El tren de alta velocidad al aeropuerto de Barajas toma impulso

Las conexiones e interconexiones ferroviarias y aéreas son claves para la Comunidad de Madrid. En este sentido, Adif ha anunciado el comienzo de las obras que crearán una conexión ferroviaria de alta velocidad entre la capital y el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Así, la estación Chamartín-Clara Campoamor se convierte en un eje principal de transporte multimodal. Un espacio en crecimiento que será clave en Madrid Nuevo Norte.

El proyecto enlazará a la Terminal 4 con la estación de Chamartín y la instalación de la infraestructura ferroviaria de alta velocidad no alterará el curso de los trenes que pasan actualmente por la estación. Dado que las líneas de Cercanías con paso por ella no se verán afectadas, el recinto solo sumará nuevas conexiones. De este modo, Chamartín se convertirá en un punto estratégico que, además, beneficiará a los tráficos de los corredores norte-noroeste, de Levante, del sur y del corredor de Barcelona.

El plan, que cuenta con una inversión de 24,5 millones de euros, conectará Chamartín con Barajas en un trayecto de apenas 10 minutos. Además, tampoco tendrá trasbordos por lo que la duración del viaje no se verá incrementada por otros tiempos de espera.

La financiación de los trabajos provienen de los fondos de la Unión Europea. Estos se encuentran dentro de los presupuestos del programa de Next Generation, acción destinada a fomentar la recuperación de los países miembros con motivo de la pandemia.

Terminal de autobuses

Se ha culminado la inversión en la terminal de autobuses nueva de la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, que este viernes ha inaugurado la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y que ha supuesto una inversión superior a los 19 millones de euros.

“Hoy es un día importante”, ha afirmado la titular del Ministerio que, junto con AENA, han impulsado esta infraestructura que beneficiará de forma directa a más de un millón de personas que usan cada año estos servicios y a las más de 50 millones de personas que pasan anualmente por el aeropuerto madrileño.

En la nueva terminal harán parada autobuses de línea regular, con origen o destino nacional e internacional, y autobuses discrecionales de grupos o excursiones. En la actualidad, solo las líneas regulares que operan en el aeropuerto mueven al año alrededor de un millón de pasajeros.

La estación se asienta sobre 12.600 metros cuadrados, con un edificio de dos plantas y una cubierta para mantenimiento, dársenas y viales.

La primera planta está reservada para el embarque y desembarque de pasajeros, con acceso a través de ocho puertas de paso a las 30 dársenas de autobuses distribuidas alrededor del perímetro.