Candidato al ICAM

Entrevista a Juan Gonzalo Ospina: “necesitamos mentalizar a toda la organización de la importancia de la eficiencia”

El abogado hace gala de su juventud y asegura que lanzar el voto telemático es una de sus prioridades

Juan Gonzalo Ospina
Juan Gonzalo OspinaLa Razón

Juan Gonzalo Ospina ha formado parte de la anterior Junta de Gobierno por lo que sabe bien qué se mueve dentro del decanato del Colegio de Abogados más grande de Europa. Desde su experiencia pone sobre la mesa la necesidad de gestionar los recursos de forma eficiente y de hacer que el ICAM sea mucho más influyente. Además, ve la transparencia como uno de los pilares más importantes de su campaña.

Si accede a la presidencia del ICAM, ¿cuál es la decisión más urgente que adoptará?

Nuestro compromiso es implementar el voto electrónico de los colegiados como primera medida, para lanzar un mensaje de que empieza una nueva etapa, de mayor democracia, transparencia y participación; una etapa en la que vamos a trabajar para todos los abogados; una etapa conectada con el siglo XXI.

¿Cómo se puede gestionar de forma más eficiente el presupuesto del ICAM?

Cuando se gestionan recursos ajenos lo principal es tener claro que uno administra un patrimonio que es de todos los colegiados, no es de la Junta de Gobierno ni de los directivos del colegio. En primer lugar, es necesario gestionar el colegio con un enfoque estratégico, donde los objetivos están vinculados a retos. Esta visión es necesaria para saber qué actividades hay que descontinuar, cuáles hay que mejorar y cuáles hay que introducir. Nos vamos a centrar en tres objetivos: un colegio respetado, un colegio unido y un colegio al servicio de los colegiados. En segundo lugar, hay que ser austeros y tener un control económico muy profesional. Tenemos que ser capaces de hacer mucho más con menos y para ello necesitamos mentalizar a toda la organización de la importancia de la eficiencia, de la necesidad de incrementar la productividad. Es algo que durante esta campaña hemos demostrado que sabemos hacer. En tercer lugar, hay que ser mucho más transparentes. Y no sólo con las grandes partidas, porque no hay gasto pequeño. La transparencia es una medida no sólo dirigida a mantener la confianza de los colegiados, sino también a evitar gastos innecesarios e injustificados. Nosotros proponemos publicar en la página web mensualmente los gastos del ICAM incluidos los gastos de representación institucional y los relativos al decanato.

En cuarto lugar, hay que ser ejemplares en los procesos de licitación, que se realizarán siempre por concurso público y competitivo. Vamos a revisar los convenios actuales, para analizar su utilidad y promover un proceso de contratación transparente en los plazos de renovación de los mismos.

¿El Colegio tiene una deuda con el turno de oficio?

El turno de oficio es el alma del Colegio. No por el volumen de abogados del turno, que apenas representa el 8% del total de los colegiados, sino porque el turno de oficio forma parte del corazón de nuestra corporación. Quiero recordar que la “defensa de los pobres” fue el origen del ICAM y por ello vamos a instaurar la fiesta del 15 de julio para recordarlo. Dicho esto, más que una deuda lo que hace falta es revisar el reglamento del turno de oficio de arriba abajo, porque está obsoleto, plantea unas condiciones de trabajo inasumibles. No sólo es una cuestión de los baremos, sino que todo el funcionamiento del turno de oficio debe actualizarse.

Pese a ser el Colegio con mayor número de colegiados, el desapego hacia la institución es notorio y se plasma en la baja participación electoral. ¿A qué lo achaca y cómo se puede remediar?

Para elaborar el programa electoral hemos hablado con más de 1.000 abogados y el comentario que se repite una y otra vez es que “el colegio no me da nada”. Hay que poner al colegiado en el centro de la institución y renovar la propuesta de valor del Colegio pensando en toda la abogacía —también los abogados no ejercientes, los abogados de empresa, los asesores fiscales, los abogados sénior, los abogados jóvenes, los abogados de extranjería…— para desarrollar los servicios y las propuestas que realmente necesitan en la realidad actual. Otra causa del desapego electoral es la falta de interés del ICAM en fomentar la participación, la falta de transparencia y buen gobierno en sus actuaciones y la falta de liderazgo en sus relaciones institucionales y con la sociedad. Si se une todo esto la conclusión es evidente: la indiferencia.

¿El Colegio debe tener más presencia en la sociedad? ¿Cómo se consigue?

El Colegio debe tener la presencia en la sociedad que le corresponde, como parte de la sociedad civil. Como se repite una y otra vez somos el colegio de la abogacía más importante de Europa en número de colegiados, pero es evidente que el ICAM ni está ni se le espera en las reformas legislativas, en las propuestas de mejora sobre la administración de Justicia, en los debates sociales sobre los derechos humanos o la agenda pública. Por ello, me comprometo a crear una Portavocía que semanalmente dé cuentas de la gestión del ICAM y traslade a la opinión pública una voz. Necesitamos tener una voz, es el primer paso para que se nos escuche. Pero no el único, es importante el liderazgo, tomar la iniciativa y proponer a los interlocutores clave los puntos de vista de la abogacía para las soluciones a los problemas comunes que afectan a los derechos de los ciudadanos y al mantenimiento del Estado de Derecho, de los cuales somos garantes.

