Gastronomía

Este es el bar de Chamberí con mejor rollo (sin duda)

Un botellero enorme indica que en el Bar Trafalgar se bebe muy bien. Bebidas que se acompañan de recetas sencillas a la perfección

Bar Trafalgar. Juan de Tena
Bar Trafalgar. Juan de TenaAlberto R. RoldánLa Razón

Entre la vorágine de establecimientos que ocupa la capital, nos seguimos sorprendiendo con descubrimientos recomendables. Hoy nos referimos al Bar Trafalgar, ese al que cualquier hora es buena para acudir, porque siempre, siempre se come y se bebe muy bien. Y tener esa libertad de no tener que mirar el reloj, nos gusta. Sus artífices son David Yllera, Nacho Aparicio y Juan Tena, quien nos explica dónde radica el éxito: «Desde el principio, queríamos mantener la informalidad de un bar y ha sido tal el éxito, que incluso éste nos ha hecho pagar lo que yo llamo el precio de la “restaurantización” del concepto». Se refiere a que, a pesar de que siempre hay varias mesas a las que se puede acceder sin reserva para quien desee picar algo rápido, es obligado tenerla asegurada si prefiere una cena sin prisas: «Hemos creado un híbrido con el que hemos cubierto un hueco vacío en Madrid», añade. Las mesas no tienen la altura clásica, ya que son o más altas o más bajas, pero lo que realmente recomienda Juan es hacerse un hueco en la barra «península», denominada así porque está conectada al pase de cocina. Un punto estratégico para observar desde primera fila el botellero enorme, que preside el local , de decoración moderna. Porque son las bebidas las protagonistas de la propuesta, ya que aquí se viene a beber bien. Tragos largos, cócteles, vermuts, varias referencias de vinos por copas, champagne y una cerveza siempre gélida para acompañar unas recetas simples y muy bien ejecutadas. Sabedores de que no hay nada peor que un tercio que no refresque el paladar, Juan y sus socios han apostado por unas neveras, que trasladan a la cerveza a una temperatura bajo cero sin llegar a congelarla, que se usan en el sector farmacéutico. Dicho esto, abrimos boca con la ración que ya es famosa, la de anchoas sobre un brioche con mantequilla ahumada. Y continuamos con una de bravas, porque sí, estamos en un bar. Y con una ensaladilla y las imprescindibles croquetas de jamón. Elaboraciones todas para rendir tributo a un aperitivo tan nuestro en el que jamás debe faltar la gilda. Como entrepanes, nos gustaron tanto el bikini de lacón ahumado, rúcula y comté fundido como el mollete de pastrami. Nos dejamos el bocatín de calamares para nuestra próxima visita. De beber, un vermut de grifo o un cóctel recomendado por la jefa de barra, Kat Izaguirre, el Martínez, una de las combinaciones más antiguas de la coctelería clásica. Perfecta para abrir el apetito gracias a su dulzor especial, que en boca es muy agradable, está hecha con ginebra seca, vermut rojo, licor de cereza, maraschino y angostura. Probamos unos correctos trigueros salteados con yema de huevo, piñones y queso viejo, que antecedieron a los langostinos en tempura fina para disfrutar con un mojo alegre.

Destilados caseros

Platillos para compartir son también el formado por las tiras de pluma ibérica, el atún rojo a la brasa y el solomillo de vaca vieja. Para terminar, optamos por el helado de mango y el de chocolate por eso de refrescar el paladar, pero sepan que la carta anuncia tanto el brownie y la tarta de queso como un crumble vegano y sin gluten de manzana, piña, avena y frutos secos. Durante la sobremesa, hay quien opta por un trago clásico, entre ellos, un margarita, un gimlet o un moscow mule. Aunque después de cenar es momento de un Lady Chamberí, con la ginebra mediterránea macerada con tomillo y naranja de la casa, licor de mora, flor de sauco y cítricos, uno de los cócteles de autor recomendables, lo mismo que el Pinche Rosita, perfecto para quien opte por el mezcal, que en este trago se acompaña de licor Humo Chipotle, Aperol, cítricos y jengibre, o el Peaunut Old Fashioned, una versión creada con el bourbon de la casa macerado con crema de cacahuete y Orange bitter. Escoja el trago perfecto para cada momento.

BAR TRAFALGAR

Dónde: C/ Alburquerque, 14 / (entrada por Palafox).

Precio medio: 30 euros.

Anchoas, brioche y mantequilla, plato del Bar Trafalgar.
Anchoas, brioche y mantequilla, plato del Bar Trafalgar.Bar Trafalgar

No te pierdas

Anchoas, brioche y mantequilla

►Es uno de los bocados de los que no prescinden los comensales. Lo degustamos junto al vermut de grifo y el dúo resultó perfecto. Y, entre los cócteles sin alcohol, optamos por el Apple Mojito, un trago refrescante que observamos preparar con hierbabuena, sirope de manzana y limón.