El tren de hidrógeno renovable, el futuro del transporte ferroviario sin emisiones

Desde que en 1848 se realizara el primer viaje en tren en España de Barcelona a Mataró, este medio de transporte se ha convertido en un símbolo de unión, y no solo entre personas, sino también entre las principales urbes y su economía. Y aunque la tecnología que acortó aún más los tiempos entre ellas, el tren de alta velocidad, acaba de cumplir 30 años, el sector prepara un nuevo hito con el desarrollo de trenes que se desplazan gracias al hidrógeno renovable, una alternativa energética que se perfila como una de las más viables para alcanzar la neutralidad climática en 2050.

Ya en 2018, los estados miembros de la Unión Europea, la Comisión Europea, y otros países y organizaciones destacaron el poder del hidrógeno renovable como un medio para la descarbonización de una gran cantidad de sectores de la economía gracias a sus múltiples aplicaciones en la industria y el transporte. La versatilidad del hidrógeno puede proporcionar diversas soluciones para la descarbonización del sector de la movilidad, desde su uso directo mediante la pila de hidrógeno, hasta su utilización para fabricar combustibles sintéticos, por lo que puede dar servicio a cualquier segmento de la movilidad, especialmente en el transporte de largo recorrido. Estas soluciones permiten almacenar mucha energía en poco espacio, lo que garantiza la autonomía de todo tipo de vehículos en los grandes desplazamientos.

Y aunque el objetivo principal para su desarrollo y utilización es reducir emisiones, en el sector del ferrocarril aportará otra importante ventaja. Permitirá aprovechar las líneas no electrificadassin necesidad de instalar catenaria ni de realizar otro tipo de obras de adaptación. Una solución que beneficia especialmente a aquellas regiones conectadas con líneas ferroviarias secundarias que aún no han sido electrificadas, como Extremadura o Teruel. Según los datos del informe anual del sector ferroviario de 2021, un 35,8% de las vías que utilizamos en nuestro país no están electrificadas, alrededor de 5.500 kilómetros.

En el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que presentó el Gobierno de España, en diciembre de 2021, ya se expresaba la necesidad de dotar a la red ferroviaria de un mayor refuerzo eléctricoo, en su defecto, de proporcionar mecánicas de hidrógeno a las actuales máquinas diésel. Y uno de los proyectos más innovadores para dotar a este tipo de red de transporte de una mecánica apropiada para su uso con hidrógeno renovable, es el creado por Talgo en colaboración con Repsol.

El proyecto engloba desde el diseño y creación del tren de hidrógeno renovable, hasta la infraestructura y suministro de la energía. Así, “mientras que Talgo abordará el diseño, fabricación y puesta en marcha de los nuevos trenes autopropulsados de Media Distancia y Cercanías, Repsol aportará su infraestructura de generación de hidrógeno renovable y la logística con la que cuenta la compañía para abastecer a la red ferroviaria”, explica Tomás Malango, director de Hidrógeno de Repsol, a lo que añade: “El suministro de hidrógeno renovable a la primera red de usuarios se realizará desde los principales centros de producción y consumo, como son los valles de hidrógeno, que se encuentran ya ubicados cerca de puertos y centros logísticos”.

Por tanto, la alianza entre las dos compañías proporciona una solución integral para hacer del tren de hidrógeno renovable una realidad. “Talgo comenzará en breve las pruebas del sistema de tracción dual basada en hidrógeno, y tiene previsto una batería de ensayos en vía durante el último semestre del año, cuyo resultado será disponer de un sistema validado para el 2023 y su posterior aplicación en la plataforma Vittal, promoviendo la consecución de uno de los objetivos marcados en la Hoja de Ruta del Hidrógeno, que establece como meta para el año 2030 contar con dos líneas de trenes comerciales propulsados con hidrógeno renovable”, informa Emilio García, director de Innovación de Talgo.

¿Cómo funciona el tren de hidrógeno?

Este tren funciona a través de motores eléctricos que obtienen la energía gracias a pilas de hidrógeno que transforman este combustible, almacenado en tanques, en corriente eléctrica. Además, el exceso de energía producida se acumula en baterías de litio. Por tanto, con este tipo de energía, “se asegura un transporte con cero emisiones a nivel global contribuyendo eficazmente a la reducción de emisiones y la descarbonización del planeta”, revela García.

Aunque todavía quedan varios meses para poder verlo en funcionamiento, el tren de hidrógeno está cada día más cerca de convertirse en una realidad en nuestro país, lo que contribuirá a reducir las emisiones de CO₂ a la atmósfera a la vez que mejorará la movilidad. Asimismo, el uso del hidrógeno renovable en los trenes es solo una de las múltiples aplicaciones de este gas y su implementación en los diferentes sectores supone una oportunidad para una transición hacia un sistema energético español más sostenible.