Vinos de barra
Cipma II: el valor de las emociones de un vino fiel
Un vino limpio, brillante, delicado, pero ágil y fresco por ese dominio valiente de una acidez perfectamente medida
Cada vez cotiza más en el mundo de la gastronomía el valor de las emociones. O la coherencia de un proyecto como el caso de la Bodega Marisol Rubio, que nace como vocación y como compendio descriptivo de un entorno que se cuida y admira. Piedad y Jorge devuelven a su madre, de forma insuperable, esas lecciones de pasión y alegría con las que se enfrentaba a cualquier temporal, que en estas tierras de Castilla arrecian sin más.
Esa determinación con la que dirigen la bodega, y tener muy claros los vinos que buscan, les permite trabajar con la uva pedro ximenez. Esta varietal que históricamente ha sabido adaptarse a los escenarios más difíciles, como en Villanueva de Alcardete, donde cambian la brisa marina con la que respira bien por una altura considerable que aporta el carácter salino y mineral que se encuentra en el CIPMA II. Quizás por esa flexibilidad, la PX produce un mosto dúctil al que hay que saber dirigir y educar. Tener las cosas claras, y ser fiel a varias generaciones de agricultores, les permite crear este blanco, que tras 8 meses de barrica de roble americano, da lugar a un vino limpio, brillante, delicado, pero ágil y fresco por ese dominio valiente de una acidez perfectamente medida.
Bodega: Marisol Rubio.
Vino: Cipma II.
D.O.; V.T: Castilla.
Precio: 19 euros.
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