Balenciaga vuelve a coronarse con Los Simpson como protagonistas de su última pasarela

Todo sucedió durante la pasada Semana de la Moda de París, cuando en la sala donde se celebraba el evento real apareció, antes que los modelos de carne y hueso, una pantalla que aguardaba una sorpresa para los asistentes.

Los dibujos animados amarillos más queridos de la pequeña pantalla dieron el salto a una de las ferias más importantes de la moda gracias al ingenio, como no, de Homer Simpson, quien agobiado por no tener un regalo para su esposa Marge el día de su cumpleaños, compra por internet un exclusivo vestido verde de la firma que había visto en una revista que custodiaba su mujer mientras dormía.

Al día siguiente Marge recibe una caja con el regalo en la puerta de su casa tras un despliegue de película.

Lejos de ser todo de color de rosa, el precio resultó ser más alto de lo que Homer pensaba (19.000 dólares) y, aunque más tarde tendrían que devolverlo fue el mejor regalo que a Marge le habían hecho nunca. Esta se lo puso y a pesar de que tuvo alguna dificultad para salir por la puerta por las dimensiones de las hombreras del vestido, lo disfrutó durante un día mientras el hombre sorteaba todo tipo de obstáculos que se interpusieran en su camino y pudieran estropearlo.

La historia llegó a un emocionado director creativo de la marca Demna Gvasalia, quien se presentó en Spriengfield e invitó a todos sus habitantes a participar como modelos en el desfile de la ciudad de la luz. A Marge le dio la oportunidad de ser estrella por una noche.

Bajo la atenta mirada de expertos en moda entre los que se encontraban la propia Anna Wintour, editora jefa de la edición estadounidense de Vogue y otras celebridades como la musa Kim Kardashian enfundada en un ajustado traje rojo característico de Balenciaga, los personajes de Los Simpson desfilaban a sus anchas.

Patty y Selma, Bart, Lisa y Maggie, el jefe Wiggum, Moe, Smithers o Homer, entre otros, modelan como si lo llevaran haciendo toda la vida y cada uno con su característico estilo propio y piezas icónicas de Balenciaga donde predominaban los guantes o los trajes de una pieza. El acto culmina con la aparición de Marge ataviada con un espectacular vestido dorado que hace corear al público, incluyendo a Wintour a quien se le escapa una lágrima.

Humor, moda y originalidad se concentraron en un desfile que difícilmente se va a olvidar.