Madrid Urban Fest
La música urbana suena en Vallecas
El Centro Cultural Pilar Miró acogerá desde hoy y hasta el 24 de septiembre el Madrid Urban Fest con once conciertos, talleres de grafitis, debates, sesiones de DJ’s y acciones artísticas en directo
Como todo, la música ha sufrido en los últimos años una transformación y los nuevos sonidos han abierto camino y se han hecho un hueco en el panorama musical que todos conocemos. Uno de los ámbitos más amplios, en el que tienen cabida un importante número de géneros y que ha tomado peso en las últimas décadas ha sido la música urbana. Estos son el reggaetón, el dembow, la bachata… entre otros. Y es por este auge y su importante presencia en la actualidad que por segundo año consecutivo, la capital celebrará desde hoy y hasta el próximo 24 de septiembre el conocido como Madrid Urban Fest.
El Centro Cultural Pilar Miró acogerá en estos días once conciertos, talleres de grafitis, debates, sesiones de DJ’s y acciones artísticas en directo para la segunda edición de este festival organizado la Comunidad de Madrid que llenará de música urbana el barrio de Vallecas. Solo el poderoso cartel de los artistas que ofrecerán estos conciertos es reflejo de las gamas de colores de sus procedencias: dominicana, madrileña, india, colombiana, liberiana, extremeña, marroquí, gallega, ecuatoguineana, cubana… y la imbricación de estilos, ritmos y sonidos que mostrarán en sus actuaciones.
Hoy será el turno de Lennis Rodríguez, quién abrirá en solitario el programa ya que en el resto de conciertos actuarán dos artistas cada día, la encargada de inundar de energía el escenario con sus canciones que se mueven entre el urbano latino, el afro-beat o el dembow, entre otros estilos. Con solo 28 años, la artista hispano dominicana, es además de intérprete, compositora y productora de sus canciones. A pesar de que su carrera profesional comenzó hace algo más de cuatro años, cuando un vídeo suyo cantando “Amiga mía” de Alejandro Sanz se hizo viral, ya cuenta con colaboraciones junto a artistas de la talla de Juan Magan, Omar Montes o Fabbio. Pero para llegar hasta eso hubo mucha música antes. “Forma parte de mi cultura, nací en un país muy musical cómo es República Dominicana, por lo que me viene en el código genético y me crié en España, que también lo es”, confiesa Rodríguez a LA RAZÓN. También tuvo música en su casa, pues creció escuchando a su madre cantar. “Si lo piensas todo es música, lo mire por dónde lo mire me viene música. Era inevitable que algo me tocara”, añade.
Lejos de todo prejuicio entorno a estos estilos musicales, la artista tuvo claro desde muy joven la importancia de la formación. Por esto, estudió música en el Conservatorio de Valladolid, y cuenta con especialidades en violín, piano y guitarra que completó con lenguaje musical y coro. Pero dice no ser hasta su llegada a Madrid, en la Escuela de Música Creativa, dónde pudo desarrollar con libertad su voz y su forma de cantar. “Creo que la música va con mi personalidad. Las palabras se me quedan pequeñas a la hora de expresarme. Con la música siento que puedo decir un mensaje más grande y que no necesita traducción, la gente lo entiende porque lo siente”, afirma.
Es precisamente en este lenguaje, dónde está poniendo toda su atención para los temas de su nuevo proyecto “Metamorfa”, del que ya han visto la luz dos temas de los cinco que lo componen. “Viene de metamorfosis, del cambio y el viaje que ha sido mi carrera. Quiero enseñar la Lennis que he aprendido a ser, que la gente ha hecho porque yo soy artista de la gente. Quiero ser ese puente y no frontera entre la música que viene de Latinoamérica a España y viceversa”, asegura. Así su repertorio empezó con sus orígenes y que representa el dembow o la música que se escucha en la capital. Siguió con reggaetón, mostrando esa artista más cambiante y que fusiona lo que es y lo que aprendió y acabará con bachata hecha en España. “Aunque su origen sea en Latinoamérica quiero que se sepa que aquí se hace y se exporta para allá, es un hincapié que me gustaría hacer”, señala.
Según la directora artística del festival, Mercedes Goiz, en dicho cartel brilla además, “una amplia muestra de muy Powerful-Women, artistas con poderío que a través de su música reclaman, cada cual con su estilo, el derecho a controlar su cuerpo y sus emociones”. Este año será una propuesta “de todos los colores”, como ha querido reflejar el artista ROSH:.22 como concepto al que se acoge esta segunda edición. “El color, como sanación del alma, belleza de la mente y alegría del cuerpo” para una época “muy complicada en la que cuesta vislumbrar esos resquicios luminiscentes, necesarios para colorear nuestro día a día”.
