Móstoles, Valdemoro y Rivas tendrán pisos «Passivhaus»

La Comunidad de Madrid va a presentar los proyectos de la Agencia de Vivienda Social (AVS) de construcción de 552 nuevas viviendas protegidas con certificación «PassivHaus» en tres promociones nuevas, distribuidas en los municipios de Móstoles (176 viviendas), Valdemoro (240 viviendas) y Rivas Vaciamadrid (136 viviendas) que supondrán con un inversión de 62,1 millones de euros, junto con la iniciativa de convertir locales vacíos en viviendas. La idea es recibir financiación del Fondo de recuperación Next Generation EU. «Estos fondos forman parte de los planes nacionales de recuperación y resiliencia para el periodo 2021-2023 y tienen la exigencia de ser coherentes con las recomendaciones específicas de cada país y contribuir a las transiciones ecológica y digital», aseguran desde la Consejería de Vivienda.

La certificación «Passivhaus» acredita que la edificación ha sido diseñada teniendo en cuenta las características bioclimáticas de la zona en que se ubica, con los principios de hermeticidad, continuidad de aislante sin puentes térmicos, ventanas de alta calidad, y sistema de ventilación con recuperación de calor; todo ello con el objetivo de minimizar las necesidades de calefacción y refrigeración y maximizar el confort de los usuarios. Con ello se logra un ahorro energético significativo, con un consumo aproximado de 10W/m2, lo que supone que una vivienda tipo de 100m2 se pueda calentar con 1.000W. Esto reduce el impacto medioambiental del edificio una vez ha sido construido y está en uso, que resulta en un 80% menos de la energía total que consumirá el edificio entre las etapas de construcción, uso y reciclaje y/o demolición.

Además, marcará unos estándares en materia de vivienda, desde la perspectiva de la eficiencia medioambiental que servirán de referencia a seguir posteriormente tanto en la construcción de vivienda pública por distintos operadores como en la construcción de vivienda privada.

En estas viviendas, se monitorizará a tiempo real el consumo energético de todos los elementos individuales con especial seguimiento al recuperador de calor situado en cada vivienda, y se instalaran sondas de temperatura, humedad, CO2 y CO en cada vivienda y una estación meteorológica en la cubierta que permitirá supervisar el comportamiento general de todo el edificio y sus moradores.

Estos proyectos «se alinean con las orientaciones de la Comisión Europea ya que una de las prioridades es la inversión en renovación de viviendas sociales de cara a mejorar su eficiencia energética con especial referencia a personas vulnerables», asegura la Consejería.