Gastronomía

Celebramos el Día del Padre a mesa puesta

Hay caprichos gourmet para todos: desde albóndigas de atún hasta un chuletón

Restaurante Bugao Madrid, Hugo Ruiz.
Restaurante Bugao Madrid, Hugo Ruiz.Gonzalo Pérez MataLa Razón

Salir a disfrutar de la buena mesa en familia es uno de los mejores regalos y una suculenta opción para celebrar el Día del Padre y, de paso, la festividad de San José. De hecho, numerosos restaurantes ofrecen fueras de carta durante este fin de semana o proponen más que nunca las especialidades de la casa. Así, el cocinero ceutí Hugo Ruiz, quien en Bugao rinde culto al atún rojo y al cerdo ibérico, incorpora dos nuevas recetas en las que homenajea a su padre a través de los sabores y texturas que han marcado su infancia. Se trata de las albóndigas de atún con tomate acompañadas de huevos fritos camperos y patatas y el postre de castañas, amaretto y helado de haba tonka.

Otra idea es reservar en China Crown, el templo de la cocina imperial china de Madrid, y sorprenderle con la estrella: el pato imperial Beijing, un plato cuya elaboración y servicio es todo un ritual. Un apunte, quienes vivan en Pozuelo de Alarcón y la pereza de moverse les coma, lo suyo es que pidan mesa en El Bacaro de Fabio Gasparini, donde el cocinero propone un menú formado por quesos y embutidos italianos, la parmigiana di melanzane, la pinsa Puttanesca, los paccheri al ragú y la imprescindible carbonara. Los paladares carnívoros saben de sobra que uno de los mejores asadores capitalinos es Casa Julián de Tolosa, así que, ¿por qué no regalar su chuleta de vaca? Elaborada con la técnica Gorrotxategi, que dio lugar al mejor chuletón del mundo, según la revista “Forbes”, se disfruta junto a los clásicos pimientos del piquillo.

Además, el puerro y las alcachofas a la brasa pueden anteceder al festín carnívoro. Cuidado, porque justo al lado, también en Bulbiza, se encuentra Bistronómika, el templo consagrado al mar de Carlos del Portillo, quien estos días rinde tributo a la lamprea y la prepara a la bordalesa con apio nabo de vainilla. Sessions es el espacio gastronómico del Hard Rock Hotel Madrid. Las croquetas de jamón Ibérico, la burrata matrimonio con cítricos y mermelada de ruibarbo, los arroces y la torrija componen el menú (50 euros). Quienes lo disfruten, recibirán una camiseta de la Rock Shop.

Tan sólo conseguir mesa en Arrogante ya es un regalo. Nos referimos al nuevo local, ya de moda, del Grupo SLVJ, en el que disfrutar de platos italianos, como los gnocchi gorgonzola con trufa, los combinados de Borja Goikoetxea y una flipante puesta en escena (cantantes de ópera, acordeonistas y personajes inspirados en la Divina Comedia) con ritmos italianos de los 80 y 90 de fondo. Por último, si prefieren quedarse en casa. Teikit prepara un pack con nigiris, makis y rolls (el París, Kioto, Yucatán…), que llegan en cajas con frases tipo “You’re a daddy cool”. ¿Lo mejor? El dinero recaudado se destinará a la ONG Health Warriors, cuyo objetivo es fletar autobuses para evacuar a las familias afectadas por el conflicto.

Y por la noche, a ISA, la coctelería del Four Seasons, donde el concepto del Haiku (tipo de poesía japonesa breve que es capaz de expresar la complejidad de los sentimientos en el mínimo número de palabras) se aplica a la coctelería al ofrecer sabores complejos con un enfoque minimalista. De las tapas asiáticas con influencia mediterránea y peruana se encarga Jhonny Setjo (StreetXO) y Miguel Pérez, de la parte líquida. Tomen nota, porque recomiendan comenzar por el trago más ligero, como el refrescante Oniwa, elaborado con Seedip Garden, un destilado sin alcohol, agua cítrica de gazpacho, seguir con Ochado, vino de ciruela Choya, zanahoria morada lacto fermentada y cítrico, y terminar con un Shibui, con mezcal Vida del Maguey. De picar, tiradito de atún toro, arroz sushi crujiente y tartar de atún, nigiri de salmón, de vieira y foie…

¿Un capricho? DYC 20 años: grandes maestros. Se trata de una edición limitada, formada por 70 botellas de whisky single malt, de la marca icónica española, fruto de un largo proceso de maduración en una sola barrica de roble americano, que antes ha contenido bourbon. El diseño de la botella y del estuche es obra de Lorenzo Caprile (425 euros).