Las nuevas tecnologías son un permanente reto para la profesión. ¿Es necesario mejorar los cursos de formación?

En nuestro programa llevamos casi veinte medidas relacionadas con la transformación digital que vamos a impulsar: desde el Colegio sin papel, hasta la aplicación para poder utilizar la firma electrónica de los abogados en todos los dispositivos, la aplicación de la inteligencia artificial a los recursos que el Colegio pone al servicio de todos los colegiados, o la creación de herramientas de simulación para la preparación de juicios.

Todo ello, como apunta en su pregunta, tiene que ir acompañado de formación, especialmente para las generaciones más mayores que están sufriendo esta brusca transformación digital. Por ello, vamos a incorporar la formación continua gratuita, donde los cursos relativos a la adopción de las tecnologías tendrán un espacio muy destacado.

¿Es posible bajar las cuotas de los colegiados?

Es posible y lo vamos a hacer. En el programa electoral nos comprometemos a que el ICAM será el Colegio con las cuotas más bajas de toda España. De forma general, vamos a reducir entre el 5% y el 10% las cuotas a todos los colegiados. Pero además, vamos a reducir el 50% las cuotas a los abogados no ejercientes y a los abogados con discapacidades superiores al 50%. También incluimos medidas temporales que impactan en las cuotas, como la suspensión del pago de las cuotas durante 6 meses en casos de maternidad o paternidad; la suspensión del pago de cuotas en casos de enfermedad grave —incluidas las enfermedades mentales— y durante la duración de la misma. Todas estas medidas las hemos analizado y cuantificado y serán una realidad que ayudará a que el ICAM sea competitivo y solidario.

¿Qué falla para que el voto telemático sea una realidad?

Es algo incomprensible. Nadie lo entiende. Se ha utilizado como argumento que es necesaria una reforma del Estatuto de la Abogacía para incorporar el voto electrónico, pero esta reforma debería haberse implementado hace ya varios meses, estamos fuera de plazo, así que no creo que pueda utilizarse como justificante. Pienso que más bien se ha retrasado la reforma de forma consciente para no abordar el voto electrónico antes de estas elecciones y así poder tener un mayor control de las mismas. Por otro lado, todas las candidaturas han dicho que lo implementarán en el futuro. Y nosotros hemos dicho que será la primera medida que adoptaremos a partir del 21 de diciembre.

La conciliación es cada vez más complicada para la profesión, ¿qué se puede hacer para avanzar en este terreno?

La abogacía en términos generales es una profesión en la que ejercen su actividad más mujeres que hombres. El 54% de los abogados son mujeres. Pero si ponemos el foco en los puestos directivos y mejor remunerados, vemos que el porcentaje desciende hasta el 31%. Es decir, existe una brecha enorme. Y si lo vemos de forma comparativa con lo que pasa en otras profesiones o sectores, la situación de la abogacía es especialmente negativa en este sentido, con una diferencia de casi 6 puntos de brecha de género con respecto a la media española, que está en el 37% de presencia de mujeres en puestos directivos.

Por ello, creo que la obligación del Colegio es impulsar un cambio de tendencia. Algunos compañeros de otras candidaturas defienden que la meritocracia haga su trabajo, pero yo creo que la igualdad no se va a lograr de forma espontánea y por ello el colegio tiene la obligación de acelerar el cambio desde los valores de la igualdad y la solidaridad.

Hay muchas razones que justifican el porqué la abogacía está peor que otros sectores en materia de igualdad, pero fundamentalmente existe un problema relacionado con la falta de flexibilidad y la completa disponibilidad que se espera de un abogado. Esto tensiona más que en otras actividades la gestión del tiempo. Piense que ni siquiera tenemos garantizadas las vacaciones de verano o el descanso en Navidad. Estas condiciones penalizan mucho la carrera profesional de las mujeres y por ello son imprescindibles las medidas de conciliación.

¿Qué se puede hacer desde el Colegio? En primer lugar es necesario revisar completamente el Plan de Igualdad del ICAM para que sea mucho más integral, permita crear una figura del Defensor de la Igualdad que impulse las medidas y establezca una hoja de ruta clara con el foco en las carreras profesionales, la igualdad salarial y las medidas de flexibilidad laboral y conciliación.

Si no se presentara a las elecciones ¿a qué candidato votaría?

Estas elecciones son las que tienen más candidaturas de la historia. Lo cual demuestra que existe un clamor por el cambio, que las cosas no pueden seguir así. Por ello, sin duda votaría a cualquiera de las personas que forman parte de nuestra candidatura. Un equipo que encarna la esperanza de cambio y de adaptación a los nuevos tiempos que anhelan todos los colegiados. Por eso nos han calificado como la candidatura de la ilusión.