Vuelve el agua a la Plaza de España de Madrid

Muchos se preguntaban qué había sido de ella. Y es que, tras más de dos años de obras, la emblemática Plaza de España se inauguraba el pasado mes de noviembre entre halagos, una clara apuesta por la sostenibilidad, descubrimientos arqueológicos y una importante incógnita: ¿dónde está la Fuente de la Concha? También conocida como el Nacimiento del Agua, había coronado la plaza desde finales de la década de 1960, en una situación privilegiada bajo la escalera de acceso a la plaza.

La remodelación del espacio, de hecho, comenzaba con el desmontaje de esta fuente y, sin embargo, no regresó al lugar hasta la última semana de febrero de este año, situada ahora frente a la calle Ferraz, en el camino que conecta con el Templo de Debod, otro de los puntos turísticos más destacados de la ciudad. Cierto es que ya no disfruta de una posición destacada. Forma ahora, de hecho, parte de un equilibrio junto a otras dos, una de las cuales, creada en mármol de makauba, se ha inspirado para su elaboración en el cielo de Madrid y establece un nexo de unión con los Jardines de Sabatini.

Tal como se ha especificado desde el Ayuntamiento de Madrid, la Fuente de la Concha ha sido restaurada, renovándose algunas de sus piezas, aunque conservando la originalidad de esta obra de bronce creada por los artistas Manuel Herrero Palacios y Antonio Campillo para el eje Gran Vía - Princesa. De hecho, esa imagen de las ninfas con cántaros en las manos se había convertido, desde entonces, en una de las más emblemáticas del lugar.

Ahora vuelve a ocupar su sitio, rodeada de los nuevos árboles que coronan la plaza y con un entorno peatonal mucho más limpio del ruido de los coches, lo cual facilita el apreciar el plácido murmullo del agua. La Plaza de España, remodelada, aún necesitaba ser culminada. La fuente se instalaba hace una semana, pero fue ayer, finalmente, cuando volvía a fluir el agua.