Hostelería
Dos meses para limitar las terrazas «molestas» de Madrid: ¿qué zonas estarán bajo la lupa?
A principios de abril, el Ayuntamiento contará con un mapa de zonas saturadas que será dinámico: algunas no problemáticas podrían serlo y viceversa
Ayer fue el principio del fin de las terrazas que supongan una molestia para los vecinos. La ordenanza aprobada por Cibeles en su último Pleno ordinario, modificación de la de 2013, y en la cual solo se mantendrán las terrazas sobre bandas de estacionamiento bajo una serie de condiciones, ya se aplica en la ciudad de Madrid.
Los apéndices hosteleros se retiraron con «total normalidad», señaló la vicealcaldesa, Begoña Villacís. Así, con la aplicación del nuevo texto, 2.000 ampliaciones, autorizadas de forma extraordinaria por el Ayuntamiento debido a la crisis del coronavirus, desaparecieron de las calles. A estas hay que sumar otros 24 establecidos en las Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE). Concretamente, las que se encontraban en Gaztambide y Azca. Y es que, según los cálculos del Consistorio, alrededor de un 70% de las autorizadas entonces por Cibeles deberán desaparecer. Mientras, la mayoría de las que se encuentran fuera de la M-30 permanecerán como hasta ahora, según las estimaciones del Ayuntamiento.
Ahora bien, con la nueva ordenanza en la mano, ¿qué zonas de la capital podrían verse «libres» de terrazas? Esa es la gran pregunta. Desde el Área de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana, que lidera Silvia Saavedra, señalan que habrá que esperar dos meses para contar con un primer mapa que permita diferenciar cuáles son las «zonas saturadas» en las que las terrazas se verán limitadas. Hay que subrayar el adjetivo «susceptible». Aunque se produzcan los condicionantes que confirmen a una zona como «saturada», eso no implicará el cierre de terrazas; más bien, la aplicación de una serie de medidas obligatorias para garantizar la buena convivencia entre estos establecimientos y los vecinos de las calles afectadas.
En la elaboración de dicho mapa, se tendrán en cuenta tres parámetros para considerar una zona «saturada»: la alta ocupación del espacio» de la terraza, esto es, que ocupen más del 33% o el 40%, dependiendo del ancho de la acera; el segundo, el tránsito peatonal, si es superior a más de 33 personas por minuto; y el tercero, la cercanía, en un radio de 150 metros, a residencias de mayores o servicios de urgencia. En caso de que se den estos parámetros, se podrán dictaminar varias medidas: desde un horario limitado hasta el fin de concesión de autorizaciones para instalar nuevas terrazas.
Lo cierto es que ya hay un mapa en el que se apuntan zonas que podrían cumplir algunos de estos condicionantes. Ahora bien: desde Coordinación Territorial enfatizan que dichas zonas son meramente provisionales. De hecho, una de las características del mapa es su carácter «dinámico»: se revisará cada seis meses, de forma que una zona antes considerada «no saturada» podría serlo. Y también a la inversa.
Así, de acuerdo con el mapa provisional, los distritos de Centro, Carabanchel, Chamberí, Chamartín y Puente de Vallecas superarían veinte puntos conflictivos, mientras que otros como Moncloa-Aravaca, Moratalaz y Vicálvaro apenas llegarían a los tres. Tramos muy concretos de Ibiza, Lista y Castellana, entre otros, serían «objeto de análisis». Sin embargo, desde Cibeles subrayan que no se puede hablar aún de zonas concretas en las que se aplicará la fórmula de las «zonas saturadas». Para ello, habrá que esperar a primeros de abril, cuando, presumiblemente, se presente el primer documento con el que se empezará a trabajar.
«Casi la mitad de las terrazas están más allá de la M-30. Lo que ocurre es que, concretamente, el PSOE se piensa que Madrid es Ponzano», aseguró ayer la vicealcaldesa, en referencia a una de las zonas que más protestas ha generado por parte de los vecinos. «Pero la ciudad es mucho más que Ponzano, mucho más que la Gran Vía, y hay otros barrios y distritos –La Latina, Vicálvaro, Vallecas, Villaverde...– en los que no hay tanto conflicto», afirmó VIllacís.
En lo que respecta al fin de las «terrazas covid», desde la asociación Hostelería Madrid, si bien consideran «positiva» la actualización de la Ordenanza, consideraron «prematuro» el cierre iniciado ayer. Especialmente porque «seguimos en pandemia», tal y como señaló el director general de la asociación, Juan José Blardony.
Además, el hostelero demandó al Ayuntamiento una revisión de las Zonas de Protección Acústica, debido a que en muchas no se han realizado mediciones durante años, por lo que debería comprobarse «si es necesario prescindir de ellas». De hecho, Blardony se refirió de forma explícita a esa veintena de locales de Azca y Gaztambide que eliminaron ayer sus terrazas sobre bandas de aparcamiento. Una medida que «supondrá que tengan que ajustar plantilla, que pueda haber despidos y que, en algún caso, el establecimiento tenga que cerrar».
Antes de recoger este guante, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, aplaudió el «extraordinario esfuerzo» de los empresarios a la hora de aplicar la Ordenanza, si bien se mostró partidario de «informar» a los hosteleros antes de realizar el pertinente proceso de «inspección». «Creemos que es bueno que, dada la seriedad de la cuestión, tengan un adecuado conocimiento, porque estoy seguro de que en un amplísimo porcentaje van a ser los primeros que van y colaborar y a cumplir con la ordenanza».
Tal y como explicó Villacís, si alguna infracción es detectada por la Policía, el propietario deberá proceder a la retirada, dando en la mayoría de los casos un plazo de ocho días para ello.
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