Un crucero en el que quedarse a vivir

La compañía australiana Storylines continúa haciendo historia en el sector del turismo marítimo. Su última joya, el MV Narrative, presentaba unas cifras auténticamente mareantes:ocupa 225 metros de largo, pesa 55.000 toneladas y cuenta con una capacidad para hasta 1.000 pasajeros, además de otros 450 tripulantes. Además, tenía como gran atractivo la existencia de una zona de relax, bautizada como Marina, en la que se podía gozar de la existencia de una piscina, entre otras muchas, con acceso directo al mar.

Ahora, 548 de las 627 suites que componen el espectacular crucero se pueden comprar. Es decir, el sueño de tener una propiedad en alta mar ya no lo es tal para muchos miles de personas en todo el mundo. Estos camarotes oscilan entre los 22 metros cuadrados que ocupan los más básicos, hasta los 60 metros cuadrados, repartidos en dos pisos, que poseen los denominados penthouses.

El precio para vivir, literalmente, en alta mar, va desde uno hasta ocho millones de dólares, dependiendo de cuál es el tamaño de la estancia. Pero este importantísimo desembolso solo da derecho a comprar el apartamento. Para disfrutar de todas las excelencias con las que cuenta el crucero es necesario pagar entre 60.000 y 200.000 dólares por cada año. Solo de esta forma, el afortunado residente en el MV Narrative podrá gozar de las tres piscinas, el helipuerto, los innumerables bares y restaurantes situados en las 18 cubiertas de las que consta la embarcación, además del spa, la biblioteca, la sala de juegos. el teatro y el cine que también posee para hacer del viaje una experiencia inolvidable y de la residencia a tiempo completo un sueño hecho realidad.

Pero es que incluso el crucero estará totalmente preparado para trabajar desde alta mar. Para eso, también se pueden alquilar oficinas completamente equipadas en las que aquello de llevarse el trabajo a casa adquiera una nueva y espectacular dimensión.

El VM Narrative viajará alrededor del mundo con escalas prolongadas en los principales puertos del planeta, de entre tres y cinco días. De esta forma, la estimación es que el crucero complete una vuelta a la Tierra cada tres años y medio. Y, en muchos casos, viviendo dentro de él.