Gastronomía
El auge de los «a cuatro manos»
La capital es un oasis con un sinfín de propuestas culinarias comunitarias
El trueque es la forma más primitiva de comercio y está ligado a los orígenes de la misma humanidad. El interés común de comprador y vendedor era obtener y beneficiarse de aquello que recibían en ese intercambio, y se establecía así, por un instante, una irrompible comunión entre dos personas. El trueque es la forma más ética de capitalismo y ha sobrevivido al paso del tiempo y de las modas, y podemos decir que también ha trascendido a todos los sectores, incluido el de la gastronomía. Una cosa muy bonita de la gastronomía es que, aunque hay filias y fobias, (y muchas envidias, no acusen a este cronista de ser un iluso) también ha sido un espacio en el que ha habido mucha generosidad. Pienso en que, sin la predisposición gentil de los grandes cocineros galos, que abrieron sus casas a sus colegas vascos, hoy no disfrutaríamos de ser la gastronomía con más posibilidades del mundo. Los cocineros, maestros de un oficio primigenio, intercambian desde siempre conocimientos, ideas y genialidades. Y siguen haciéndolo hoy en un formato que triunfa cada vez más: los menús a cuatro manos. A veces, a bastantes más.
Madrid se ha convertido en un oasis en el que surgen un sinfín de propuestas culinarias comunitarias. Todo el mundo quiere venir a Madrid, y no solo porque el AVE, el día menos pensado, nos comunicará con Sebastopol antes que con Gijón. Este Madrid tan nuestro es el sitio de moda, el escenario perfecto donde la gastronomía conjunta está luciendo su mejor cara. Un ejemplo de ello es Ozio Gastronómico, uno de los grandes referentes de la cocina palermitana en la capital, que organiza un imperdible encuentro a cuatro manos hoy martes y mañana. Serán dos noches únicas en torno a la cocina napolitana que contarán con la presencia de Nino Ferreri (Limu, una Estrella Michelin), uno de los cocineros más destacados de Italia, y de Margherita Fuligni, chef del restaurante madrileño, que ejercerá de anfitriona.
Con este encuentro a cuatro manos, Ozio se convertirá en un foro culinario donde las distintas visiones de la gastronomía siciliana se encontrarán y se fusionarán para ofrecer su mejor versión. Dos veladas muy especiales, que comenzarán a las 21.00 h, en las que los comensales —cuenta con plazas limitadas y es necesario hacer una reserva previa— podrán degustar un menú elaborado al 50 % entre los dos cocineros. El resultado de este intercambio gastrocultural es un menú exclusivo (120 euros por persona; maridaje con vinos Firriato, 60 euros), con platos que incluirán productos prémium como caviar, trufa blanca fresca o cangrejo real. Ferreri y Fuligni comparten filosofía en los fogones y abogan por recetas en las que la materia prima es la protagonista. Esta será la primera cita de «Viajes a Sicilia», una nueva iniciativa del restaurante, que invitará cada cierto tiempo a un chef de la isla italiana para ofrecer estas experiencias conjuntas.
Los a cuatro manos son la sensación del momento, por eso esta iniciativa con marca siciliana no es la única. El próximo 16 de noviembre, Edu Guerrero, que tan bien lo está haciendo en Adaly, protagonizará un interesante a cuatro manos junto a la riojana Lucía Gravalos, que pronto abrirá Desborre y que lo bordó en Amicitia. Y no me olvido de la cena inolvidable que el pasado 12 de junio organizó la lista Opinionated About Dining (OAD) de Steve Plotnicki para presentar su lista de Los Mejores Restaurantes de Europa en 2023. En Taller de Bombas, el espacio de eventos de Desde 1911, cocinaron Alberto Aguado, Diego Murciego, Eneko Atxa, Hugo Muñoz, Massimiliano della Vedove, Nacho Manzano, Paco Morales, Quique Dacosta y Rafa Zafra para mayor gloria de las costas de nuestro país.
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