Real Madrid-Dallas

El entrenador que hizo crecer al niño prodigio de Eslovenia

José Luis Pichel fue el primer entrenador de Doncic a su llegada al Real Madrid siendo un adolescente. La estrella regresa con los Dallas para jugar contra su ex equipo

El entrenador que hizo crecer al niño prodigio de Eslovenia
El entrenador que hizo crecer al niño prodigio de EsloveniaJuan José Acobi

Este martes Dallas Mavericks y su gran estrella Luka Doncic visitarán al Real Madrid. Será el esperado reencuentro entre el jugador esloveno y el club en el que debutó como profesional. José Luis Pichel, ahora entrenador ayudante del Club Baloncesto Clavijo de Logroño, recuerda cómo fue su etapa formativa en el conjunto blanco.

¿Se podría replicar en Europa el modelo universitario americano en el baloncesto?

Damos por hecho demasiadas cosas. No es lo mismo jugar en Stanford donde el peso académico va a ser muy importante, que jugar en universidades donde los estudios no son la prioridad. No es comparable con el modelo universitario de aquí y los objetivos que persigue.

¿Cómo se prepara a un jugador para debutar con 16 años?

Cada jugador es un mundo. Pero normalmente tienes que reforzar las cosas con las que él se siente seguro y convencerle de que está preparado. No es un día para sobreinformar al jugador, sino precisamente para tratarlo como un partido más de los cientos que ha jugado.

El caso del futbolista Lamine Yamal vuelve a abrir el debate sobre la exposición mediática de talentos tan precoces. ¿Sería razonable establecer una edad mínima superior?

Se juntan dos cosas. Me parece normal que se debata sobre el grado de exposición mediática que tengan estos chavales, que se controle el acceso a entrevistas y su imagen pública más allá de la competición. Pero no creo que alguien tenga la autoridad de decidir que un chico de su edad no puede estar preparado para debutar y así condenarle a frenar su progresión y romper su sueño. No tenemos derecho a privarle de algo así por exceso de prudencia.

¿Cree que, en la etapa formativa, el arbitraje debería proteger más a estos prodigios, por el foco que concentran y el volumen de faltas que reciben?

Se habla poco de ello. Cuando el árbitro inexperto se encuentra con un talento especial tiende a mirarle con lupa y exigirle cosas que al resto de jugadores sí concede. Y los árbitros expertos sí saben proteger el talento y el juego, sin que esto signifique un trato de favor hacia ningún jugador. Como diría el gran Andrés Montes: «El talento siempre está bajo sospecha».

¿Un foco tan llamativo como Luka pudo eclipsar otros talentos de su generación?

Con un talento generacional como el suyo siempre se corre ese riesgo. Pero en su caso fue al contrario. Mejoró la convivencia, porque todos los demás eran conscientes de que Doncic estaba a otro nivel. Eso es otra cosa que también habla muy bien de él. Siempre fue generoso con sus compañeros y un jugador de equipo que se preocupaba de que el resto crecieran con él. Hacía mejores a sus compañeros y nadie se quedaba atrás.

A lo largo de su carrera, ¿también siente haber sido testigo de mucho talento desperdiciado?

Creo que a veces confundimos. Si un jugador tiene la cabeza muy amueblada pero no la habilidad para ejecutar una cierta disciplina, nunca hablamos de talento perdido, es un chico que no tiene talento. Sin embargo, si alguien sí ha nacido con esas dotes pero no ha alcanzado aún una madurez mental, entonces sí hablamos de fracaso. Es injusto. Evidentemente, las dos cosas son fundamentales. Tendemos a buscar la culpa en el jugador, sin pararnos a pensar en lo difícil que es. El embudo es muy fino. Además, aunque el deporte no sea la meta final, es muy buen camino de desarrollo.

¿Cree que el talento de Doncic se podría haber aplicado a otras disciplinas?

Me lo he preguntado muchas veces. Y seguramente sí, en cualquier actividad en la que intervenga la incertidumbre y cobre mucho peso la toma de decisiones bajo presión. También es verdad que en él coinciden muchos aspectos claves para este deporte, como el tamaño, la precisión o su coordinación.