Desencuentro

PP y Vox en Madrid: el último bache entre Almeida y Ortega Smith

La Ordenanza de Movilidad ha retratad la distancia entre ambas formaciones en esta materia: los de Abascal apuestan por eliminar las zonas de bajas emisiones, pero Cibeles debe aplicarlas para cumplir con la ley

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, conversa con el secretario general de Vox Javier Ortega Smith
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, conversa con el secretario general de Vox Javier Ortega SmithMariscalEFE

A pesar de que los rumores apuntaron esta posibilidad en algún momento durante la negociación que llevó a José Luis Martínez-Almeida a la Alcaldía de la capital, finalmente no se concretó la entrada de Vox en el Gobierno municipal. Sin cargos de responsabilidad, la bancada liderada en Cibeles por Javier Ortega Smith asumió el papel de socio de investidura y, al tiempo, grupo de oposición durante la legislatura. Y en esa doble faceta se viene desenvolviendo durante los dos últimos años en su relación con la coalición conformada por el Partido Popular y Ciudadanos. En este tiempo, ha pasado, por ejemplo, de abstenerse en la votación de los Presupuestos de la ciudad para 2020 a apoyar las cuentas de este 2021.

La relación entre Almeida y Ortega es, según cuentan desde Cibeles, bastante fluida. Lo que no ha sido suficiente para impedir choques recurrentes entre ambas formaciones. Como los registrados tras la decisión del PP de no apoyar la moción de censura que los de Santiago Abascal presentaron contra Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados. O los desencuentros habituales con motivo de las concentraciones que se producen a las puertas del consistorio cada vez que se produce un asesinato machista y se concreta el desmarque de Vox, situándose al margen de la pancarta que abriga al resto de grupos de la corporación. El último de estos choques se concretará en pocas semanas. A principios de septiembre llegará a un pleno extraordinario el debate y la votación de la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible del consistorio. Una norma orientada a mejorar la estrategia del Ayuntamiento en la protección medioambiental y en el veto a los vehículos más contaminantes.

Establece, además, dos zonas de bajas emisiones especialmente protegidas, en Centro y Plaza Elíptica. Y esta última cuestión es contemplada por Vox como una traición de Almeida a sus votantes. Le recuerdan al actual alcalde de la ciudad algunos de los lemas con los que se presentó a la campaña electoral de 2019 y precisamente iban, según el diagnóstico de Vox, en la dirección que ahora ellos defienden: «Con Almeida, Madrid Central se acaba el 26 mayo», se podía leer en aquellos carteles. Desde Vox argumentan que las zonas de bajas emisiones alumbradas en la ordenanza de Almeida son un sucedáneo de Madrid Central y, de ahí, la acusación de «traidor». Lo que Ortega Smith defiende es la eliminación de estas zonas de especial protección, porque suponen un ataque a la libertad de de los madrileños.

Al margen de los argumentos propios de la labor de oposición de los distintos grupos, la realidad es que la Ley de Cambio Climático obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a activar las zonas de bajas emisiones. Y de ahí la imposibilidad de que Almeida y Villacís puedan ni siquiera plantearse ceder un milímetro ante sus socios de investidura. En septiembre, salvo sorpresa, se hará visible esta distancia entre ambos grupos y sólo el tiempo dirá si este nuevo choque condicionará el resto de la la legislatura.