Museo urbano
Lavapiés apuesta por el arte y llena sus fachadas de color
La novena edición del Festival C.A.L.L.E. acerca el comercio del barrio y el arte a todos los madrileños y turistas
Las calles de Lavapiés siempre han tenido un encanto especial pero desde hace una semana lucen más color que nunca. ¿El motivo? La novena edición del Festival C.A.L.L.E. que ha traído al barrio madrileño las intervenciones artísticas de los 50 participantes que han plasmado sus obras en diferentes locales repartidos por las céntricas calles. Un año más, esto ha sido posible gracias a la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Lavapiés, bajo la dirección artística de Madrid Street Art Project y el respaldo de Cervezas Alhambra. Desde 2012, el colectivo Madrid Street Art Project se dedica a desarrollar y gestionar proyectos de arte en el espacio público –como Pinta Malasaña o los Muros de La Tabacalera, entre otro- y llevan vinculados a C.A.L.L.E. desde su segunda edición. A través de dos convocatorias, una para artistas -dónde envían sus propuestas- y otra para comercios -dónde especifican que espacios ceden de sus fachadas-, seleccionan en base a la calidad de la propuesta, el recorrido del artistas, la variedad de las intervenciones... etc Así como las referencias al barrio o la posible interactividad con el público o el comercio. Estos son solo algunos de los factores que han tenido en cuenta a la hora de seleccionar a los 50 de entre las más de 300 solicitudes que han recibido para esta edición, asignar los espacios y comprobar que todo vaya en marcha. Este museo urbano participativo ha dado como resultado una edición internacional, variada y llena de color que ha llenado de vida el barrio.
Así lo siente Isabel García, vicepresidenta y fundadora de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Lavapiés, que asegura que iniciativas como estas dan mucha visibilidad a los comercios de la zona. «Vivimos muy emocionados la interacción que hay entre los artistas y los vecinos. Me encanta ver como bajan a ver cómo trabajan, les bajan un café, les preguntan por sus obras… nos han llenado el barrio de color y alegría», confiesa a LA RAZÓN. Y es que según García, en los últimos días el trasiego de gente ha aumentado. «Es una forma de atraer gente de otros barrios e incluso que la propia gente que vive en Lavapiés pasee por sus calles, porque muchas veces con las prisas del día a día no reparamos en muchas cosas», asegura. Es propietaria de Muebles Magarca y la fachada de su establecimiento ha sido seleccionada en las nueve ediciones para lucir diferentes obras. Este año, su escaparate ha sido lienzo para el artista invitado de la edición, Belin.
El artista linarense plasmó la semana pasada su obra titulada «Vecinos de toa la vida» con la que ha querido reflejar «a cuatro amigos o vecinos que desde que empezó la pandemia no se habían vuelto a juntar como hacían antes para tomarse una cerveza en una terraza en el barrio. Y ahora que por fin han podido salir, empiezan a contar su experiencia, lo que han vivido y compartir sus anécdotas…», relata a este periódico. Después de trabajar por todo el mundo y de pintar obras para celebridades como Sergio Ramos, Santiago Segura o el productor musical, Deadmau, ha desplegado por primera vez en las calles madrileñas su técnica One Line Cromático. Es decir, su obra ha sido realizada de en un solo trazo de aerosol y los colores han sido seleccionados de forma improvisada por él en el momento de su creación. También como artistas invitados especiales, la semana pasada un grupo de mayores de los Centros de Mayores Municipales del distrito Centro llenaron de ilusión el escaparate de Wanderer, una tienda de accesorios en el número 42 de la calle del Amparo.
No muy lejos de allí, en el número 2 de la calle de Rodas, Tasca Barea luce nueva fachada gracias a Nicoló Amato. Este artista italiano que vivió hace diez años en el barrio ha traído el mar a Madrid con su obra «NessuNetuno» o un sueño de mar y define el agua como un sueño que representa el alma y cree que soñar con el mar es como mirar dentro de nosotros mismo. «Cuanto estamos en la tripa de nuestras madres, antes de nacer, esa agua es el mismo que el del mar. Por eso cuando miramos o estamos en el mar recordamos nuestros orígenes», confiesa. A Madrid le falta mar porque no está físicamente pero está dentro de cada uno de nosotros.
Las «Criaturas de la luz» de Savelga también invitan a trabajar con las cosas del día a día, a las que nos enfrentamos muchas veces y ni si quiera nos paramos a pensar ellas. En esta ocasión ha querido trabajar en el soltar. «Muchas veces nos cuesta deshacernos de cosas y vamos acumulando, pero no solo físicamente también personalmente, y no damos espacio a lo nuevo. Es una meditación que hice pensando en hacer espacio para lo nuevo y dejar lo viejo atrás, liberarnos y fluir», confiesa a LA RAZÓN. Participó en la última edición de Pinta Malasaña y pese a vivir en Hamburgo, no ha dudado en participar en C.A.L.L.E. Como dice, todas sus pinturas están pensadas bajo una meditación y espera que el que pase por delante de ellas «lo sienta, viva, le inspire… la intención está ahí». Pueden disfrutarlas en el restaurante O Pazo de Lugo, en el 28 de la calle Argumosa.
Justo al final de esta calle, La Libre se ha llenado también de color gracias a Juay que vuelve a C.A.L.L.E. para reflejar con su obra «Reading Colors» la era digital que se está viviendo y cómo la lectura puede ser una herramienta para estimular la creatividad. «He creado contraste entre la gente que está con el móvil pintándola con una escala de grises mientras que los personajes que salen leyendo los he pintado con diferentes colores», explica a este periódico. Después de participar en Pinta Malasaña y conocer este festival no lo dudó: «me encantó la idea de decorar este barrio que tiene mucho rollo», confiesa.
También desde Italia, pero desde la isla de Cerdeña, Paola Corrias ha aterrizado en Lavapiés por primera vez y ha llenado de color la fachada de A Tola de Migitana. Su obra «l’orologio» es una síntesis de la cultura y la naturaleza. «Me inspiro en el collage. Soy fotógrafa y es mi forma de trabajo, recortar las formas de manera abstracta», señala. En un estado de «experimentación continúa» asegura que repetirá seguro la experiencia de pintar en España.
De las fachadas pasamos a las cristaleras. En Kaldi Café, en la calle Embajadores esquina con la del Oso, Mr. Tioda ha reconstruido mediante el uso de un lenguaje de abstracción arquitectónica lugares icónicos de Lavapiés relacionados con lo urbano y con la arquitectura característica del barrio y los grandes ventanales del restaurante Portomarín lucen ahora «El jardín de los ojos», una obra de Pyramid que ha representado el famoso Jardín de las Delicias a «su estilo».
El público podrá votar por su obra favorita hasta las 00:00 horas del domingo 22 a través de la web: www.enlavapies.comy dos días después, se conocerán cuales son los tres artistas premiados. Esta completa exposición se podrá visitar simplemente paseando por las calles del barrio o aquel interesado podrá unirse a las visitas guiadas.
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