Con este sentido optimista, la ambientación del espacio y el diseño de luces del Centro Cultural Pilar Miró, en sintonía con la intervención de la fachada, el hall y la sala de conciertos, que recrean el espíritu clubbing y fiestero que caracteriza a la escena urbana. Una de las novedades para esta nueva edición es la presencia de DJ’s en el espacio como antesala de los conciertos: Chris Collins, JAVS, Maggie Deejay y Shaeta pincharán durante 40 minutos antes del comienzo de las actuaciones. Además, durante las sesiones de los DJ’s, un artista plástico trabajará en la ejecución de un grafiti, que finalizará a tiempo para que el público pueda apreciar su intervención artística a la salida del concierto. Los invitados son Claudia Sahuquillo, Vanessa Fressa, Andrea Losantos, Gairah Aka Praskovia, Marta Velázquez y Gus Olea.
El sábado 10 será el turno de Free Sis Mafia y Moonkey. Las primeras, un grupo de amigas de diversos estilos musicales que han creado un sonido de rap único y rompedor, cuyos valores son libertad y sororidad. Mientras que Moonkey, es el nombre con el que se conoce al artista, productor y compositor Ignacio Ruiz, nacido en Vallecas en 2000. Sus primeros pasos en la música los dio en 2015 y sólo con dos años de experiencia, empezó a escuchar y colaborar con grandes talentos y gurús de la música urbana de habla hispana, como Recycled J, Duki, Neo Pistea, Aron, CRO y Luchossj.
El viernes del segundo fin de semana Sila Lua o la “diva marciana del nuevo pop oscuro europeo”, según ha plasmado en Patrón, avance de su primer disco, un bagaje musical que juega entre la música urbana en español y la electrónica experimental anglosajona. Ese mismo día, el colombiano Clutchill presenta su “vanguardia pop”, como gusta definir su música.
“Malabreva”
Mientras que Aissa Aslani y Cecilia Zango componen el cartel del concierto del sábado 17 de septiembre. Será este día cuando Zango presente su primer disco, “Malabreva”, que vio la luz el pasado mes de mayo y que está repleto de influencias, diferentes estilos y matices, que muestran distintas caras de la artista. Con sólo 25 años, la artista lleva más de media vida dedicada a la música. Comenzó a los nueve y a los doce ya se estaba formando de manera profesional en violín y guitarra. Especialmente la última, fue la que le motivó a querer concursar en certámenes y concursos nacionales crecer y demostrar de algún modo lo en serio que se tomaba la música.
Después de cuatro premios, dos primeros y dos segundos de guitarra clásica, se le quedó pequeño y decidió estudiar guitarra flamenca. “Me centré en eso, en abrir campo. Siempre me llamaron la atención las melodías y armonías árabes, que al fin y al cabo son el origen del flamenco. También la música india y africana, todo lo diferente”, confiesa a LA RAZÓN. Estos nuevos conocimientos empezó a desarrollarlos, a unirlos con el flamenco, con lo urbano, hasta que encontró su estilo propio. “Quería que dijesen que Cecilia Zango hace esto”, desvela.
Su llegada a la capital para estudiar para estudiar historia y ciencias de la música le permitió tener las herramientas necesarias para experimentar con más géneros y tras arrancar su andadura musical con una banda con la que hacía reggae y soul, dio su salto en solitario. “No tenían las mismas pretensiones que yo, yo quiero llegar a lo más alto, por eso decidí componer mis temas con un productor y arriesgarme a sacarlo yo sola”, confiesa.
Así nació este mes de mayo su primer EP, “Malabreva”, con el que ha recorrido este verano festivales como el Etnosur o el Mallorca Live Festival, donde compartió cartel con Christina Aguilera o C Tangana. “Esto es solo rodaje, para que me vayan conociendo y para conocerme yo también. Que es lo que me gusta más y por dónde quiero tirar”, asegura. El día 17 compartirá cartel con Aissa Aslani, que pasó “dos años encerrado, aislado del mundo”, buscando su sonido y el camino por el que dirigir su vida. Los encontró en África y los ha plasmado en su primer álbum, “African lover”, una mirada a sus orígenes familiares.
El viernes 23, Nano desembarca en el festival con su primer álbum, publicado este año,” Pa tu carita”, tras una asentada andadura musical de casi una década. En él expresa todas sus posibilidades creativas: él mismo ha producido y compuesto el álbum, ha dirigido su aspecto visual y producido los videoclips de promoción. Sus diez temas, de diferentes subgéneros, buscan dejar clara su versatilidad y su esencia en cada una de las letras y producciones. A continuación, actuará Tracy de Sá. Rememorar la vida de esta rapera implica recorrer una ruta de miles de kilómetros.
Otro doble concierto femenino, con Polemik y Lapili, cerrará el Madrid Urban Fest el sábado 24. Polemik es una artista de reguetón de 22 años procedente de República Dominicana. A finales de año está previsto que se publique Piligrossa, el primer álbum de Lapili (María del Pilar Robles Pérez), una artista multidisciplinar que aborda la música, la danza, el arte textil o la performance.
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