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Cómo ver en Madrid las Cuadrántidas, la “estrella” que guio a los Reyes Magos

El momento de máxima actividad de las Cuadrántidas será la madrugada del miércoles 4 de enero, tres días antes de la luna llena

Cuadrántidas, las estrellas de los Reyes Magos
Cuadrántidas, las estrellas de los Reyes MagosEfe

La magia de la Navidad va acompañada de luz. En los hogares y en el exterior. Luces que hoy en día iluminan de esperanza las ciudades frente a la oscuridad del invierno. La llegada del nuevo año nos deja también la posibilidad de disfrutar con la observación de una de las lluvias de meteoros, iluminados, más activas de 2023: las Cuadrántidas, con más de 120 estrellas fugaces. Un fenómeno estelar descrito en la Biblia, hace miles de años, que bien pudiera ser lo que dirigió a los Reyes Magos hacia Belén.

La mayor dificultada en su observación, que debemos tener en cuenta, es la situación meteorológica (si hay nubes o el cielo está despejado) y el brillo de la Luna.

El momento de máxima actividad de las Cuadrántidas será la madrugada del miércoles 4 de enero, tres días antes de la luna llena. La mejor oportunidad para ver los meteoros será en las horas cercanas al amanecer, cuando el radiante de la lluvia de estrellas se encuentre más alto en el cielo y la luna desaparezca por el horizonte.

Como de costumbre, urge salir al campo, a un espacio abierto. El mejor lugar para observarlas será un terreno sin obstáculos para la vista como edificios, árboles o montañas. Los astrónomos aconsejan no utilizar instrumentos ópticos que limiten el campo de visión. Hay que dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la luna si la observación se realiza cuando esté presente. Lo más cómodo es tumbarse, aunque el frío nos atenace, y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad. El espectáculo está servido.

La lluvia de las Cuadrántidas se produce cada año entre el 28 de diciembre y el 12 de enero, y su momento de máxima actividad sucede hacia el 3 de enero, cuando cruzan el cielo más de 120 meteoros por hora a una velocidad de 41 kilómetros por segundo. Es, junto a las Perseidas de agosto y las Gemínidas de diciembre, la lluvia de estrellas más activa del año.