la temporada navideña. La ceremonia no solo representa la entrega de premios sino también un símbolo de unión, ilusión y participación colectiva, donde millones de ciudadanos esperan, con ansiedad y esperanza, el sonido de los premios que podrían cambiarles la vida.
En los últimos años, la recaudación por ventas de billetes ha superado los tres mil millones de euros, y para este año se espera que se supere nuevamente, con los 198 millones de décimos que se pondrán a disposición del público a un precio de veinte euros cada uno. Sin embargo, aunque el Premio Gordo sigue siendo una cifra importante y capaz de transformar la situación económica de quienes lo obtengan, su valor relativo ha disminuido en comparación con décadas pasadas debido a la inflación y a la evolución del mercado. Aun así, el peso simbólico y emocional del Gordo mantiene intacta su relevancia y convierte la Lotería de Navidad en un fenómeno cultural que va mucho más allá del mero beneficio económico.
La resignificación del Premio Gordo de la Lotería de Navidad
Niño Becerra, economista referencia en el sector y catedrático en estructura económica, analiza el cambio que ha sufrido la cuantía que se percibe por obtener este honorable premio a través de una contextualización histórica del festejo. Esta intervención tuvo lugar el año pasado en el programa La Ventana de la Cadena Ser y es ahora, en vísperas del Sorteo, donde sus palabras vuelven a resonar con fuerza, aunque, al mismo tiempo, denotan cierto espíritu pesimista respecto a la ganancia máxima. "La Lotería de Navidad nace en 1812. En términos constantes, en euros actuales, el Gordo facultaba para comprarse dos casas en Madrid", comienza expresando en relación a la primera cuantía que se percibía.
Sin embargo, las asociaciones encargadas de realizar este evento vio en él la oportunidad de aumentar las dimensiones y es así como, tras un siglo de celebración, el gran premio había crecido paulatinamente. "En 1920, con el Gordo de la Lotería de Navidad podían comprarse 24 casas", indica el experto. Es entonces donde, a través de la enorme cantidad a la que se optaba, se convirtió en una tradición seguida por casi todos los españoles hasta que, con el público ya asegurado, las retribuciones se contuvieron con el paso de las décadas. "A partir de 1950, los premios gordos empezaron a descender; supongo que lo que se quiso es reducir los premios para tener más ganancias", agrega.
El verdadero espíritu del sorteo: compartir
En la actualidad, el famoso Gordo reparte cuatro millones de euros por serie, lo que equivale a 400.000 euros por décimo. Una cantidad que se ha mantenido desde hace años y que debido a factores como la inflación o la consecuente devaluación de la moneda, junto a la retención de Hacienda, que se queda con un gran porcentaje de la ganancia, a penas puedes comprar una vivienda "en algunas zonas", como aseguraba Becerra en el programa. "Hay 50.000 concursos pero la lotería tiene algo especial, tiene alma. Si se vende todo, ¿para qué vas a aumentar los premios?", termina por concluir.