Ayuso promete su cargo “comprometida con Madrid, la libertad y España”

«La segunda vez en dos años. ¿Quién me lo iba a decir?», arrancó Isabel Díaz Ayuso su discurso de toma de posesión. Y esta vez prometía su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos con el descanso de asumir un Gobierno de dos años de duración con holgada mayoría, sin coaliciones que tantos quebraderos de cabeza le han dado y emocionada por enfrentarse «al reto más apasionante de toda mi vida».

Y lo hacía reconociendo el papel de su Majestad el Rey, el de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el heroísmo de madrileños anónimos y el trabajo de sus consejeros que han permanecido «como rocas» frente a la adversidad.

«Ha estado siempre, sobre todo en los momentos más duros junto a los madrileños y los españoles (...) Madrid, España y Monarquía son inseparables», dijo en reconocimiento al Rey Felipe VI, cuando se cumple el séptimo aniversario de su proclamación.

«No nos han fallado, especialmente durante la pandemia», ensalzó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas.

«Se dejaron la piel y por eso todos continúan», comentó refiriéndose a sus consejeros.

Y alabó el heroísmo de los madrileños anónimos «la solidaridad, el cumplimiento del deber de todo tipo de profesionales la lucha por sobrevivir en un hospital batallando con la enfermedad o intentando mantener un proyecto de vida, un negocio, el empleo... Todo esto nos ha hecho perder la alegría, sino todo lo contrario. Lo veo en las calles (...) hemos demostrado que éramos mejores personas y nuestra fortaleza ha sorprendido al mundo».

Ayuso volvió a poner en el centro de su discurso su lema de campaña: la libertad. «Los madrileños nunca hemos tenido miedo a la libertad; al contrario: solo hemos temido perderla y por ella hemos luchado y lucharemos siempre», sentenció.

De paso recordó los grandes ejes de su gobierno para los próximos dos años, centrado en defender la maternidad y la familia, en los jóvenes y a los mayores, en hacer una política «verde» en defensa del medioambiente y en desarrollar un amplio programa de Gobierno que recoge más de 40 propuestas y en convertir Madrid en la capital de la defensa del español.

La presidenta comparó Madrid como el «vagón de Metro que transporta a la vez a un padre de familia que sale del trabajo, a una monja, un hincha del Atleti, un grupo de amigos que van a un concierto o una manifestación. Eso es Madrid: una comunidad que no duerme, que sorprende al mundo».

De hecho, buena parte de su discurso fue una exaltación de la comunidad autónoma que preside que «a base de no ser regionalista a veces pasa casi desapercibida». Por eso se encargó de poner en valor su papel protagonista en la historia. «La capital de un país sin el cual no se entiende buena parte del mundo; y que por eso es objeto de canciones, cuadros, libros y películas». Más aún, es una «potencia cultural».

Ayuso estuvo rodeada de los presidentes autonómicos del PP, como Alfonso Fernández Manueño, Alberto Núñez Feijóo, Juanma Moreno Bonilla y Fernando López Miras, sus homólogos en Castilla y León, Galicia, Andalucía y Murcia, respectivamente, además del líder de los populares, Pablo Casado, o los ex presidentes madrileños Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre, Cristina Cifuentes o Ángel Garrido, entre otras autoridades.

Todos los dirigentes autonómicos se pronunciaron sobre la «medida política» anunciada por Sánchez que permite quitarse la mascarilla a partir del jueves en espacios abiertos y del «error» de los indultos a los líderes independentistas «para sustentarse en el Gobierno».

López Miras quiso ver en el intento fallido de moción de censura en Murcia el inicio de un cambio de ciclo. «En Murcia empezó todo, ha pasado por Madrid y terminará con Pablo Casado como presidente», sentenció. Un mensaje refrendado por el líder del PP, quien destacó que la «marca PP» es «ayudar a los ciudadanos, que es lo que ha hecho Ayuso».