Seguridad

El edificio madrileño en el que se salva a gente de riadas y se reduce a agresores armados

LA RAZÓN visita las instalaciones del Centro de Formación de Seguridad y Emergencias de Madrid, donde se entrenan la Policía Municipal, Samur y Bomberos desde hace ahora quince años

El Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento de Madrid ha impartido en este mandato un 34 % más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones. El dato lo ha dado a conocer hoy la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, que ha visitado el centro para hacer un balance de la formación continua impartida por el Consistorio en estos cuatro años a los componentes de los servicios municipales de Seguridad y Emergencias, así como a los Agentes de Movilidad.
El Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento de Madrid ha impartido en este mandato un 34 % más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones. El dato lo ha dado a conocer hoy la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, que ha visitado el centro para hacer un balance de la formación continua impartida por el Consistorio en estos cuatro años a los componentes de los servicios municipales de Seguridad y Emergencias, así como a los Agentes de Movilidad.Alberto R. RoldánLa Razón

En el barrio de Lucero, en Carabanchel, existe un complejo en el que, en el transcurso de una mañana, se producen los siguientes hechos: se salva a un hombre arrastrado por una riada, se reduce a un sospechoso armado con arma de fuego y se neutraliza a un agresor con arma blanca que ha dejado al menos media docena de heridos. Hablamos del Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE). Quizá no es muy conocido entre los madrileños, pero es aquí donde, desde hace justo ahora quince años, se imparte formación a todos los servicios municipales encargados de velar por nuestra seguridad, así como a los Agentes de Movilidad. Y cada año, esa formación va a más. Tal y como afirmó la delegada de Seguridad y Emergencias, y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, el CIFSE ha impartido en este mandato un 34% más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones de horas. No en vano, durante esta legislatura, el Ayuntamiento ha llevado a cabo una ampliación y puesta en uso de nuevos espacios formativos, así como la mejora de la galería de tiro y la construcción de un pabellón multiuso.

LA RAZÓN ha tenido acceso a la formación que se imparte en el centro durante una mañana cualquiera. Y la sensación es la de que, ante situaciones críticas, en las cuales influyen infinidad de factores ajenos a las potenciales víctimas o a sus rescatadores, los servicios municipios de Seguridad y Emergencias van a hacer todo lo posible para preservar nuestra integridad.

El primer escenario nos lleva a una piscina de reducidas dimensiones, pero que alcanza hasta los nueve metros de profundidad. Los Bomberos municipales no solo extinguen fuegos: también, si es preciso, se lanzan al agua para salvar vidas. En este caso, se trata de un hombre arrastrado por una riada. Incluso el impulso de agua simula la fuerza que puede tener dicho elemento en una situación crítica. Sin olvidar el ruido, que entorpece la comunicación entre los rescatadores. De ahí el uso de un silbato especial, que también puede escucharse bajo el agua, como medio para coordinarse. Se trata de un escenario que, como apunta Juan Carlos Bonillo, suboficial responsable del Grupo de Rescate en Aguas Superficiales, debido al cambio climático, cada vez es más frecuentes.

El Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento de Madrid ha impartido en este mandato un 34 % más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones. El dato lo ha dado a conocer hoy la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, que ha visitado el centro para hacer un balance de la formación continua impartida por el Consistorio en estos cuatro años a los componentes de los servicios municipales de Seguridad y Emergencias, así como a los Agentes de Movilidad.
El Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento de Madrid ha impartido en este mandato un 34 % más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones. El dato lo ha dado a conocer hoy la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, que ha visitado el centro para hacer un balance de la formación continua impartida por el Consistorio en estos cuatro años a los componentes de los servicios municipales de Seguridad y Emergencias, así como a los Agentes de Movilidad.Alberto R. RoldánLa Razón

«Tiradores, continuamos»

«Procedemos a detener. Tiradores, continuamos. Silueta número uno. Procedemos a hacer, salida de línea, a la derecha, tres disparos. Procedemos a protegernos en el próximo parapeto». Una voz, al otro lado de una mampara de cristal, da órdenes a dos policías municipales que, armados, están haciendo frente a un sospechoso que tiene un arma de fuego en su poder. Una vez que acaba la prueba, los orificios de bala de las dianas certifican que el examen ha sido un éxito.

«El uso del arma de fuego es el último de los recursos», afirma Javier Fernández, comisario principal y responsable de Formación y Desarrollo. Así, previamente se entrenan otras procedimientos como la fuerza física «o los dispositivos electrónicos de control que hemos incorporado», en referencia a los taser.

Por ello, hay un entrenamiento específico para cada procedimiento. Y eso incluye lo que en el Cuerpo llaman «judo verbal»: la destreza de los agentes a la hora de poder reducir la peligrosidad de un posible agresor solo con el uso de la palabra. Y es que, como recuerdan en el Cuerpo, el elemento principal del trabajo policial es la disuasión.

