Memoria

Madrid coloca hoy ocho placas Stolpersteine en homenaje a vecinos deportados a campos nazis

Se pueden encontrar estos adoquines en Bruselas, Hannover, Burdeos, Roma, Viena, Nuremberg o Praga y en un buen número de ciudades españolas

Placas en Zamora del proyecto ideado por el artista alemán Günter Demnig bajo el nombre ‘Stolpersteine’
Placas en Zamora del proyecto ideado por el artista alemán Günter Demnig bajo el nombre ‘Stolpersteine’Ical

Otras ocho placas Stolpersteine, en homenaje a vecinos deportados a campos nazis, se repartirán por el distrito Centro este viernes, concretamente entre las calles Augusto Figueroa, Pelayo, El Escorial, San Vicente Ferrer, Espíritu Santo, San Bernardo y San Andrés.

Llegarán después de las instaladas hace escasos días y de que meses atrás el concejal-presidente del distrito, José Fernández, elevara la propuesta al Pleno de Centro.

Los Stolpersteine son adoquines insertados en el suelo con una placa dorada allí donde vivieron estos vecinos, deportados a campos nazis. Madrid ya cuenta con adoquines Stolpersteine repartidos entre Chamberí, Carabanchel, Moncloa, Tetuán, Latina, Arganzuela y Centro.

Obra del alemán Günter Demnig

Los ‘Stolpersteine’ (piedra que te hace tropezar, en alemán) son una creación del artista alemán Günter Demnig. El primero se instaló en 1997 en el distrito berlinés de Kreuzberg. El propio Demnig instaló los ocho primeros de Madrid en la legislatura pasada como señal de respeto.

El artista alemán ha fabricado e instalado más de 65.000 de estos pequeños memoriales en 23 países. Se pueden encontrar adoquines Stolpersteine en Bruselas, Hannover, Burdeos, Roma, Viena, Nuremberg o Praga.

Las primeras piedras Stolpersteine llegadas a España lo hicieron en Cataluña, concretamente se instalaron en el municipio barcelonés de Navas, en septiembre de 2015.

“Aquí vivió”

Los adoquines de esta iniciativa de memoria son bloques de cemento de 96mm x 96mm x 100mm en los que se inserta en una de sus caras cuadradas una placa de bronce con el nombre de la persona a recordar, la fecha de su nacimiento, de la deportación, la fecha de su reclusión y la de su asesinato.

El texto cincelado suele arrancar con las palabras ‘Aquí vivió’ ya que lo habitual es instalar estas piedras en el suelo delante de la puerta de la que fue vivienda de la víctima, nunca en la pared.