Muslo o pechuga

Visitamos el Quimbaya de Edwin Rodríguez y esta es nuestra valoración

Quimbaya, una recoleta sala en pleno Madrid dónde se practica lo que, tal vez de manera un poco pomposa, lo conocido como cocina colombiana de autor

El chef colombiano Edwin Rodriguez en su restaurante Quimbaya
El chef colombiano Edwin Rodriguez en su restaurante QuimbayaDAVID JAR

Pensar en Colombia requiere inevitablemente considerar la monumental figura literaria de Gabriel García Márquez. Casi cada compatriota lleva orgulloso en el pecho el legado del autor de «Cien años de soledad». Edwin Rodríguez es un cocinero que, tras algunas andanzas previas, entre las que destaca la alianza con el inefable Pepe Bohio, hoy MasterChef, se aventuró con la apertura de un restaurante, que sin ninguna duda evidenciara la cultura gastronómica de su tierra. Y, por supuesto, también que rindiera tributo a Gabo.

En esta recoleta sala que es Quimbaya, sin ningún aspaviento ni pretensiones decorativas, se practica lo que tal vez de manera un poco pomposa se llama cocina colombiana de autor. La autoría desde el Renacimiento es algo que se ha consagrado para la identidad del artista. Muchos cocineros creen que por pegarse la etiqueta singularizan su artesanía coquinaria. Edwin es eficaz en sus elaboraciones, maneja el producto raro de conseguir de los diversos imaginarios naturales de su país. Pero abusa de la retórica cuando necesitamos comer un menú degustación como el llamado La Hojarasca (novela fundacional del escritor donde apareció por primera vez Macondo), pues cada uno de los pasos necesita una explicación bio-literaria. Los sabores caribeños, los guiños bogotanos, los amasijos como el de arepa de yuca, son deliciosos aunque se opacan un tanto por la contención del cocinero, consciente de cocinar al otro lado del charco.

No vamos a negar que hay momentos brillantes y de pura raíz, como el cóctel de langostinos, la changua con espárrago blanco y un huevo de coral, y el pato con la sopa moteada de queso. O el bogavante con chontaduro y, tal vez el plato fundamental, como es la que aquí llaman (al)boronía con pargo rojo frito.

La esquelética carta de vinos, con su servicio también discreto, no dan calor a un restaurante bendecido por un concepto, pero un tanto frío en su ejecución. Colombia tiene una calidez que aquí se anuncia. Michelin lo estrella.

Cocina: 7

Bodega: 5

Sala: 6,5

Felicidad: 6,5

Dónde: C/ Zurbano, 63. Madrid Precio medio: 90 euros quimbayarestaurant.com