Complementos
Audemars Piguet abandera el lujo: sus relojes más exclusivos
Los suizos llevan más de cien años deleitándonos con sus piezas, cada una más única que la anterior y, cómo no, más cara.
En un momento del año 1875, en pleno corazón del Valle de Joux, cuna de la alta relojería suiza, nació Audemars Piguet. Desde entonces, cada pieza que realiza siguiendo el legado de generaciones pasadas, posee la etiqueta de única en el mundo.
La casa Audemars Piguet cuenta con más de cien años de experiencia en el sector de la relojería de alta gama. Para crear sus obras, la firma se basa en el arte y en la artesanía y, esporádicamente invita a diferentes genios del sector a colaborar estrechamente en algunas de sus colecciones.
Su catálogo de relojes es bastante amplio, pero no estaba perfectamente adaptada a todos los tipos de muñecas. Piguet desafió desde el primer momento las normas establecidas, ya que por la época se llevaban los relojes pequeños, y se centró en la elaboración de relojes con grandes esferas de 39mm. Fue toda una revolución en la época que se convirtió en un verdadero icono. Poco a poco incluyó diferentes tamaños y, aunque a día de hoy sigan predominando los anteriores, los pequeños vienen llegan fuerte de nuevo en esta era moderna.
Hace unos meses, los suizos presentaron el nuevo Royal Oak Automático de 34mm, su primer reloj automático que cuenta con estas dimensiones.
Cuatro son las variedades de este reloj que ha lanzado Audemars Piguet. Estas complementan la famosa colección de los Royal Oak Automáticos. Están hechas en acero inoxidable y/o oro rosa de 18 quilates, y todas ellas están dotadas de caja de acero con bisel octogonal, su dial “tapisserie” y su brazalete integrado.
Los dos modelos de acero inoxidable tienen la esfera “grande tapisserie”, seña de identidad de estas colecciones en dos tonos: gris azulado (25.100 €) y plateado (19.800 €). La mayor diferencia entre ambos es que el primero está adornado con un bisel engastado con cuarenta diamantes de talla brillante. Las agujas de oro blanco con revestimiento luminiscente y el cristal y fondo de zafiro con tratamiento antirreflejos son una característica común en las dos versiones.
Otro de los modelos del Royal Oak Automático de 34mm tiene su caja y brazalete en oro rosa de 18 quilates. Este también tiene un bisel engastado con diamantes y el resto de los detalles son similares a los arriba mencionados, como la esfera “grande tapisserie” (48.300 €).
Por último, existe un modelo híbrido de todos los anteriores: con caja de acero inoxidable, bisel de oro rosa de 18 quilates y carente de diamantes (23.300 €).
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