Movilidad
Rolls-Royce Spectre, el primer coche eléctrico de extralujo tiene 585 CV
El supercoupé alimentado por baterías mide casi 5,5 metros de largo, tiene 585 cv y una autonomía de 420 km. Llegará a finales de 2023
En 1900, Charles Stewart Rolls, cofundador de Rolls-Royce, ya veía un futuro eléctrico para la marca. Esta tecnología, solo esbozada en su momento con algunos prototipos, se consideraba menos ruidosa y menos propensa a las vibraciones que un modelo con motor de combustión interna.
Más de 120 años después, la marca británica ha hecho realidad esta visión al presentar el Spectre, el primer coche eléctrico producido en Goodwood, que marca el primer paso en la estrategia que llevará al fabricante a vender únicamente coches totalmente eléctricos a partir de 2030.
Proyección de futuro
Rolls-Royce describe el Spectre como un “supercoupé de gran lujo” y el heredero espiritual del Phantom. Y, efectivamente, el Spectre tiene un tamaño “súper”. Datos en mano, el coche eléctrico mide 5,45 m de largo, 2,08 m de ancho, 1,56 m de alto y tiene una distancia entre ejes de 3,21 m.
Para su diseño, los creadores se inspiraron en el mundo de la alta costura y el arte contemporáneo y el resultado es un coche tan vanguardista como anclado en la tradición británica.
La parte delantera presenta la mayor parrilla jamás montada en un “Rolls”, que se ilumina con 22 LED ocultos tras las lamas. El parachoques y la estatuilla del Espíritu del Éxtasis tienen una forma que minimiza la resistencia aerodinámica, mientras que las llantas de aleación de 23 pulgadas rinden homenaje al diseño de las del Phantom Coupé.
A bordo, uno es recibido por un verdadero salón de cinco estrellas, con una tapicería exquisita (e infinitamente personalizable) y 4.796 puntos de luz en los paneles de las puertas y el revestimiento interior que crean una atmósfera única.
Conducción silenciosa y potencia que no decepciona
Para dar vida al Spectre se ha creado la plataforma Architecture of Luxury, en la que también se basan el Phantom, el Cullinan, el Ghost y otros proyectos especiales como el Boat Tail. La arquitectura ha sido revisada para dar cabida al tren motriz eléctrico y es un 30% más rígida que la de otros modelos.
La batería de 700 kg (cuya capacidad no se ha revelado) instalada en el piso permite una posición de conducción baja y el grosor de sus módulos se utiliza como barrera acústica para que el habitáculo sea aún más silencioso.
La configuración se deriva de otros modelos de la gama Rolls-Royce y la suspensión cuenta con el avanzado sistema Planar. En la práctica, los amortiguadores del Spectre están gobernados por una unidad de control que analiza los datos de 18 sensores para maximizar la estabilidad y reducir el balanceo de la carrocería en las curvas.
Por cierto, la electrónica de Rolls-Royce se ha perfeccionado mucho a lo largo de los años, con un total de 2,5 millones de kilómetros recorridos entre pruebas de laboratorio y tests en el mundo real en diversas condiciones de conducción.
El rendimiento que promete el Spectre está a la altura de los modelos con alimentación térmica. A pesar de pesar cerca de tres toneladas, el Rolls-Royce cuenta con 585 CV y 900 Nm para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada a 250 km/h. La autonomía declarada es de 420 km en el ciclo EPA.
Estaremos atentos porque en los próximos meses se harán oficiales más datos técnicos y el precio de catálogo de este supercoupé.
✕
Accede a tu cuenta para comentar