Madrid

Introducían inmigrantes dominicanos a través del aeropuerto de Barajas

Les hacían pasar por trabajadores de una empresa concesionaria de las instalaciones

Funcionamiento del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez tras el estado de alarma
Círculos rojos en el suelo indican la distancia de seguridad que deben mantener los pasajeros para controlar la propagación del coronavirus en el Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo SuárezJesús HellínEuropa Press

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada a introducir inmigrantes de origen dominicano en España a través del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. La organización les proporcionaba billetes de avión para viajar desde República Dominicana a países africanos que no les exigían visado y con una escala previa en Madrid.

 Una vez en la zona de tránsito internacional, un miembro de la organización que trabajaba en el aeropuerto madrileño les ayudaba a burlar los controles policiales de entrada al país. Cada migrante debía pagar 8.000 euros a la organización, por lo que el beneficio obtenido por esta actividad podría ascender a más de 240.000 euros.

 La operación policial ha concluido con dos personas detenidas. Se han realizado dos registros domiciliarios, uno en la ciudad de Madrid y otro en la localidad madrileña de Paracuellos del Jarama, donde se ha intervenido 14.820 euros, ocho terminales telefónicos, chalecos reflectantes y tarjetas electrónicas de acceso.

La investigación policial llevada a cabo, en colaboración con las autoridades dominicanas a través de la Agregaduría Española de Interior en ese país, ha evidenciado la existencia de una sofisticada organización criminal de carácter internacional dedicada al favorecimiento de la inmigración ilegal que contaba con dos ramas, una asentada en la República Dominicana y otra en España.

La facción dominicana captaba en origen a los migrantes y les proporcionaba los billetes de avión, las reservas hoteleras y los seguros médicos necesarios para viajar a un país africano para el que no necesitaran visado, y que implicaba necesariamente una escala en Madrid.

Antes de iniciar el viaje, los inmigrantes recibían instrucciones precisas sobre cómo debían comportarse a su llegada a Madrid y sobre cómo debía ser su vestimenta, pues era clave para sus propósitos que fuera del mismo tipo y color que la indumentaria de faena de la empresa para la que trabajaba el miembro de la organización que les recibía.

Así, cuando eran recogidos en la zona de tránsito internacional, ese individuo les facilitaba chalecos reflectantes con el logotipo y nombre de su empresa, lo que les permitía pasar desapercibidos haciendo creer que eran trabajadores del aeropuerto.

El mismo sujeto, como empleado aeroportuario, poseía tarjetas de acceso para las zonas restringidas, elemento que aprovechaba para introducir a los migrantes desde las zonas de tránsito hasta las terminales, eludiendo de esa forma los controles policiales de entrada en España.

Los agentes han podido constatar que, desde diciembre de 2019, al menos 30 personas de origen dominicano habrían accedido de manera irregular a España mediante este procedimiento, aunque se estima que esa cifra podría ascender a varios cientos.

 Cada inmigrante pagaba 8000 euros al entramado criminal por los siguientes conceptos: 2.000 euros por los billetes de avión, 2.000 euros para el miembro que les recibía en el aeropuerto de Madrid y 4.000 euros para la facción dominicana.