Coronavirus

El Metro más aséptico: “La mayoría ya llevaba mascarilla antes”

El número de viajeros en el suburbano crece un 12% hasta las 8:00 horas en el primer día de mascarillas obligatorias en todo el transporte público

Aún se ve gente sin mascarilla en el Metro de Madrid en el primer día en vigor de la norma que obliga a portar esta medida de protección frente al Covid-19 en todo el transporte público. Y pocos medios van más llenos en el país que el suburbano de la capital, ese que desde hace ya más de dos meses huele a desinfectante de manos. Sin embargo, esta mañana, la estampa distaba mucho de la habitual un lunes por la mañana en la línea 6 cuando faltaban pocos minutos para las 8:00 horas: un asiento de separación entre los viajeros que van sentados y una decena de personas de pie colocadas lo más distantes posible unas de otras.

El ambiente está enrarecido y eso se nota en las miradas que algunos dedican a aquellos que consideran que no están cumpliendo la distancia social requerida para frenar la pandemia. “Por favor, hay que tener un poco de educación, ¿no ves que estoy aquí?”, lanza una mujer a otra. Esta a su vez le responde: “Estoy de espaldas y detrás de la barra, ¿qué más puedo hacer? Si no le gusta bájese y coja el siguiente”.

Consciente de que no todos los usuarios de la red de transporte público de todo el país han podido hacerse con una mascarilla, en su comparecencia del pasado viernes, Pedro Sánchez aseguró que habría personal repartiéndolas en las entradas de los puntos con más tránsito de viajeros, una medida que ya se repitió cuando se reactivó parte del empleo después de Semana Santa.

Sin embargo, a primera hora no había rastro de ellas en la estación de Metro de Legazpi, en el mismo momento en que la megafonía de la estación recuerda que llevar mascarilla ya no es una opción. Pasadas las ocho de la mañana, en Nuevos Ministerios, la situación era distinta: varios empleados de Metro las distribuían en el entorno de la salida de Cercanías y agentes de las Policías Nacional y Local vigilaban el cumplimiento de la norma.

En cuanto a la frecuencia de trenes, a pesar de la caída en el número de viajeros, se mantiene más o menos estable respecto a una jornada similar de hace un par de meses: entre cuatro y seis minutos de espera, según ha podido comprobar LA RAZÓN a primera hora de la mañana. De acuerdo a la situación, parece que basta para evitar aglomeraciones tanto dentro de los vagones como en los andenes. Lo mismo en las escaleras mecánicas, donde los usuarios dejan al menos cuatro escalones entre ellos.

Metro hizo públicos a primera hora de la mañana los datos de ocupación del suburbano en las dos primeras horas del día, hasta las 8:00 horas: en total, utilizaron el servicio 44.765 personas, un 78% menos que el mismo lunes de 2019, un 13% más que el lunes de la semana anterior y un 12% más que el pasado jueves.

Y es que las previsiones advertían de un aumento de viajeros en el día de hoy como consecuencia del inicio de la Fase 0 de desescalada. “Soy limpiadora, yo nunca he dejado de trabajar y siempre he ido en metro con mascarilla. Creo que la mayoría ya lo hacía antes de que fuera obligatorio”, cuenta una mujer, una de las pocas que se para a hablar ante las preguntas de este periódico: la mayoría avanzada decidida y con la cabeza gacha.13% más que el lunes de la semana anterior y un 12% más que el jueves pasado. La desescalada se empieza a notar ya en el transporte público.