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Así es Reyes Maroto, una economista para llevar a Madrid a 1989

Su trayectoria política comenzó en 2015, cuando ocupó el puesto número 20 en las listas del PSOE para las elecciones autonómicas de mayo

La actual titular de Industria, Comercio y Turismo, la vallisoletana Reyes Maroto, que este lunes ha anunciado su candidatura para ser el cabeza de cartel del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, tiene bajo su mando un Ministerio que por sí solo agrupa más de un 35 % del PIB español, si bien su peso político es “escaso”, según coinciden en señalar fuentes de los tres sectores de su competencia.

Nacida en Medina del Campo (Valladolid) en diciembre de 1973, Maroto no es una ministra muy popular, ya que según el barómetro de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) casi la mitad de los ciudadanos no saben quién es. La actual ministra de Industria, Comercio y Turismo se enfrentará a José Luis Martínez-Almeida por el consistorio madrileño, donde los socialistas no gobiernan desde 1989. En aquel momento el alcalde era Juan Barranco.

En esa encuesta, el 49,6 % la identificaba como ministra frente a un 46,6 % que admitía no conocerla. Su nota media asignada por los encuestados era de 3,96, muy por debajo del aprobado y con un impacto similar al de los titulares de Presidencia, Félix Bolaños, Interior, Fernando Grande-Marlaska, o Cultura, Miquel Iceta.

Maroto se licenció en Economía en la Universidad de Valladolid, formación que complementó con un máster de Economía y Finanzas por el Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI) y un posgrado de Evaluación Sanitaria y Acceso al Mercado por la Universidad Carlos III de Madrid.

Fue después profesora en esta misma universidad madrileña y trabajó en la Fundación Ideas (en la órbita del PSOE) y en Analistas Financieros Internacionales, entre otros destinos.

Su trayectoria política comenzó en 2015, cuando ocupó el puesto número 20 en las listas del PSOE para las elecciones autonómicas de mayo. Portavoz en la Comisión de Presupuestos, Economía, Hacienda y Empleo, Maroto renunció a su acta en junio de 2018, una vez que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la eligió como ministra de Industria, Comercio y Turismo.

Quienes la han tratado durante su etapa ministerial coinciden en valorar su carácter afable, su capacidad de diálogo y de trabajo, así como su disposición a recibir “a todo el mundo”, aunque añaden que es “poco ejecutiva” y que sus propuestas “no escalan” hasta la Presidencia del Gobierno o, al menos, no tienen el eco buscado.

Turismo, Covid y Maroto

En este tiempo en el Ministerio ha debido lidiar con la pandemia del coronavirus, que tocó con fuerza a la economía en su conjunto (el PIB cayó el 11,3 % en 2020 según el Instituto Nacional de Estadística) pero de manera muy especial al turismo, el primer sector de actividad en España.

Así, pasó de representar algo más de un 12,4 % del PIB en 2019 a un raquítico 5,5 % en 2020, últimas cifras anuales publicadas, aunque desde la primavera de 2021 la recuperación es vigorosa.

El empleo, gracias al mecanismo de los ERTE puesto en marcha por el Gobierno para amortiguar el impacto de la caída de actividad, aguantó mucho mejor.

El sector se queja de que no se ha aprovechado el momento y la fuerte inyección de fondos europeos para impulsar la transformación hacia un modelo menos dependiente del sol y playa y menos estacional mediante un Perte específico.

Las empresas turísticas fueron, precisamente, las más beneficiadas por el Fondo creado por la SEPI para ayudar a las compañías azotadas por la pandemia: de las 30 que han recibido ayudas la mitad son turísticas y obtuvieron préstamos por 1.754 millones de euros (el 54 % del total).

Vehículo eléctrico

En el ámbito de la industria, el peso en el PIB se sitúa en torno al 15 % en 2021, lejos de ese 20 % que imponía el programa de la UE Horizonte 2020 para aquel año.

En estos años al frente del departamento, Maroto se ha implicado de manera intensa en la búsqueda de soluciones para empresas en crisis, como es el caso de Alcoa, en sus plantas de Avilés y La Coruña, y aún sigue muy activa en la de San Cibrao, en la Mariña lucense, donde empresa y sindicatos tratan de dar con la tecla que modernice la planta de aluminio primario.

La industria del automóvil valora que, tras años sin ningún programa específico de ayudas, bajo su mandato se sacara adelante el Plan Moves, pero consideran que las ayudas no han sido suficientes para hacer frente al gran reto del sector, la electrificación de la movilidad, pues en 2035 ya estará prohibida la venta de coches nuevos con motores de combustible.

Pero la gran decepción ha sido el Perte del vehículo eléctrico y conectado (VEC), del que de momento solo se va a gastar apenas un tercio de los 3.000 millones de euros de que está dotado, por lo que el Ministerio ha anunciado que lanzará una segunda convocatoria.

Entre su tareas pendientes figura la culminación del Pacto por la Industria y la elaboración de una nueva ley de Industria, ya que la actual data de 1992.