Campaña 'Salvemos los postres'
Finales felices con dulces caseros en Chueca
El restaurante Diurno lanza la campaña 'Salvemos los postres' tras percartarse que más de mitad de sus comensales no lo pedía
El restaurante Diurno en Chueca ha lanzado la campaña ‘Salvemos los postres’ tras percatarse que más de la mitad de sus comensales no lo pedía convirtiéndose “en el patito feo de la carta”, cuenta Raúl Gómez, madrileño de 37 años del barrio de Chamartín y uno de los socios de Diurno. Desde el 1 de febrero, Diurno ha lanzado publicaciones en sus redes sociales con los lemas ‘Salvemos los postres’ y ‘Finales felices en Chueca’ para animar a sus clientes a degustar sus milhojas con mousse de yogur griego o cualquiera de sus siete postres “100% caseros”, explica a LARAZÓN el chef de Diurno Luis Miguel Moreno. Este cocinero madrileño del barrio de Pilar de 33 años subraya que “la idea surgió porque vimos que más del 50% de nuestra clientela no pedía postre, ni siquiera cuando estaba incluido en el menú del día ya que preferían un café”.
Tras más de una semana difundiendo la campaña en Instagram y otras redes sociales, Gómez se muestra contento de “la respuesta tan positiva” que está teniendo su llamamiento a “disfrutar del final perfecto” cuando salimos a comer o cenar fuera de casa. “De los 140 comensales diarios que vienen a Diurno, más de 100 han pedido postre esta semana. Ha habido un gran cambio de tendencia con la campaña”, detalla Gómez. El socio de Diurno considera que “el postre ha quedado un poco en el olvido con el tema de cuidarse tanto y las campañas de imagen”. Moreno coincide en que “el fitness ha relegado al postre”.
De la mano de la campaña ‘Finales felices en Chueca’, Diurno ha lanzado una nueva carta de postres en las que ha recuperado la platanata, un pastel de plátano que quitaron en 2014 tras más de una década sirviéndolo. “Los antiguos clientes se han alegrado del regreso de la tarta de plátano como lo llaman ellos”, destaca Moreno. Mientras se muestra satisfecho por la buena acogida en esta primera semana, el chef de Diurno recuerda una frase que le repetía su abuela: “Sin un postre es como sino hubieses comido”.
Luismi, como le conocen en este restaurante en pleno barrio de Chueca en la calle de San Marcos 37, piensa que “no hace falta comerse un postre para ti solo, con unas cucharaditas es suficiente para darle dulzor a la vida”. “Mi mujer y yo comemos el postre que elige mi hijo. Nosotros pedimos los platos principales y él decide el postre para los tres”, cuenta este chef que tiene como referente a Andrés Madrigal, cocinero madrileño con dos estrellas Michelín. “A todos nos han tocado un poco el bolsillo y salimos menos. Pero creo que volvemos a conseguir que, cuando salgamos, pequemos y lleguemos al último plato”, subraya Gómez.
Diurno solicita “el apoyo de otros restaurantes de Chueca y de todo Madrid para impulsar ‘Salvemos los postres’ y ‘Finales felices en Chueca’”, asegura Gómez. Por ahora, la respuesta de sus compañeros de la hostelería está siendo “muy positiva”. “Estamos viendo que los comensales tienen ganas de terminar una comida o una cena con una sonrisa y un dulce en el estómago”, destaca Gómez. El empresario madrileño celebra que la campaña ha tenido “el apoyo de restaurantes de la Gran Vía y esperemos que se sumen a esta iniciativa”: “Seguirá hasta el infinito y más allá, al menos hasta diciembre”.
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