Aunque sea la última salida, los agentes también tienen que fortalecer su pericia en el uso del arma de fuego, en caso de que sea necesaria. «Por protocolo, solo se usa cuando existe un riesgo de integridad física de los agentes o de terceras personas», indica el comisario. De hecho, para hacerse una idea de hasta qué punto está controlado su uso, «durante este mandato, la Policía Municipal no ha hecho uso» de pistolas.

No en vano, los formadores, antes de enseñar cómo disparar, hacen hincapié en el «manejo seguro del arma». «Que sepan montarla y desmontarla, resolver las interrupciones que puedan surgir y, sobre todo, trabajar las transiciones: la posibilidad de sacarla y extraerla, e intercambiarla con el conjunto de armas que llevan». Por ejemplo, en una situación concreta, puede darse el caso de que el agente tenga que cambiar el arma de fuego por un tipo de «defensa extensible», como pueden ser los bastones.

Lo que sí se han usado son los dispositivos taser de descarga eléctrica. Concretamente, en una decena de ocasiones desde que, hace un par de años, la Policía Municipal incorporó esta herramienta. Javier Fernández subraya que el Cuerpo municipal posee 350 unidades, con más de mil funcionarios habilitados para usarlo. «Hay que hacer un curso específico para su uso y, además, superarlo», señala. Cada una de estas «pistolas eléctricas» va equipada con su correspondiente en cámara. Algo necesario en caso de procedimientos judiciales.

Taser disuasorio

«Es un elemento ante todo disuasorio. Hemos llegado a sacarlo, pero no a usarlo, porque, ante la posibilidad de recibir una descarga eléctrica, el sospechoso depone su actitud», explica el comisario.

El policía recuerda que, «en al menos dos ocasiones, el uso del taser ha impedido que tuviera que emplearse el arma de fuego». Una de ellas, apuntan desde Seguridad y Emergencias, ocurrió en noviembre de 2021, en un bajo de la calle Ramón Calabuig (Puente de Vallecas). Allí, un hombre con claros síntomas de embriaguez y dando gritos, agredió a su mujer, golpeándola con un cinturón, y la amenazó con matarla a ella y al bebé que tenían en común. La víctima logró huir y encerrarse en una de las habitaciones. Allí, llamó a una amiga que, a su vez, llamó a la Policía, presentándose de inmediato varias patrullas de la Policía Municipal, con dos agentes equipados con taser. Tras intentar hablar por espacio de una hora con el sospechoso, atrincherado en la casa y armado con el cuchillo, los agentes lograron que abriera una de esas ventanas. En ese instante, amenazó con degollarse y también con matar a los agentes que se atrevieran a entrar. Cuando se llevó el cuchillo a la yugular, uno de los policías, tras ser autorizado por sus superiores, aprovechó para descargar el dispositivo electrónico, que incapacitó al agresor. En casos similares, en los que han intervenido otros cuerpos policiales sin taser, el uso del arma de fuego ha sido inevitable.

Experiencias como esta han provocado, según señalan desde el Cuerpo, que muchas otras policías locales del resto de España –y también del extranjero– se hayan puesto en contacto con ellos para interesarse por el uso de la pistola eléctrica e implantarla.

El Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento de Madrid ha impartido en este mandato un 34 % más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones. El dato lo ha dado a conocer hoy la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, que ha visitado el centro para hacer un balance de la formación continua impartida por el Consistorio en estos cuatro años a los componentes de los servicios municipales de Seguridad y Emergencias, así como a los Agentes de Movilidad.
El Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) del Ayuntamiento de Madrid ha impartido en este mandato un 34 % más de horas de formación que en los cuatro años anteriores, pasando de 1,5 millones a 2 millones. El dato lo ha dado a conocer hoy la delegada de Seguridad y Emergencias y portavoz municipal, Inmaculada Sanz, que ha visitado el centro para hacer un balance de la formación continua impartida por el Consistorio en estos cuatro años a los componentes de los servicios municipales de Seguridad y Emergencias, así como a los Agentes de Movilidad.Alberto R. RoldánLa Razón

Atentado al aire libre

El último escenario, sin salir de l complejo del CIFSE, nos lleva a los exteriores del mismo. Un hombre, armado con un cuchillo, ha herido al menos a seis personas. Las víctimas piden auxilio, mientras que la Policía Municipal trata de reducir al agresor, que no atiende a razones. Custodiados por los agentes, se encuentran los miembros de la DEPA (Dispositivo Especial Preventivos Actos antisociales) de Samur-Protección Civil. Una unidad especial que se encarga de la cobertura de servicios en los que hay riesgo para las personas o bienes. No solo en situaciones extremas como la del simulacro: partidos de fútbol de alto riesgo, desalojos, tumultos y, por lo general, todos aquellos actos que, por su complejidad, requieran medidas especiales de actuación. Y es que no solo hay que atender a potenciales víctimas; también hay que contar con medidas de protección para que las unidades sanitarias puedan hacer su labor. Afortunadamente, un trabajo que, en la mayoría de ocasiones, es preventivo. O como dicen en el Samur, «trabajar... para no tener que trabajar».