Historia
Las dos iglesias derribadas de Madrid (y la tercera que permanece)
El templo del Buen Suceso peregrinó por la capital hasta encontrar asiento y nueva imagen en el barrio de Argüelles
Imágenes hay, y muchas, de un templo clave en la devoción religiosa de miles de madrileños. La iglesia de Nuestra Señora del Buen Suceso, conocida comúnmente como iglesia del Buen Suceso, fue una modesta iglesia de la capital que hacía frontera con la Puerta del Sol. En el origen, el templo se originó en una remodelación del Hospital Real de la Corte, construído a finales del siglo XV. Hizo funciones de iglesia y hospital desde 1590 y su lonja fue lugar de reunión durante varios siglos. El reloj de la iglesia sería importante durante este periodo hasta que fue instalado uno de mejores prestaciones en la Casa de Correos. Unos cambios que marcaron, sin duda, el «paso del tiempo» de muchos madrileños. Allí estuvo durante siglos... aunque no demasiados, pues su demolición coincidió con la desamortización de Mendizábal que dejó hueco a la ampliación posterior que se hizo en la Puerta del Sol. Un momento clave de la construcción del Madrid moderno, en una suerte de adelanto de los ensanches que sufrieron las ciudades a finales del siglo XIX.
Cabe apuntar que en el año 2006, durante unas obras de ampliación del Metro de Madrid, se encontraron restos arqueológicos de diversas partes del templo, que fueron restaurados y acondicionados para su visita. Algo sorprendente ya que la zona fue muy «removida» en distintos momentos, con aquella primera ampliación de la Puerta del Sol y luego con la construcción del suburbano a principios del siglo XX.
Debido a la reforma de la Puerta del Sol, el 24 de febrero de 1854 comienza el derribo de la iglesia y el hospital. Del edificio solo quedaron unas columnas, que fueron llevadas a la Casa de Bruguera, en el paseo de la Castellana. Curiosamente, fue este palacete el primer que se levantó en la Castellana, espacio para los nuevos ricos de la época. Aquí estuvo hasta que fue derribado y en su lugar se levantó el que luego fue el Banco de Madrid, hoy desaparecido también. Por otro lado, el reloj que lucía la fachada y que era la referencia horaria de los paseantes de la Puerta del Sol fue a parar a la Casa de Correos y se convirtió desde entonces en el Reloj de Gobernación. La iglesia desaparece por completo de la Puerta del Sol, en su lugar se construye el Grand Hotel de París, que con posterioridad a mediados del siglo XX recibe el famoso cartel luminoso del «Tío Pepe», todo un emblema de esta singular plaza madrileña.
Burla burlando, tras la demolición del edificio de la Puerta del Sol, en el año 1868 fue inaugurada la nueva iglesia del Buen Suceso en el barrio de Argüelles, por aquel momento se le conocía como barrio de Pozas. El templo fue obra de Agustín Ortiz de Villajos y estaba ubicada en el actual número 43 de la calle de la Princesa. La iglesia tuvo, por azares de la vida, un emplazamiento fatídico: sufrió importantes daños durante la Guerra Civil y fue demolido en la segunda mitad del siglo XX. Estaba a tiro de mortero de la zona de guerra en la Ciudad Universitaria. Hasta aquí llegaron no pocos obuses. Unos proyectiles que incluso alcanzaban la Gran Vía.
El edificio que alojaba la segunda iglesia fue declarado en ruina y derribado en 1975, construyéndose sobre su solar un moderno conjunto arquitectónico compuesto por la nueva iglesia del Buen Suceso y un complejo residencial, no olvidemos que estábamos ya en pleno desarrollismo urbanístico y había que rentabilizar todas las obras.
Este tercer templo del Buen Suceso fue inaugurado en 1982. Debido a su aspecto y a que su fachada está recubierta de acero inoxidable fue conocida por entonces como «Nuestra Señora de Magefesa». Con ella parece que se ha parado en el tiempo el errante templo dedicado al Buen Suceso.
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