El Madrid de..
Paz Padilla: “Hay que sufrir, pero lo justo”
La cómica presenta «El humor de mi vida», un homenaje a Antonio Juan Vidal disponible hasta el 13 de noviembre en el teatro Capitol
Hay historias de amor que merecen ser contadas y, bajo esa premisa, Paz Padilla —o Maripaz— encara una nueva temporada de El humor de mi vida en el Teatro Capitol, donde estará disponible hasta el jueves 13 de noviembre. «Todo sigue como al principio, está tan bien hilado que ni sobra ni falta nada. Eso sí, desde el planteamiento incial acortamos mucho, pero sabiendo que, si lo que quitábamos era bueno, lo que quedaba era increíble», relata la comunicadora a LA RAZÓN.
La obra es un homenaje a Antonio Juan Vidal, marido de Paz Padilla que falleció el 18 de julio de 2020 por un tumor cerebral diagnosticado un año antes. Su relación contó con la particularidad de que empezó cuando eran muy jóvenes, pero terminaron tras 14 años por incompatibilidades profesionales. Ambos se reencontraron 20 años después y ya no se separaron, pasando hasta por dos bodas, una en la India y otra en Cádiz.
‘El humor de mi vida’ tedrá su propia película y Paz interpretará a una de sus hermanas
En la presentación de la nueva temporada de la propuesta, Padilla explicó que su duelo empezó antes de la pérdida: cuando aceptó el mal pronóstico de su pareja. La humorista ha aprovechado varios espacios para transmitir lo aprendido durante el acompañamiento y la muerte y cómo, a su juicio, darle la espalda al final de la vida, como se suele hacer en la cultura Occidental, es contraproducente.
«Es por el miedo. Pablo d’Ors dice ‘el miedo es el cáncer del futuro; la culpa, el cáncer del pasado; y el apego, el del presente’. Nos da miedo pensar que tendremos que dejar aquí una vida que hemos creado, que es fantástica, y no saber a dónde vamos, pero es inevitable. Ocultarlo o hacer como si la muerte no existiese no nos va a librar de ella ni de la de nuestros seres queridos», reflexiona. Bajo la dirección de Pablo Barrera, Juan Fernández de Valderrama es el encargado de ponerle música a este viaje, y lo hace ayudando a recrear varios escenarios imprescindibles para conocer la historia, valiéndose de la música como un «empujoncito emocional» a veces, tal y como explicó el productor.
En el desarrollo de la obra, para su protagonista fue clave aprender a controlar las emociones para que la representación no se volviese traumática. Así, se centra en el qué y no en el cómo, pasa de puntillas sobre sus sombras y se cuestiona hasta qué punto es terapéutico revivir algo triste. «Hay que sufrir, pero lo justo», asevera.
Pese a los temas que trata, como el amor y la muerte, la también presentadora insiste en que, en El humor de mi vida, que tendrá su adaptación cinematográfica, se habla concomicidad, pues así es como ella se enfrenta a la vida. “El humor quita el miedo, si vas a la casa del terror y te vas riendo, parece menos grave... el humor desengrasa, la risa es el camino más corto para el amor y para entenderse con los demás”, expresa.
Cambiando el tono, Padilla explica que descarta el concepto de un único amor en la vida, pues cree en algo mucho más «grande, blanco, incondicional, de entrega, sin las etiquetas que todos se empeñan en ponerle y que consiste en cuidar al otro para que no sufra». En esa línea asegura que, al cerrar los ojos, no hay diferencia entre el amor que siente por su madre, que falleció pocos meses antes que Antonio, o por su hija, la influencer Anna Ferrer.
«Escribo para los que me necesitan, pero me gustaría sentarme a hablar con quienes me critican»
Junto a esta, Padilla lleva otro de sus proyectos, la tienda No ni ná, que giró este verano por España. «Se le ocurrió a ella, para acercarnos a nuestros consumidores. No pensábamos que nos quisieran tanto, ha sido precioso. Lo he disfrutado mucho, viajar con ella es maravilloso. Creé la marca para que mi hija tuviera su futuro, pero ahora las dos la empujamos», recuerda. La actriz también participa en A Todo Tren: Ahora Son Ella 2, que verá la luz el 2 de diciembre.
Su futuro televisivo está en el aire y, sin soltar prenda, describe sus preferencias: «Un programa de entretenimiento, con buen rollo y entrevistas interesantes, para evadirse». Su litigio con Mediaset y ciertas declaraciones hicieron que Padilla fuese un foco de críticas en redes sociales hace unos meses: «Quienes me critican, ni han visto la obra ni han leído el libro. Recibo amor de quienes se identifican conmigo y, a los que no les gusto, me gustaría conocerlos en persona». Con todo, Padilla se encuentra en un momento muy «tranquilo». «Mañana no sé qué pasará, no vivo en el futuro. La vida se pasa rápido, el tiempo no lo cura todo, pero sí tu trabajo interior, tu paz y conocerte a ti misma, yo estoy aún en ese proceso», concluye.
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