Educación

Así fue el primer día de EvAU en Madrid: «Tranquilos y, por favor, buena letra en el examen»

El teatro desde 1939 y la generación del 98, entre las preguntas de la prueba de acceso a la universidad

Apenas pasaban unos minutos de las ocho de la mañana, pero a las puertas de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid ya se habían congregado un centenar de estudiantes, listos para afrontar la EvAU, esa temida prueba que, en realidad, les abrirá las puertas a una etapa decisiva para el resto de sus vidas: la universidad. Ellos son solo algunos de los más de 38.000 estudiantes que se examinarán este año en la Comunidad de Madrid. Tienen en la mano los apuntes, pero realmente esta última hora antes del primer examen, Lengua y Literatura, la aprovechan, más bien, para liberarse de los nervios. Uno de ellos canturrea que le va a dar «un ataque de ansiedad» mientras camina tranquilamente detrás de una amiga, que le responde riendo. Una chica le reclama a su amiga Laura que «pare de hacer preguntas» porque le está haciendo dudar. Otra la tranquiliza: «yo también tengo la sensación de que se me han olvidado la mitad de las cosas, pero seguro que no es así».

Los alumnos que llegaban ayer a la Complutense eran los que han estudiado la modalidad de Bachillerato de Ciencias. Los de Humanidades y Ciencias Sociales comenzarán hoy, y las pruebas se extenderán hasta el próximo viernes, día reservado para hacer los exámenes en los que haya habido alguna incidencia o que les coincidiesen con otras asignaturas. Algunos profesores de los institutos se han acercado a acompañarles en este momento y a darles los últimos consejos: «Tranquilos y, por favor, buena letra», dice uno de ellos a un grupo de chicas.

Ya en el aula, los alumnos reciben sus exámenes, así como algunas indicaciones: el funcionamiento de las etiquetas, que no subrayen el examen en color diferente… Por segundo año consecutivo pueden elegir las preguntas entre las dos opciones que se les dan, una concesión hecha durante la pandemia y que se mantiene también este año. «Es más fácil así», dice Paula, futura estudiante de Enfermería. Por su parte, la vicerrectora de estudiantes de la Universidad Complutense y presidenta de la comisión organizadora de la EvAU en la Comunidad de Madrid, Rosa de la Fuente, explica que este año también se han incluido medidas para ayudar a los alumnos con necesidades educativas especiales. «A través de un sistema de etiquetas, los correctores podrán reconocer quienes son estos alumnos conservando el anonimato de las pruebas», explicó. De esta manera, los alumnos con dislexia, por ejemplo, podrán disponer de un cuadernillo de papel extra para su examen, y las faltas ortográficas y gramaticales no serán penalizadas del mismo modo.

Asimismo, De la Fuente ha matizado que este es el primer año tras la pandemia que la EvAU se celebra sin mascarillas, si bien desde la organización han instado a los alumnos, sobre todo a aquellos vulnerables o con síntomas compatibles con el Covid-19, a llevarlas. «No podemos olvidar que en diciembre, hace apenas unos meses, teníamos un brote de la variante ómicron muy importante», señaló.

«He soñado que caía el modernismo», dice un chico justo antes de entrar. Sin embargo, el contenido de los exámenes que finalmente llega a manos de los alumnos no lo conoce ni siquiera la propia comisión organizadora, ya que se preparan seis repertorios de exámenes diferentes para los distintos días y por si hay incidencias. Se sortean, y los propios alumnos son los primeros que descubren su contenido. En Lengua y Literatura, además de los comentarios de texto –sobre el turismo y los combustibles fósiles–, se han propuesto preguntas acerca del teatro desde 1939 y la literatura española de principios de siglo. Y, sí, también el modernismo y la generación del 98. Al salir, las reacciones son, en general, positivas. Ya no hay apuntes en las manos. Solo queda descansar un poco antes de la siguiente ronda.