La inquietante desaparición en Barajas de Estela Cristina

Tenía que haber llegado el pasado martes a Granada, pero tras aterrizar en el aeropuerto de Barajas procedente de Brasil, desapareció sin dejar rastro, en lo que, se sospecha, podría ser un caso relacionado con el tráfico internacional de personas para explotación sexual.

Así lo denunciaron ayer los padres de Estela Cristina Romero Vieira, una joven española de 21 años, que viajaba de regreso a casa tras haber pasado unos días de visita en el domicilio de su padre, que vive en Sao Paulo. Su madre, Cassi Cristina, la esperaba en Barajas para viajar juntas hasta Granada, su lugar de residencia.

Según detalló ayer la propia Cassi a la agencia Europa Press, su hija llegó el pasado martes a las 06:00 horas al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, procedente de la ciudad brasileña, tal y como les confirmaron desde la compañía aérea por la que viajaba, Iberia. Una vez en el aeropuerto debían tomar otro vuelo a Granada, ya que aunque son de origen carioca residen en la localidad de Alhendín. Pero no llegaron a encontrarse. Ante la tardanza, intentaron contactar con ella, efectuando numerosas llamadas y enviándole mensajes a su teléfono móvil, pero la joven no contestó ni dio señales de vida.

La madre, Cassi, sospecha que su hija pudo haber sido recogida en el aeropuerto por alguna persona con la que había charlado durante semanas en redes sociales. Y es que, según indicaron los padres, el comportamiento de Estela Cristina era bastante extraño desde hacía meses.

Era seguidora de varios grupos de K-Pop –como se conoce comúnmente al pop que se hace en Corea del Sur– y a través de internet y varias aplicaciones móviles había contactado con un grupo de chicos coreanos, con los que había entablado gran amistad y que incluso le ofrecieron un trabajo de maquilladora en Seúl.

«Yo hablé con ella y le pasé información sobre redes de trata coreana de personas para la prostitución que contactaban con chicas a través de grupos de fans. Le dije que tuviera mucho cuidado y le prohibí que fuera a Corea. Ella pareció entenderlo en ese momento, pero mi hija es débil y algo inmadura para su edad», relató ayer la madre a Europa Press.

Parece ser, que a pesar de las advertencias, durante este reciente viaje a Brasil Estela Cristina pasó muchas horas chateando en inglés con un hombre extraño y no quiso que nadie se enterara. Su madre sospecha que esta persona, o un allegado suyo, se llevaron a su hija del aeropuerto madrileño.

La familia de la joven interpuso en el cuartel de la Guardia Civil de Armilla, Granada, una denuncia por su desaparición en la que hicieron constar sus sospechas, por las que creen que es víctima de una red internacional de trata de blancas. De momento, no han recibido ninguna comunicación ni pista sobre su paradero. También acudieron al Centro Nacional de Desaparecidos y otras asociaciones de ayuda a personas no localizadas para dar a conocer el caso.

Así, ayer Sosdesaparecidos publicaba en las redes sociales un cartel con la imagen de Estela Cristina, añadiendo sus datos físicos para facilitar su identificación, en los que se informa de que la joven de 21 años mide 1,60 metros de altura, es de complexión delgada y pelo y ojos castaños. En el momento de la desaparición vestía un abrigo y una blusa de color negro, así como unas zapatillas de la marca Nike, del mismo color. Igualmente se solicita que ante cualquier pista se contacte con las asociaciones antes referidas, con la Policía, Guardia Civil o en el 112.